Cultura

“Ajolote, reliquia biológica que trastoca la humanidad desde que era un dios…”

En esta especie endémica de México, convergen algunas de nuestras aspiraciones más antiguas, señala en entrevista Andrés Cota Hiriart, autor de “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”

Literatura y conservación

Ilustración tomada del libro “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”.

Ilustración tomada del libro “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”.

Cortesía

El ajolote (Ambystoma mexicanum) que vive en la zona lacustre de Xochimilco y es evidencia de lo que hoy sucede con las especies silvestres alrededor del mundo: una acelerada extinción por la destrucción de su hábitat. Así lo expresa Andrés Cota Hiriart (Ciudad de México, 1982), autor del libro “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”.

El también biólogo explica en su libro, editado por Elefanta Editorial, por qué este anfibio puede regenerar hasta la mitad de su cuerpo mutilado incluidos órganos internos, a qué se debe que siempre permanezca en su estado larvario y por qué ahora lo vemos más en vitrinas que en su ecosistema.

“Si bien el ajolote es una criatura que no puede pasar inadvertida, la mayoría no alcanza a comprender el tamaño de reliquia biológica que es porque, no contento con tener ese aspecto tan extravagante, la evolución lo ha dotado de algunas adaptaciones extraordinarias”, indica Cota Hiriart.

Andrés Cota Hiriart es biólogo y autor del libro.

Andrés Cota Hiriart es biólogo y autor del libro.

Cortesía

Una de esas adaptaciones es la regeneración de miembros u órganos siempre y cuando la médula espinal y su cerebro no se afecten. La otra característica es que permanecen en estado larvario, es decir, son eternamente jóvenes. Ambos rasgos, casualmente son anhelos que la humanidad siempre ha querido tener.

“En el ajolote convergen algunas de nuestras aspiraciones más antiguas, desde que la humanidad existe aspiramos a la eterna juventud. La neotenia en ajolotes es no pasar por los cambios habituales del resto de su grupo para llegar a la etapa adulta, no adquiere caracteres sexuales secundarios, se queda en su estado juvenil o larvario durante toda la vida y eso a nivel metafórico, los humanos lo interpretamos como la fuente de la eterna juventud”, indica.

La otra añoranza que tendría la humanidad es la reversibilidad: que al perder algún miembro del cuerpo, un apéndice, un ojo o un órgano interno, se regenere, añade el biólogo.

“Ése es el aspecto que en este momento más trastoca a la humanidad. El ajolote desde hace más de 5 mil años ha sido un organismo que trastoca la humanidad desde que era un dios en Tenochtitlan, luego un enigma científico con los naturalistas clásicos que pensaban que era una salamandra desconocida y después pasó a ser –en la Nueva España– un animal sospechoso al que se le adjudicaban que embarazaba a las mujeres en los lagos”, narra.

Cuando el ajolote pierde un miembro no sólo lo regenera, sino que queda exactamente idéntico que el original, no deja cicatriz. “Eso el ajolote puede hacerlo varias veces, no de manera infinita y, como se menciona en el libro, casi para la mitad del cuerpo mientras conserve buena parte de la médula espinal”, explica el autor.

Lo que hace el ajolote es que revierte el reloj biológico, diferencia las células. “Las vuelve una forma menos diferenciada y entonces las lleva a una escala más atrás en su pauta vital, las vuelve como una célula madre, a un estado donde la identidad celular no está del todo definida, una célula potencial que puede convertirse en lo que lo requiera”.

En el libro se menciona que desde el 2009, el Departamento de Defensa de Estados Unidos financia con 6.25 millones de dólares anuales a un grupo de investigadores especializados en regulación celular de miembros, y su principal campo de estudio es el ajolote mexicano.

XOCHIMILCO ENFERMO.

En 1987, la UNESCO otorgó a Xochimilco, junto con el Centro Histórico de la ciudad de México, el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo cual supone el compromiso de las autoridades mexicanas para la salvaguarda de este territorio.

No obstante, Andrés Cota Hiriart comenta que el Ambystoma mexicanum es una especie cercana a los humanos porque vive en una urbe, por tanto es inevitable no notar su reducción.

