Cultura

Carmina Rufrancos: Hay varias versiones de “En agosto nos vemos” y una la aprobó "Gabo"

La editora dijo que están en el archivo, en Austin, y una está escrita a mano y que dice: “versión final ok”

El estudio de Gabriel García Márquez donde escribió “Cien años de soledad”.

El estudio de Gabriel García Márquez donde escribió “Cien años de soledad”.

Adrián Contreras

La novela póstuma de Gabriel García Márquez (1927-2014), “En agosto nos vemos”, tendrá su versión en audiolibro y, por el momento, este título lanzado a inicios de marzo, se coloca como un éxito de ventas para la editorial Diana ya que suman 35 mil ejemplares vendidos.

En conferencia de prensa, Carmina Rufrancos, directora literaria de Grupo Planeta en México, comentó que el formato digital de la novela está en los primeros lugares de venta, mientras que el formato físico (papel) ocupa la primera posición en el género ficción ya que, de los 50 mil ejemplares puestos en el mercado, se han vendido 35 mil.

A la pregunta de si hay intención de la familia de García Márquez para que la editorial publique alguna edición con material biográfico del Premio Nobel de Literatura 1982, resguardado en la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos, Rufrancos respondió que por el momento no, que ésa es una decisión que depende de la agencia Carmen Balcells, y de los herederos Gonzalo y Rodrigo García.

Sobre la novela “En agosto nos vemos”, comentó que es una obra de la que siempre tuvo conocimiento la familia de García Márquez.

“Gabo había leído el primer capítulo en un evento literario en Madrid (a finales de los 90) cuando todavía estaba trabajando en este proyecto que era un proyecto mucho más extenso, era una serie de novelas relacionadas con el amor en la edad madura, éste era parte de ese gran proyecto y estuvo trabajando a lo largo de muchos años, lo dejó reposar cuando estuvo enfermo”, dijo.

Gabo pasó un tiempo en tratamiento en Los Ángeles y cuando regresó a México siguió trabajando en la novela pero nunca quedó contento, añadió Rufrancos. “De hecho su gran frase final, en algún momento para la familia, fue: esto no vale la pena, lo tienen que destruir; pero los hijos lo dejaron archivado”.

“En el momento en el que todo el archivo de Gabo se fue la Universidad de Austin, ese material iba allí y hubo gente que tuvo acceso a él, que lo leyó, algunas de esas personas tenían contacto con la familia García Márquez y llegaron a comentarles sobre el manuscrito diciéndoles que deberían de publicarlo y eso fue lo que animó a Rodrigo y a Gonzalo a aproximarse otra vez al texto y decir que valía la pena”, narró.

Los herederos argumentaron que el autor de “Cien años de soledad”, debido a problemas de memoria, no tuvo el juicio de valorar su manuscrito como una obra para compartir con sus lectores.

“Era un trabajo de Gabo en todo rigor, con toda la calidad, el alma y el espíritu. Vieron (los hijos) que valía la pena que sus lectores pudieran tener acceso a la obra y así es que decidieron que este año, que se cumple el décimo aniversario de la ausencia de Gabo, era un buen momento para celebrarlo y recordar que García Márquez sigue más vivo que nunca”, dijo Rufrancos.

La directora literaria detalló que en el archivo, en Austin, hay varias versiones de esta novela póstuma, y una está escrita a mano, con letra de Gabo que dice: versión final ok”.

“Con esa versión se trabajó y con las versiones en digitales en Word que tenía su secretaria: Mónica Alonso. Ella fue de mucha ayuda porque trabajaron varias cosas, leían la novela en voz alta, hacían anotaciones, le pedía cambiar un adjetivo, una palabra, puntualizar algo y en esa quinta versión donde él dice que está ‘ok’ el manuscrito, hay muchas marcas y ése es el último archivo”, precisó.

Rufrancos aseguró que la obra estaba al cien por ciento terminada. “No se tocó absolutamente nada, si Gabo quería que se cambiara un adjetivo (según sus anotaciones a mano), se cambió, porque en el digital eso no quedó registrado, entonces esos cambios se aplicaron al digital y fue todo, no se reescribió absolutamente nada, no se añadió nada, es íntegramente un texto producido por Gabo”.

ACTIVIDADES EN ESTUDIO

La presentación del audiolibro (en voz de José de María Tavira) de la novela “En agosto nos vemos” se realizó en la Casa Estudio Cien Años de Soledad (Cerrada de la Loma, en la colonia Lomas de San Ángel Inn, CDMX), lugar donde García Márquez escribió su obra maestra, y la cual en febrero de 2020 fue donada a la Fundación para las Letras Mexicanas.

En un recorrido por el inmueble, el escritor y coordinador del espacio, Geney Beltrán explicó que fue donada por la hija del dueño, Luis Coudurier, casero de Gabo en 1965.

“García Márquez tomó la decisión de dejar sus empleos, juntar sus ahorros y entregárselos a Mercedes para que los administrara y duraran todo el tiempo que tardaría en escribir ‘Cien años de soledad’, se encerró en el estudio y a lo largo de 18 meses estuvo trabajando ahí todo el día, hubo la necesidad de poner una puerta porque sus niños, en ese entonces pequeños, lo interrumpían mucho”, narró.

Dicho estudio se encuentra en la planta baja y en el segundo piso están tres habitaciones, una de éstas famosa porque el autor lloró dos horas después de matar a su personaje el coronel Aureliano Buendía.

Actualmente, esta casa es una residencia literaria para autores mexicanos y extranjeros, además de que se organizan actividades de difusión, por ejemplo, el lunes próximo, Jaime Abello analizará el impacto de la novela póstuma de García Márquez y dará detalles de la adaptación a serie por streaming de “Cien años de soledad”.

Los herederos argumentaron que el autor de “Cien años de soledad”, debido a problemas de memoria, no tuvo el juicio de valorar su manuscrito.

Los herederos argumentaron que el autor de “Cien años de soledad”, debido a problemas de memoria, no tuvo el juicio de valorar su manuscrito.

Adrián Contreras