The Wyllieum, un nuevo espacio dedicado a la obra y el legado del artista escocés George Wyllie, abrió sus puertas esta semana, por lo que le convierte en el primer museo y galería de nueva construcción que se inaugura en Escocia desde 2018.

La institución ubicada cerca de Glasgow alberga dos exposiciones temporales del trabajo del creador fallecido en 2012, a los 90 años.

En honor a su primera profesión de agente de aduanas, el museo se integra en un centro de visitantes para cruceros en Greenock, financiado por los Gobiernos británico y escocés por valor de 20.1 millones de libras (23.73 millones de euros).

La galería, de acceso gratuito, exhibirá obras destacadas de Wyllie como el 'Barco de Papel’ (1989) y la 'Locomotora de Paja' (1987), junto con bocetos inéditos hasta ahora.

Conocido por sus obras públicas, hace 35 años Wyllie elaboró un 'barco de papel' que se lanzó al río Clyde para resaltar la pérdida de la industria en el oeste de Escocia. En ese momento bromeó que "sobre papel" él era el único constructor de barcos que quedaba en ese río.

"George hizo esta gran serie de obras que todas son bastante similares en forma, pero las usó como un medio para celebrar ocurrencias cotidianas", dijo a EFE el director del museo, Will Cooper.

Nacido en Glasgow y con formación en ingeniería, el autor sirvió en la Marina y fue "realmente amigo íntimo del artista alemán Joseph Beuys", según Cooper.

La galería está situada en la terminal de cruceros del paseo marítimo de Greenock, en la región de Inverclyde, al oeste de Escocia, y rinde homenaje a la vida de Wyllie, que vivió y trabajó en la localidad durante 30 años como oficial de Aduanas e Impuestos Especiales.

"Durante seis meses del año los cruceros llegan cada tres días y miles de personas bajan del barco y vienen a visitar Escocia. No todos los que bajan del barco entrarán aquí, pero incluso si solo el 5 % lo hace, ya es mucha gente", dijo Will Cooper al ser preguntado si se esperan visitantes internacionales.

'Spires', la exhibición inaugural de la galería, fue auspiciada por Cooper y la escultora Sara Barker.