“En un par de décadas colapsó una especie que era muy abundante, en 1996 hicieron un censo famoso en donde contaron 6 mil individuos por kilómetro cuadrado, una década después ya no quedaban ni 5 por cada sector”, destaca.

El hábitat del ajolote, Xochimilco, está enfermo, asegura.

“Es muy triste la historia del ajolote, pero al mismo tiempo es muy real. Es una evidencia patente de lo que está sucediendo con las especies silvestres alrededor del mundo y en algunos casos como el ajolote su desaparición está muy acelerada, pero hay muchos anfibios en su situación, casi todos los tipos de ajolotes que viven en México, 16 especies, están en grave peligro de extinción”, indica.

El libro es publicado por Elefanta Editorial.

El libro es publicado por Elefanta Editorial.

Cortesía

DESTRUCCIÓN.

Uno de los rubros clásicos de la humanidad que están acabando con el medio silvestre a nivel global es la introducción de especies.

“Los humanos nos hemos dedicado a trasladar especies de un lado a otro del mundo y eso se vuelve una de las grandes pesadillas biológicas. En este caso, la carpa y tilapia son amenazas para el ajolote, que solía ser el depredador cumbre en su sistema acuático”, detalla el biólogo.

Otros son la contaminación con desagües, agroquímicos de las chinampas que han cambiado su forma de producción, agua de plantas de tratamiento que arrastra metales pesados.

“Uno de los jinetes del apocalipsis ecológico es la destrucción del hábitat directamente, es el caso de la presión inmobiliaria y los libramientos vehiculares que una y otra vez parten lo que queda del humedal. Lo dice el dicho: divide y vencerás, empiezas a fraccionar las áreas naturales en pequeños parches y las estás condenando a una extinción”, asevera.

A eso se suma el cambio climático, ya que los ajolotes y el resto de los anfibios son organismo que les gusta vivir en clima templado, “pero si los tienes muchos días a los 20 grados empiezan a enfermarse y a estresarse; los ajolotes son organismos frágiles a pesar de sus extraordinarias características biológicas”.

–¿El ajolote mexicano es un animal nocturno?

–Muchos anfibios y reptiles son nocturnos o crepusculares. Los ajolotes son depredadores, están en búsqueda de su merienda, entonces a esa hora pululan las cosas que buscan para comer, son bastante activos.

“Si hemos visto un ajolote en un acuario y en un museo, porque hoy es donde habitan y no en su ambiente natural, estamos acostumbrados a verlos en una posición casi estática, no se mueven, pero en realidad están dormidos, reposando porque en la noche son bastante activos”, responde

Cota Hiriart enfatiza que el ajolote está en todos lados menos donde debería de estar. “Aparece hasta en los billetes, hay un Día Nacional del Ajolote (1 de febrero), hay efemérides, empieza a estar en el discurso público, pero esa difusión mediática llega tarde, llegamos siempre tarde, está bien llegar a las reflexiones, pero ojalá se hicieran antes”.

Ilustración tomada del libro “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”.

Ilustración tomada del libro “El ajolote. Biología del anfibio más sobresaliente del mundo”.

Cortesía

Bestia maravillosa

Al autor expresa que es necesario conocer al ajolote a profundidad y por eso su libro busca conectar el conocimiento con la mayor cantidad de gente posible “porque no puedes valorar lo que no conoces”.

Esta es una lista de algunas características del Ambystoma mexicanum:

*Llegan a medir hasta 30 centímetros de largo y pesar más de 200 gramos.

*La cabeza suele ser ligeramente más ancha que el resto del cuerpo.

*Los ojos son pequeños, como cabezas de alfiler, con el iris dorado.

*La posición de los ojos, les permite ver hacia arriba y hacia los lados al mismo tiempo.

*La boca recorre todo el rostro, como si se tratara de una sonrisa eterna.

*La lengua es retráctil como la de las ranas

*Tiene tres pares de branquias externas con filamentos rojizos.

*El penacho branquial se proyecta a la altura del cuello, que asemeja una melena de plumas o las ramas de un coral.