“Cualquier etiqueta es una forma de control, negarse ante los matices”: Elvira Liceaga
Elvira Liceaga publica su novela “Las vigilantes”, donde aborda temas como la maternidad, los cuidados y las violencias machistas
literatura
La locutora y productora de radio, Elvira Liceaga asegura que, originalmente, no tenía ninguna intención literaria particular, ni de posicionamiento en su primera novela, “Las vigilantes” (Lumen, 2023).
En esta novela de ficción, producida en un taller de autobiografía, la autora narra la relación entre Julia, Catalina y Silva a modo de poner en cuestión temas como la maternidad, los cuidados y las violencias machistas.
–Cuéntame sobre tus lecturas teóricas, si es que las hay o si tu inquietud viene de un lugar empírico.
–Lecturas teóricas hay muchísimas, sin embargo, quería alejarme de lo teórico, no quería discursos ni aleccionamientos, no quería de ninguna manera que la novela diera una postura. Al contrario, tiene muchas preguntas y las narraciones son tan importantes como los silencios porque no hay respuestas, no se resuelven estas preguntas.
En entrevista por su reciente publicación, la autora indica que la historia viene de la realidad que vivimos, de una sociedad en la que se habla cada vez más de feminismo y violencias contra las mujeres.
Asimismo, viene de su experiencia con las luchas feministas, de convertirse en madre mientras escribía la novela y de la experiencia de conocer niñas que han tenido que dejar las escuelas para maternar a sus hermanos.
“Esa es otra forma de maternidad involuntaria, otra forma de fracaso en la estructura social que debería garantizar que todas las niñas puedan seguir el camino que ellas elijan”.
Respecto de los temas que trata, como el aborto y las relaciones entre mujeres, Elvira comenta que fueron saliendo de manera natural una vez que empezó a escuchar a sus personajes.
“Cuando me di cuenta que no eran personas que conocía, sino que ya vivían en el lenguaje de la ficción, necesitaba conocerlas, así como sus dolores, necesidades, contradicciones, ambivalencias, orígenes, futuros… lenguajes. Cuando tuve más conocimiento de quiénes y cómo se empiezan a relacionar entre ellas, se presentaron temas como las maternidades, en plural”.
Para la conductora del programa de radio “Las partículas elementales”, escritora y docente, la maternidad es fluida. No se puede encasillar ni como la madre total a la que se exigía una entrega absoluta y sacrificada, ni en la madre “feminista cool” que se propone ahora y se está poniendo de moda. “Porque cualquier etiqueta o categoría es una forma de control y de negarse ante los matices”, considera.
–¿Cuál era tu intención literaria?, ¿qué querías lograr al contar esta historia o qué efecto querías causar en el lector?
–Sabes que no tengo ninguna intención, yo quería escribir la historia de estas mujeres conforme las fui conociendo, construir un aparato narrativo que tuviera vocación de sutileza y de lo menor, lo terrenal, lo concreto y cotidiano, no quería grandes épicas, ni heroínas, ni guerras que durante muchos años la literatura consideró lo más interesante. Al contrario, yo quería gestos, reacciones, intimidades, preguntas y fueron saliendo temas sin ninguna intención de mostrar, ni de abarcarlos de manera ensayística.
“Este no es un libro de ensayos, no es un manual, no es un manifiesto, no pretende aleccionar, educar o pensar por nadie, jamás en la vida me atrevería a decirle a alguien qué pensar. Es la experiencia de tres mujeres que son ficticias, pero están inspiradas en la vida real”, agrega.