
La obra de Marta Palau (1934-1922) es una respuesta directa a estas nuevas políticas neoliberales y de ultraderecha en contra de los migrantes y esa es una de los ejes que muestra “Marta Palau. Mis caminos son terrestres”, que se exhibe en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
En entrevista, Imma Prieto, directora del Museu Tàpies, de Barcelona, curadora de la exposición junto con Amanda de la Garza, señala que los otros ejes de la muestra son la mujer, la tierra y la memoria. “Se trata de la primera exposición a nivel internacional de la artista visual catalana-mexicana tras su fallecimiento en 2022 y en la cual se presentan dos piezas significativas: “Cascada” (1978) e “Ilerda V” (1973)”.
Marta Palau nació en Albesa, Lleida, 1934, pero tuvo que migrar a causa de la dictadura franquista, se exilió en México y radicó en Tijuana.
¿Cómo concibes esta exposición retrospectiva sobre Marta Palau?
Está conformada de un movimiento orgánico, por lo que no sigue un patrón cronológico, sino que parte de un binomio y que es una nueva tesis curatorial que hemos gestado Amanda de la Garza y yo. Además de una investigación en el acervo de la artista gracias al acceso que nos ha dado la familia en relación a sus libretas de notas, diarios, personales y archivos, lo que le da otra profundidad.
Por eso en la muestra “Marta Palau. Mis caminos son terrestres” hay más de 100 obras, entre textiles, instalaciones, dibujos, pinturas, esculturas, diarios y otros materiales.
Esto nos ofrece una vista de Marta Palau, la artista visionaria, adelantada a su tiempo y muy vigente en nuestro tiempo, sobre todo precisamente a través de las ideas de migración y exilio.
Lo de ser migrante, el destierro, ella conoce esta condición por su propia biografía como exiliada española, a raíz de la dictadura franquista, pero también el hecho de vivir en Tijuana, y esto le da una experiencia cotidiana de los problemas que surjan en la frontera. Entonces, hay piezas en la exposición, instalaciones grandes, como por ejemplo “Nómadas” o “Doble Muro”, que sin duda te hacen pensar en las políticas de Trump, pues una respuesta directa a estas nuevas políticas neoliberales y de ultraderecha.

¿Y sobre la mujer?
Eso también, a través de una idea de cuerpo, es decir, un cuerpo que es capaz de dar a la vida, la vagina entendida como apertura al mundo.
De hecho, también hay una cascada, que es otra de las instalaciones grandes, y esa cascada es una lluvia de espermatozoides, pero una lluvia de espermatozoides que apela al logos espermático griego, ¿que es el logos espermático?, es esa capacidad de generar vida, con lo cual también es una simbiosis, un equilibrio entre lo masculino y lo femenino. Y para complementar la muestra en el MUAC, se preparó un libro que está a punto de llegar, que no es un catálogo de la exposición, es el más completo que jamás se hizo sobre Marta Palau.
Es un libro incluye diferentes textos, desde historiadores mexicanos como Rita Eder, a una entrevista inédita que le hizo Cuauhtémoc Medina antes de morir, a textos de Amanda de la Garza, de historiadoras españolas como María José Balzac o Lola Jiménez Blanco, y luego, por supuesto, uno de Amanda de la Garza y otro mío. Y esto va acompañado de muchísimas imágenes de sus obras, pero como te digo, algunas ni siquiera están en la exposición. Hemos querido que sea un libro de lo más completo posible.
¿Una muestra muy oportuna ante los odios a migrantes y el racismo que se vive?
Sí, esas políticas que vemos de Trump y en otros lados. Pues por todas estas cuestiones es vigente. Pero además al público actual le interpela de forma directa, por los planteamientos en torno a un modo de entender la tierra, al sitio origen de cada uno.
Por eso, el título de la exposición “Mis caminos son terrestres”, no es un slogan que hemos puesto nosotras, es un título que ella utiliza para una de sus exposiciones aquí en Ciudad de México en el año 1985. Ese mismo año escribió un diario que llamó “Diario de un fracaso”. En este, Marta escribe que seguramente la magia o la espiritualidad siempre ha estado en su trabajo, pero ella no está consciente.
Entonces, cuando toma conciencia esta parte espiritual en su trabajo, titula la exposición “Mis caminos son terrestres”. Esa creencia, la parte espiritual no es un más allá, es un más aquí. Es una tierra, es un enraizamiento en la tierra de verdad.

Mejor dicho, es apelar a un yo que trasciende lo individual y apela a lo colectivo. A un colectivo que está en un entorno, que se alía con la naturaleza. Eso también son cuestiones que podríamos hablar de ecofeminismo, aunque seguramente Marta odiaría estas etiquetas.
Creo que la exposición nos va a poner ahí enfrente de qué estamos haciendo con la colectividad y con la empatía y con la solidaridad.
ASPECTOS
El Museo Universitario del Chopo inició los trabajos de restauración de la obra “Quetzalcoatlus”, que produjo Palau en 2003, y que estuvo 20 años guardada.
La muestra “Marta Palau. Mis caminos son terrestres” se exhibirá en el MUAC hasta el 3 mayo de 2026.