Cuando tenía 15 años, Wolfang Amadeus Mozart recibió como encargo una ópera para la boda del archiduque Fernando Carlos de Austria, hijo de la emperatriz María Teresa, con la archiduquesa María Beatriz de Este. Para tal ocasión, el joven prodigio compuso Ascanio in Alba, ópera en 2 actos que se presentará este 21, 24, 26 y 28 de octubre, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

“La genialidad de Mozart no era solo musical: de alguna manera, con la fundación de la hipotética ciudad de Alba Longa, da el mensaje de un lugar donde un amanecer puede dar esperanza y una nueva oportunidad de vida, una nueva posibilidad que en este momento es importante ver también”, apuntó Alonso Escalante, director de Ópera de Bellas Artes.

En entrevista, con motivo del segundo título que se lleva a cabo en formato presencial desde la reapertura del recinto, el director de Ópera destacó que esta pieza permite explorar el génesis de la genialidad composicional de Mozart, pues se trata de la quinta ópera que escribió en su vida.

ASCANIO IN ALBA.

Se trata de una ópera rara. “Está llena de enorme virtuosismo y gran demanda para los intérpretes y para la orquesta, esa sea posiblemente una de las razones por las que se interpreta poco en el mundo”, ahondó Escalante. Afortunadamente, agregó que en México tenemos cantantes capaces de dar cuenta precisa y brillante de la partitura.

El director artístico de la Ópera de Bellas Artes detalló que en esta puesta en escena hay una idea conceptual, que se puede advertir desde el recibimiento: “el teatro aparece desprovisto de su vestimenta teatral, muestra cómo funciona la tramoya y el fondo del escenario, todo eso que no está a vista del público. Es un abrirse para recibir con los brazos abiertos -como un árbol abriendo su fronda y ofreciendo su sombra-, cosa que no sucede mucho en Bellas Artes que es un recinto un tanto conservador”.

Esta obra narra la fundación del reino ficticio de Alba Longa -que significa un alba particularmente larga, o largo amanecer- guiada por la diosa Venus quien muestra a su hijo Ascanio el lugar del que habrá de ser soberano junto a la ninfa Silvia.

El reparto de esta producción incluye a la soprano polaca Agnieszka Sławińska como Venus y a jóvenes cantantes mexicanos: el contratenor Gamaliel Reynoso en el papel de Ascanio, la soprano Anabel de la Mora en la interpretación de Silvia, así como el tenor Edgar Villalva y la soprano Diana Rojas.

La dirección escénica estará a cargo de Miguel Santa Rita, en su debut con la Compañía Nacional de Ópera en esta tarea, y la orquestadora, de Iván López Reynoso. También participarán la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes.

OPERA DE BELLAS ARTES.

La programación de este año es parte de la apertura que esta gestión procura en el repertorio operístico. “Nos hemos querido salir un poco del siglo XIX italiano que es donde estaba circunscrita la ópera que se veía aquí, queremos ir más atrás y también a la ópera de nuestros tiempos. Abrir ese paradigma para encontrar con el público obras poco conocidas que, sin embargo. son obras maestras y permiten adentrarnos al quehacer composicional de un genio”, señaló Escalante.

Comentó que en ese sentido, la cronología del programa es una buena coincidencia con los formatos reducidos que están buscando para volver a habitar el escenario de manera cuidadosa. “La cronología de nuestro programa este año comenzó con una ópera barroca - Montezuma, de Carl Heinrich Graun- para continuar con una obra más clásica que todavía tiene influencias del barroco –Ascanio in Alba, de Mozart- y más adelante, en diciembre, tenemos a Beethoven con su única ópera –Fidelio-, todavía con una importante impronta clásica, pero ya con indicios de romanticismo”.

“OPERA EN PANDEMIA” .

“La pandemia ha dejado virtudes, sin duda: a lo largo de ella tuvimos más de 16 millones de impactos en el público, lo que supone muchos Teatros de Bellas Artes llenos. No hemos dejado de tener este contacto, nuestras funciones anteriores, así como Ascanio in alba, se transmiten en vivo y además permanecen en las redes sociales”, comenta Alonso Escalante, director de la Compañía Nacional de Ópera de Bellas Artes.

Explica que por una parte, la pandemia ayudó a ganar más público en CDMX, la república mexicana y a nivel internacional. “Fue muy afortunado, no obstante hay que remarcar que la mejor forma de ver ópera es en vivo, pues es todo lo que ocurre en un recinto, con el contacto entre artista y público”.