Cultura

El profesor e investigador español participó en el panel “La amenaza autoritaria”, que se realizó como parte del encuentro La libertad de Vuelta en El Colegio Nacional

La idea del éxito y el egoísmo están en el centro del autoritarismo: José María Lassalle

Mesa En la mesa, moderada por León Krauze, participación del ensayista Paul Berman, la escritora Celeste Marcus y el abogado José Ramón Cossío, miembro de El Colegio Nacional. (Colnal)

El egoísmo y la idea de: ‘éxito ante todo’ están perdiendo al mundo. “El pensamiento neoliberal, que ha perdido sus bases humanistas —presentes en María Zambrano, pero también en el pensamiento liberal clásico— entiende que el individuo sólo tiene un criterio que indica la corrección de sus decisiones, que es el egoísmo”, sostuvo el profesor y escritor español José María Lassalle.

Al participar en el panel “La amenaza autoritaria”, que se llevó a cabo en El Colegio Nacional como parte del encuentro La libertad de Vuelta, Lassalle dijo que ese principio que impera en el planeta es una herencia de la Escuela Austriaca, transmitido por su ideólogo Ludwig von Mises: “y ha ido evolucionando hasta convertirse en el soporte del pensamiento neoliberal y del anarcoliberalismo”.

El problema, para el pensador, va más allá: “El egoísmo es la mejor manera de referenciar dónde está lo conveniente para el individuo, lo que explica que la crueldad se ha convertido, de pronto, en una justificación de quienes, llevados por el egoísmo y alcanzando un mérito, les cualifica como individuos con éxito y superiores, tienen derecho a maltratar a cualquiera que no haya alcanzado ese mérito”.

La mesa, Moderada por León Krauze, también contó con la participación del ensayista y periodista estadounidense Paul Berman, la escritora y editora Celeste Marcus, así como el abogado José Ramón Cossío, miembro de El Colegio Nacional.

Lassalle dibujó un panorama gris, en el que el autoritarismo no reconoce al individuo que no ha alcanzado el éxito, “y, por lo tanto, no merecen ningún derecho: los derechos son mediocridad. El privilegio que fundamenta el monopolio es el reconocimiento del éxito, y eso es terrible; es cuestionar completamente las bases humanistas del pensamiento liberal y es realmente algo que ha acabado fagocitando, comiendo, intoxicando las raíces mismas del pensamiento liberal y lo ha llevado al pensamiento autoritario”.

A decir del escritor —autor de numerosos ensayos y publicaciones académicas sobre pensamiento político—, el pensamiento autoritario “nace fundamentalmente de la implosión de la clase media y, sobre todo, del impacto que la digitalización ha tenido sobre las experiencias humanas”.

¿El aislamiento?, preguntó Krauze. “Un aislamiento vinculado no al libro y la cultura sino al scrolling de la pantalla, y a todo lo que representa: una manera de relacionarse con los otros a través del espejo de la pantalla, que fomenta el narcisismo y la egolatría muy propia, precisamente, de la defensa del egoísmo como la mejor virtud, que no vicio, de la condición humana y el mejor indicador para saber si uno tiene éxito o no”.

Esas dinámicas, agregó, nutren “ese pensamiento reaccionario” y le están dando matices “que no son, en mi opinión, fascistas en el sentido literal del término, porque implicaría un desarrollo conceptual distinto, sino un autoritarismo que tiene que ver con una base profundamente democrática; al mismo tiempo, porque se alimenta del populismo y el populismo es democrático”.

Lassalle lanzó una advertencia más: “pero el populismo democrático significa la destrucción del liberalismo, de la idea del límite, la idea del deber, la idea de los derechos reconocidos empáticamente y de manera tolerante en el otro, etcétera”.

De esta forma, “las posibilidades de que el liberalismo siga actuando como el centro que aglutina lo que eran las corrientes liberal-conservadoras, a la manera republicana en el sentido clásico, o democristianas a la manera europea y, al mismo tiempo, el soporte del pensamiento socialdemócrata, que está detrás de la tradición política del centro izquierda en Europa, y también en las corrientes del liberalismo demócrata en Estados Unidos", explicó.

Cómo explicarles a los jóvenes

Hablando del terreno mexicano, el abogado José Ramón Cossío, miembro de El Colegio Nacional, opinó que en el país se convive con tres órdenes normativos: “Uno es el orden jurídico del Estado, que es un orden jurídico bastante ineficaz, con todos sus problemas, su racionalidad, pero es un orden donde el servicio público, en general, está cumpliendo con lo que disponen las leyes”.

Al mismo tiempo, “se ha incrementado muchísimo un servicio público paralelo, que hemos tenido en años en el país y que es esto a lo que le llamamos ‘de la mordida’, de la extorsión. Son servidores públicos que realizan funciones, que desde luego no están previstas en las leyes, pero que pueden utilizar la coacción del Estado para cerrarte un establecimiento, para negarte una licencia, para revocarte una concesión”.

El tercer orden, explicó, “que va desafortunadamente teniendo cada vez más presencia, es el orden normativo de los criminales. Creo que hay aquí una sobreposición de tres órdenes normativos que no queremos reconocer, y seguimos hablando: los funcionarios y los corruptos; los funcionarios y los delincuentes, etcétera. Este es un problema central, y ha ido permeando muchísimo más de lo que creemos a la sociedad mexicana”.

En México, señaló, “es muy difícil saber si quien está construyendo un edificio, está lavando dinero; si quien trae un automóvil de ciertas características, lo compró con dinero lícito o no. Y la segunda cuestión que me preocupa muchísimo es que no tengo muy claro dónde termina el gobierno y dónde termina la delincuencia, y estoy hablando del sexenio pasado y de éste”.

Frente a ese contexto, preguntó Cossío: “¿cómo le explicas a los jóvenes que tienen que acatar la ley? ¿Cómo les dices: ‘te voy a enseñar el orden jurídico del Estado? ¿Qué es lo que les enseñas? ¿Cómo haces una pedagogía ciudadana para poderles explicar?”.

“Escolarmente ocurre del mismo fenómeno: tenemos un decrecimiento, nos salimos de PISA. Tuvimos un intento muy ideologizado de cambiar planes, programas de estudio, libros de texto. Entonces, ¿en qué lugar y de qué forma les dices a los chicos y a las chicas: aprendan Derecho, aprendan Civismo, aprendan civilidad”, cuestionó. 

“La libertad de Vuelta”, coordinado por Enrique Krauze y Christopher Domínguez Michael, miembros de El Colegio Nacional, rememora el encuentro “Vuelta. La experiencia de la libertad”, organizado hace 35 años por la revista Vuelta, que era dirigida por quien también fuera colegiado, el poeta y ensayista Octavio Paz.

La mesa redonda “La amenaza autoritaria” se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.

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