Cultura

No buscamos hacer una réplica exacta de la escultura La Esperanza: Arturo Balandrano

Tras un proceso de restauración, develan las esculturas de la Catedral dañadas
por los sismos de 2017

patrimonio

Las esculturas resturadas.

Las esculturas restauradas.

Adrián Contreras

“No pretendimos hacer una réplica exacta, no se puede, no lo podríamos hacer, no somos Tolsá”, declaró Arturo Balandrano, director de Sitios y Monumentos de Secretaría de Cultura, a propósito de la develación de La Esperanza, una de las tres esculturas de virtudes teologales de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México que resultaron dañadas en los sismos de 2017.

Ante las críticas de investigadores y promotores culturales de que hay cambios en el rostro de La Esperanza, pieza que en el siniestro cayó al piso destruyéndose la mitad de la cara, el funcionario señaló que existen dos soluciones de restauración y desde el gobierno decidieron no hacer un falso monumento histórico.

“Cuando haces un trabajo de restauración, es un arte, imagínate que alguien rasga la Mona Lisa y se rompe la pieza, se pierde una esquina de la pintura, ¿qué haces?, ¿la dejas mocha?, ¿o la restauras?, ¿cómo la restauras? Hay varias teorías. Una dice, y muchos la apoyan: hay que hacerla exactamente igual con las mismas características, material y técnica. Y hay otros que dicen: no, no puede ser porque esa cabeza se perdió, ya no existe”, detalló.

En palabras de Balandrano, si alguien hace una réplica con ese criterio, hará “un falso histórico”.

“La gente va a creer que es el original, pero no lo es, entonces tienes que hacer un proceso de restauración que reponga la pieza que le dé integridad, que mantenga la autenticidad en las piezas que pudimos recuperar, pero que aporte una nueva talla en la cabeza, que sepamos que esa cabeza es la que se perdió y que la repusimos con una talla muy respetuosa al diseño de Tolsá”, indicó.

Para presentar el nuevo rostro de La Esperanza, el especialista ofreció al artista cantero, así como a los restauradores y a la empresa encargada de los trabajos, Scoda, material visual documental.

“Antes del sismo se habían tomado fotografías de las esculturas, desde distintos ángulos nos permitían ver la composición plástica de cada una de ellas que realizó Tolsá originalmente. También antes de los sismos hicimos un trabajo con tecnología de punta para hacer un levantamiento de la fachada y de todo el conjunto en su exterior con un escáner laser que es un aparato que nos permite hacer un plan en tercera dimensión de toda la Catedral, levantamos toda la fachada y también las tres esculturas, las cuales tenemos en modelos digitales milimétricos que sirvieron de base para su restauración”, dijo

Otro elemento, dijo, fue la recuperación de los fragmentos en que se rompió la escultura y que las autoridades recogieron del atrio. “Había fragmentos grandes. sobre toda de la base y torso de La Esperanza, pero como cayó de cabeza se fragmentó y pulverizó, se perdió la cabeza original y ése fue el mayor reto, el poder pensar: no podemos subir una escultura sin cabeza. Hicimos un proyecto de restauración para reponer la cabeza”.

Con los fragmentos, los expertos tuvieron un pedazo de la cabeza, que les sirvió para tomar el diseño que Tolsá realizó para la cabellera, oreja, cejas, ojos y pómulos. “Este es el tallado que hizo el cantero que es un trabajo de gran respeto del trabajo de Tolsá”.

En total, el Gobierno Federal invirtió 11.5 millones de pesos en los trabajos de restauración, para las tres culturas se dedicaron 5 millones de pesos, casi 3 millones para la restauración de La Esperanza y el resto, dividido en dos, para la restauración, limpieza y protección de las otras dos esculturas (La Fe y La Caridad) develadas la tarde del martes.