
El espíritu mexicano inundó la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025, la fotógrafa Graciela Iturbide recibió el Princesa de Asturias de las Artes, mientras que el Museo Nacional de Antropología de México se llevó el galardón a la Concordia, dos de las ocho categorías que reconocen estos premios.
La fiesta, celebrada este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo (norte de España), estuvo presidida por los reyes Felipe VI y Letizia, y sus hijas, la princesa Leonor, heredera a la Corona española, y la infanta Sofía.
Fue la princesa de Asturias, título que recibe la heredera a la monarquía en España, la encargada de entregar los premios en mano a los ganadores.
Además de los galardonados mexicanos, recibieron el reconocimiento el economista y político italiano Mario Draghi (Cooperación Internacional), la tenista estadounidense Serena Williams (Deportes), el escritor español Eduardo Mendoza (Letras), la genetista estadounidense Mary-Claire King (Investigación Científica y Técnica), el demógrafo estadounidense Douglas Massey (Ciencias Sociales) y el pensador alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han (Comunicación y Humanidades).
Durante su discurso, Leonor apostó por confiar en la democracia frente a la intolerancia, en el Estado social de derecho frente al abuso de poder, y valoró también la educación y el respeto a quienes piensan diferente.
En líneas similares se pronunció su padre, el rey Felipe, que en su intervención recalcó que la convivencia democrática “tiene su gran pilar en la educación”.
Además, la princesa leyó, en forma de carta, una semblanza de cada uno de los ocho galardonados.
De Iturbide dijo que es “una artista que ha plasmado la fuerza de las mujeres”, a la vez que hizo un recorrido por algunas de sus fotografías más reconocidas, un trabajo marcado por las palabras “esperar” y “paciencia”, lo que “no abundan en estos tiempos”, según la heredera.
En el caso del Museo Nacional de Antropología de México, Leonor alabó una institución que “cuida, exhibe, conserva y difunde el legado prehispánico y la cultura indígena” de su país.
Iturbide: “El arte fotográfico no conoce fronteras”
La fotógrafa mexicana pronunció un discurso en el que dijo que, “como la mayoría de los mexicanos”, ella es el resultado de “la fusión entre dos culturas” que son “dos visiones “casi siempre encontradas” del mundo.
“Por fortuna, el arte fotográfico no conoce fronteras, ni tiene pasaporte, ni necesita visas, por más que algunos hombres poderosos pretendan limitar el libre tránsito entre los países y coartar la libertad de pensar y de crear”, manifestó.
Iturbide no se siente “dueña” de sus imágenes, ni teme que las utilicen y “hasta que las manipulen”, aseguró la fotógrafa, que señaló que, aunque muchas de sus instantáneas ya forman parte del imaginario mexicano, son tan solo “un reflejo de México” tamizado a través de su mirada.
“Si al ver mis fotos, la gente dice: ‘Esto es México’, yo contesto: ‘No, esto es Graciela Iturbide”, condensó la premiada, reconocida por ser “dueña de una mirada innovadora” en la que combina lo documental con un sentido poético de la imagen y con la que consigue imágenes que “no solo muestran lo que ve, sino también lo que siente”.
Esto es lo que le interesa a una artista que busca la poesía, más que la magia, en su fotografía, y que, según confesó, “nunca” ha construido una imagen: todas han sido “fruto del azar y el resultado de un encuentro”.
“La fotografía juega con una ambigüedad: desvela un fragmento de realidad que yo procuro volver a velar, con el objeto de no dilapidar el misterio que recoge”, recalcó Iturbide.
EL FILÓSOFO
También intervinieron en la ceremonia el filósofo Byung-Chul Han, que aseguró que aunque “creamos ser más libres que nunca”, vivimos “en un régimen despótico neoliberal que explota la libertad”; y el economista Mario Draghi, que defendió que el “único camino viable” para que Europa no sea pisoteada y los jóvenes vean un futuro pasa por un “nuevo federalismo pragmático” que permita actuar con una mayor flexibilidad.
Abrió el acto el humor del ganador del Princesa de las Letras que, como buen “proveedor de felicidad”, como le elogió un lector, habló de su larga carrera por la literatura a pesar de considerarse todavía “una joven promesa de la narrativa”.
“Si alguna felicidad he dado a mis lectores, ellos me la han devuelto con creces con su lealtad, su complicidad y su cariño”, manifestó el escritor Eduardo Mendoza al comienzo de la ceremonia.