
“Las caricaturas siempre han remarcado patrones y formas de comportamiento”, plantea Vera Rivas, director de la puesta en escena “Dibujos Animados para no sentir dolor”.
La obra se presenta los viernes, sábados y domingos hasta el 25 de agosto en el Teatro Casa de la Paz (Cozumel, Roma Norte), a cargo de la compañía Mierda Bonita Producciones.
En conversación con Crónica, el director comenta que el punto de partida es un estudio, a modo de sátira, sobre la masificación y la enajenación de los medios masivos de comunicación, en este caso de la televisión.
Uno de los planteamientos del montaje es que las caricaturas que vimos de pequeños se siguen manifestando o evidencian en nuestro comportamiento y formas de pensar: Los Picapiedra o Los Supersónicos, algunas que compartimos intergeneracionalmente.
Mariana Batista, Diego Martínez Villa y Omar Silva se lanzarán en un viaje por los tártaros de la adultez para cuestionar los conceptos que construyen la idea que tenemos del mundo.
“Temas durísimos siempre han sido más fácil transmitirlos desde este espacio edulcorado”, señala Vera Rivas.
LA OBRA
El montaje se organiza en viñetas: seis caricaturas sobre la congruencia política, el mercado del arte, el consumismo voraz, la capitalización espiritual, la educación autoritaria y la idealización del amor, temáticas espesas y complejas que se abordan desde el absurdo y el humor ácido, cada una como escena autoconclusiva.
La inquietud de la compañía teatral por las caricaturas empezó durante la pandemia, cuando los programas de infancia se volvieron, una vez más, en el espacio seguro de muchos, según relata el director del montaje.
“Me di cuenta que muchas cosas que yo pensaba que pensaba por mí mismo eran más bien ideas que tenía concebidas: no sé si fueron aprendidas desde las caricaturas o si las caricaturas abrevan un poco de mi yo social”, ahonda.
Si bien Vera Rivas desconoce la respuesta, le parece que la pregunta sobre esta suerte de relación retroactiva es interesante a la par que siniestra. En el caso mexicano, observa una cultura pop muy cercana a la estadounidense.
“Tenemos mucha idea muy gringa desde niños, con las que hemos crecido y que seguimos reproduciendo, pero más allá de un ejercicio de crítica, esto es una sátira: es evidenciarlo y dejarlo al ejercicio personal”.
Para él, la reflexión más importante del montaje es que las caricaturas no pasan impunes. “Nada en la televisión o en los medios pasa impune, hay que verlos siempre de una forma muy simple, a distancia y con mucho cuidado, a pesar de que haya colores y objetos bonitos. Hay que verlos con un poco de desconfianza”, recomienda.
Las funciones para “Dibujos Animados para no sentir dolor” son viernes a las 20h, sábado a las 19h y domingo a las 18h. El costo de entrada es de $180 con 50% de descuento para la comunidad UAM, INAPAM y estudiantes en general.
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