El tiempo que Almudena Grandes (1960-2021) dedicaba a cada uno de sus lectores provocaba filas infinitas para conseguir una firma que, a pesar de la larga espera, nadie abandonaba: “es algo que pesa en la vida de un amante de la lectura, más que cualquier entrevista que puedas ver, ese instante en que la autora que adoras por su obra te mira de frente y te escucha”, expresó la crítica y escritora Sandra Lorenzano.

En el marco de la edición 43 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que se realiza de forma virtual, la escritora Marta Sanz y la editora Verónica Flores conversaron bajo la moderación de Sandra Lorenzano, en torno a sus experiencias personales con la novelista y periodista española, Almudena Grandes.

“Almudena y yo somos de la misma edad, yo en realidad soy 2 meses mayor. Entonces, creo que voy a llegar a cualquiera de las ferias y la voy a ver. Mi primera relación personal con Almudena fue formarme en la fila de la Feria del Libro de Madrid para que me firmara `Inés y la Alegría´”, recordó Sandra.

Durante la transmisión en vivo, las participantes resaltaron la calidad humana y de escucha que tenía Almudena para todos sus interlocutores.

“Desbordante, vitalidad sin límites, alegría y optimismo para enfrentar la vida, absolutamente envidiables. Era capaz de hacer muchas cosas a la vez, ordenada, rigurosamente sin perder comba, lo hacía todo como si no hiciera nada. No había esfuerzo ni alarde y en esa fuerza y energía había una lección de generosidad inmensa hacia los demás”, comentó la escritora española, Marta Sanz.

Por su parte, Verónica Flores, a quien Almudena llamaba su “editora mexicana” por haber leído en avanzada los manuscritos de sus textos (y decidir qué tirada se imprimía en México), destacó la humildad con la que la escritora se interesaba por escuchar al otro y recordó que le gustaba más leer que escribir.

“Era historiadora, galdosiana. Todo lo que hacía era coherente. Jamás se traicionó, lo que pensaba lo decía, fuerte y claro. Tenía una memoria prodigiosa que no todos los escritores tienen. Eso la ayudó mucho. Almudena, portentosa en todo lo que hacía, Almudena caminante -le encantaba caminar- y Almudena amiga mía”, añadió.

LITERATURA.

Entre anécdotas y una nostalgia general, Sandra, Marta y Verónica comentaron también algunos aspectos de la obra de Almudena Grandes que dan cuenta de su aporte a la literatura.

De acuerdo con Sandra Lorenzano, su método para escribir consistía en sentarse en el escritorio, ubicado en medio de la casa para estar pendiente de todo y al mismo tiempo respetar su horario laboral: de 8am a 2pm se sentaba a escribir e investigar. Subrayó la importancia de la disciplina en el oficio.

Marta agregó que no hay personajes maniqueos en la literatura de Almudena Grandes. Desde torturadores hasta señoritas simpáticas con el nazismo, o mujeres represaliadas en la cárcel están construidos de forma verosímil.

“Pasará a la historia de las letras y no por ser simpática con sus amigos, que fue maravillosa, sino por sus libros, lo valiente que fue y por tomar posiciones en la realidad".

LA ESCRITORA.

María Almudena Grandes Hernández (1960-2021) fue una escritora española, columnista habitual del diario El País. Su obra es conocida por ahondar en la historia reciente de España y explicar claves de la sociedad española a finales del siglo XX y del siglo XXI.

Fue galardonada a título póstumo con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en diciembre de 2021 el Gremio de las Librerías de Madrid creó un premio en homenaje a Almudena Grandes, que reconocerá la «primera novela de una autora o autor novel». También en diciembre de 2021 la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) le otorgó el Premio Extraordinario en reconocimiento a su trabajo por la recuperación de la memoria democrática que plasmó en muchas de sus obras.