Cultura

La coreógrafa está cargo del ballet “Giselle” que se presenta hasta 23 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes

Svetlana Ballester: “El ballet es arte y los bailarines somos artistas, no atletas”

Ballet Un cuadro del ballet “Giselle” que se presenta en el Palacio de Bellas Artes. (INBAL)

La historia que cuenta Giselle, aunque tenga dos siglos prácticamente de coreografiada, es una historia tan actual porque el amor, el desamor, el engaño y el perdón son sentimientos inherentes al ser humano, siempre estuvieron presentes y van a seguir presentes”, señala la bailarina y educadora cubano-rusa Svetlana Ballester, coreógrafa a cargo del ballet “Giselle” que se presenta en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Con la participación de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Yhovani Duarte, director titular de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro de La Habana, desde el pasado 4 de noviembre y hasta el 23, la Compañía Nacional de Danza ofrece funciones de Giselle los martes, jueves y domingos.

En conversación con Crónica, Svetlana Ballester opina que además de ser una historia vigente, esta obra tiene una música hermosa.

“Y la escenografía y los vestuarios, desde el punto de vista estético y artístico, ese segundo acto con 24 chicas en escena, bailando, haciendo de Willis, o sea, es un espectáculo que es realmente a la vista muy atractivo para todos los gustos, incluso para el que no sea un asiduo del ballet, es un show para no perderse”, invita.

PROPUESTA

Esta versión de Giselle está inspirada en la original, porque la coreógrafa no quiso perder lo que considera ser la esencia de esta obra maestra del ballet clásico y del Romanticismo: “el aire, la atmósfera que es tan importante, la diferencia entre lo terrenal del primer acto y lo etéreo y lo místico del segundo acto, eso se mantiene”.

Entre los cambios más significativos que hizo en su propuesta, Svetlana Ballester destaca que las pantomimas son mucho más actuales en cuanto a ritmo

“Tenemos que ir con los tiempos que estamos viviendo. Antes quizás las pantomimas eran demasiado lentas. Avivar un poquito todas las pantomimas, enriquecerlas más, que para el espectador y para el que no conozca el ballet se le hace muy claro toda la historia, todo lo que están contando cada uno de los personajes”.

En cuanto al cuerpo de baile, en esta versión se ve más presente, “es más protagonista, de modo que el ballet no se centra únicamente en los protagonistas Albrecht y Giselle, sino en el conjunto de la compañía”.

Al trabajar con la compañía nacional de danza, la coreógrafa no pretendió imponer interpretaciones sobre los roles de cada personaje, “ni hacer de Giselle una chica tan frágil, tan frágil, tan frágil que a veces casi que no podía ni caminar en el escenario”.

Desde su punto de vista y análisis que ha hecho durante sus años de trayectoria -“es un ballet que en Cuba guardamos con mucho celo y tuve la oportunidad de de hacer todos los roles”- a Svetlana Ballester le pareció que se podía enriquecer y hacer muy creíbles los personajes.

“El trabajo con los bailarines yo no lo quiero condicionar a una zona geográfica o a un país determinado, cuando yo trabajo con los bailarines, independientemente del país donde trabaje, somos todos seres humanos que sentimos, somos todos artistas y siempre en enfoco el trabajo para que expresen, para que sientan”, ahonda sobre su método de trabajo.

La coreógrafa explica que ella se encarga de dar a los bailarines las herramientas y hace un trabajo de conversación para que sean libres de cuestionar y proponer porque le interesa “que las personas mantengan su naturaleza y su individualidad como artistas”.

Asimismo, Svetlana Ballester destaca que le preocupa mantener la esencia del ballet que, quizás, se está perdiendo un poco

“Es que el ballet es arte, somos artistas, no somos atletas. Que hacemos un trabajo físico, sí, pero la técnica, la técnica y el trabajo físico que hacemos es nuestro medio de expresión. Todo lo que hacemos, cualquier paso técnico, tiene que ser acompañado del aire, tiene que ser acompañado de un decir.

“O sea, yo utilizo mi cuerpo y mi técnica para decir algo, no simplemente para moverme o saltar fríamente o para girar o lo que sea”, continúa.

Crear atmósfera, encantamiento e inmersión en la historia es lo que ella defiende del ballet: “hay que poner el corazón 100% cada vez que uno va a interpretar cualquier ballet”

Por otro lado, se siente agradecida por este trabajo, el equipo y comenta que todos los ensayos han fluido “con una energía muy linda”.

“Todo este trabajo que hemos hecho ha valido la pena”, asegura.

FUNCIONES

Giselle se presentará el jueves 20 a las 8pm y el domingo 23 de noviembre a las 5pm. Los boletos tienen los siguientes precios: Luneta 1, $400; Luneta 2, $250; Anfiteatro bajo, $280; Anfiteatro alto, $210, y Galería, $120.

Se pueden conseguir en las taquillas del Palacio de Bellas Artes, con descuentos para estudiantes, docentes y personas adultas mayores (INAPAM) con credencial vigente, así como a través de Ticketmaster, donde los jueves aplica la promoción 2x1.

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