Cultura

Artistas ucranianos transforman cajas de munición en iconos para salvar vidas

Sobre un símbolo de muerte, como son las cajas de munición, pintamos iconos, que son símbolos de vida y no solo desde el punto de vista simbólico, dice Sonia Atlantova

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Algunas de las obras.

Algunas de las obras.

Desde que en 2014 comenzara la guerra en el este de Ucrania, los artistas Sonia Atlantova y Oleksandr Klymenko han pintado centenares de iconos -obras de arte cristiano ortodoxos- sobre la madera de pino de las cajas de munición que el ejército ucraniano utiliza para luchar contra las fuerzas invasoras rusas.

"Sobre un símbolo de muerte, como son las cajas de munición, pintamos iconos, que son símbolos de vida y no solo desde el punto de vista simbólico, porque el dinero que sacamos de venderlos va destinado a un hospital móvil que permite a nuestros soldados recuperarse, vivir", cuenta Atlantova en declaraciones a EFE.

El proyecto echó a andar en 2014 cuando su marido Oleksander, también pintor, se topó con una montaña de cajas de munición vacías en un centro de entrenamiento militar cerca de Kiev, recordó la artista en Bucarest durante la inauguración este martes de una exposición con sus iconos.

UNA ESTRUCTURA IDÉNTICA

Las tapas de las cajas de munición están hechas con varias tablillas sostenidas con clavos por detrás con listones perpendiculares de madera.

Los soportes de los iconos tradicionales también están hechos de esta manera, para minimizar las deformaciones que la humedad y las variaciones de temperatura provocan en piezas de madera de mayor superficie.

"Es una coincidencia sorprendente", apunta Atlantova sobre el detalle que hizo que a su marido y co-autor del proyecto se le ocurriera empezar a pintar iconos sobre cajas de municiones descartadas.

UN HOSPITAL EN EL FRENTE

Los iconos del matrimonio, que pueden verse hasta el 13 de noviembre en el Museo del Campesino Rumano de Bucarest, pueden ser adquiridos a través de internet, por a partir de los 1.500 euros.

El dinero recaudado va destinado a causas humanitarias en Ucrania, como la financiación del hospital Pirogov, la primera unidad móvil operada por voluntarios.

Según información del Instituto Polaco en Bucarest, que ha organizado la exposición, en ese hospital -que da servicio en las zonas de combate- han sido tratados ya más de 60.000 pacientes.

Antes de que las donaciones se multiplicaran con el comienzo de la invasión rusa hace ocho meses, los iconos de Atlantova y Klymenko sufragaban un 97 % de los gastos de funcionamiento del hospital.

OBRAS DE ARTE ÚNICAS

Por su año de fabricación y por la manera en que el paso del tiempo ha afectado a su apariencia y textura, cada soporte de estos iconos tiene una apariencia y unas características distintas.

A juicio de los artistas, estas diferencias que los hacen "únicos" representan también un desafío a la hora de pintarlos.

"La caja más vieja que hemos utilizado fue fabricada en 1937 y estuvo durante décadas en un almacén hasta que fue utilizada en la guerra", señala Atlantova.

En el otro extremo, continúa la artista, las cajas más nuevas son particularmente difíciles de pintar, porque la madera de alguna de ellas todavía está húmeda.

Otro elemento distintivo de algunos soportes son los grafitis o inscripciones que a lo largo de los años han pintado los soldados.

Para dejar visibles todos estos signos, Atlantova y Klymenko dejan sin pintar el fondo sobre el que aparece la imagen de Cristo o de los santos y vírgenes a los que está dedicado cada icono.

Para Atlantova, estos iconos tienen la capacidad de acercar a quien los admira o posee a la realidad trágica que vive estos días Ucrania: "Ayudan a hacer la guerra más real para quienes están lejos de ella", resume.