
Si estás leyendo esto, la probabilidad de que vivas cerca de un río urbano es alta. Durante toda la historia humana, la presencia de un río o nacimiento del agua se consideró una referencia para ubicar centros poblacionales dado la capacidad de los ríos de proporcionar agua dulce, comida, transporte, recreación, belleza escénica y generación de energía – servicios básicos necesarios para establecer nuestras ciudades. Hoy en día un 55% de la población mundial vive en zonas urbanas y se estima que un 50% la población global vive dentro de 3 km de una fuente de agua dulce.
La urbanización cerca de los ríos se ha acelerado en México y otras partes del mundo en las últimas décadas con el abandono de zonas rurales y la migración hacía las ciudades. Esto, junto con el crecimiento de la población mundial, ahora alcanzando unos 8.1 mil millones de personas, están perjudicando la salud de los ríos y las personas que viven cerca, así como los múltiples beneficios ambientales que proporcionen a las personas que habitan las ciudades. Hoy en día, la mitad de los ríos del mundo están contaminados – en México, está cifra ronda en el 70%. Esta contaminación proviene en su mayor parte de descargas directas del drenaje, ya que solo 16% del agua residual industrial y 40% de las aguas negras domésticas son tratadas, teniendo con ello graves consecuencias sobre la salud humana. En las zonas periurbanas la contaminación es igual o peor que en zonas urbanas debido al uso de fertilizantes y pesticidas en áreas verdes y agrícolas llevados a los ríos en el escurrimiento pluvial.

La vegetación que bordea los ríos, también conocida como zonas ribereñas, tiene un papel importante en proteger los ríos y asegurar su funcionamiento. Estudios han mostrado que franjas de vegetación de unos 20-25 m de ancho en las zonas ribereñas son capaces de filtrar entre 70 y 90% de contaminantes como, fertilizantes, pesticidas y sedimentos antes de que lleguen a los ríos. La vegetación ribereña en conjunto con áreas inundables y humedales funcionan además como esponjas capaces de absorber la fuerza del agua, permiten que el agua se infiltre y el lodo no se vaya a las ciudades, fomentan la recarga de los mantos acuíferos y minimizan desbordamientos como aquellos que se experimentaron recientemente en muchas zonas de Veracruz. Además, zonas ribereñas con más árboles y vegetación natural tienen más sombra y son más frescos, bajando la temperatura del agua, la erosión del suelo en los bordes de los ríos y los sedimentos suspendidos en el agua - factores importantes en la eliminación de microorganismos nocivos a la salud humana. Las zonas ribereñas también brindan conectividad ecológica y fomentan la conservación de la biodiversidad a nivel del paisaje.
A pesar de sus múltiples beneficios, muchas ciudades han reemplazado las zonas ribereñas con carreteras, edificios y otras superficies impermeables, incluso canalizando (Figura 1) y enderezando los ríos, lo cual reduce la infiltración del agua y aumenta el escurrimiento pluvial, la fuerza del agua y el riesgo de inundaciones cuenca abajo. Como resultado, muchos ríos urbanos, se han transformado de fuentes de vida a fuentes de enfermedades para las personas y la vida silvestre, amenazando nuestra integridad y seguridad de nuestro patrimonio.
Afortunadamente, hay cada vez más ejemplos del rescate de las zonas ribereñas y la restauración del buen funcionamiento de ríos urbanos en América Latina y el resto del mundo. En la Figura 2 se muestran ejemplos de las actividades que se pueden hacer para cuidar los ríos, las zonas ribereñas y las ciudades. Estos esfuerzos reconocen la relación que existe entre seres humanos y los ríos urbanos y su importancia en asegurar nuestro bienestar. Son parte del tejido de la cuidades, cruzando y unificando colonias de todo tipo, industrias, áreas comerciales y habitacionales. Son capaces de generar vida y muchas oportunidades de negocios verdes, así como asegurar nuestro salud, seguridad y bienestar socioeconómico. Cuidando y rescatando los ríos, nos cuidamos a nosotros mismos.
Para saber más:
Rescate de ríos urbanos: propuestas conceptuales y metodológicas Haz clic aquí
Restauración de bosque ripario Haz clic aquí
Literatura citada:
Espinoza, E. 2023. Ríos que dan vida: las ciudades latinoamericanas que se transforman en torno al agua. El País 1/22/25.
Gómez Durán, T. Para recuperar los ríos, tenemos que rescatar su memoria: entrevista. Mongabay 6/12/19
Redacción El Economista. ¿Qué son las ciudades esponja y cómo pueden contribuir a mitigar los riesgos del cambio climático? El Economista 10/09/2
Red de Ecología Funcional, Instituto de Ecología, A.C.
*robert.manson@inecol.mx