“Pandora” (2000), de Miguel Felguérez; “El hombre y la hoja” (s/f), de Maribel Portela; “Tercera armonía” (1997), de Yvonne Domenge; y “Grupo II, 1H, 2M” (2012), de Javier Marín, son algunas obras de la Colección Pago en Especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) con las que se conforman las exhibiciones “Formas dispuestas” y “Colosal”.

Las esculturas se encuentran montadas en las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) desde inicios de septiembre y se pueden visitar hasta mediados de octubre (2022).

“Las dos exposiciones son producto de una sola reflexión a través de la escultura sobre la forma en que sentimos, idealizamos y diseñamos los objetos y cuerpos que están a nuestro alrededor en la vida cotidiana”, comenta Emmanuel Albarrán Rueda, jefe del departamento de Curaduría y Pago en Especie de la Dirección General de Promoción Cultural Acervo Patrimonial y Conservaduría de Palacio Nacional.

Explica que las piezas se eligieron pensando en las características de este espacio que resulta complejo en términos de exposición: se trata de las dos terminales de acceso del aeropuerto, espacios que el curador considera “estridentes, iluminados y la gente suele transitarlos a las carreras, entonces no pone mucha atención de lo que hay alrededor”.

“Había que hacer una propuesta en la que el espectador se pueda sentir confrontado físicamente. Elegimos obras de escultura que tuvieran presencia contundente para que el espectador tuviera una experiencia memorable”, ahonda.

Entre los objetivos de estas muestras, Emmanuel Albarrán Rueda subraya la intención de que el público pueda acercarse a obras complejas desde la confrontación física: “que las pueda rodear, ver y, en un segundo momento, estas obras están cargadas de muchos significados, pero en un primer nivel esperamos que la experiencia sea muy directa”.

FORMAS DISPUESTAS

La primera parte se enfoca en la manera que percibimos y representamos nuestra propia forma así como nuestras observaciones de la naturaleza. Se divide en tres núcleos: Sueños, Naturaleza y Cuerpo Humano, los cuales reflejan la manera en que el hombre ha separado su propia imagen de la del resto de los seres vivos y cómo esa abstracción lo ha distanciado de ellos.

“Pensamos que la naturaleza es algo puro a la que accedemos de manera directa, cuando en realidad la mediación de nuestra mirada la modifica, sintetiza, estetiza, etc.”, detalla el curador.

COLOSAL

Por otra parte, Colosal se compone de cuatro ambientes temáticos: Geometrismos, Deidades, Formas Útiles y Monumentos. Las obras que la integran nos llevan a reflexionar el lugar que la modernidad le ha dado a la monumentalidad en el espacio público.

Emmanuel Albarrán Rueda apunta que esta parte también trata de “formas”, pero aborda un momento distinto. “Es lo que hacemos frente a las formas. Las que más nos impactan, conmueven o afectan son las que son muy grandes o representan algo muy grande, como un ídolo o un tótem”.

“Es interesante como idealizamos al cuerpo o creemos que éste puede contener el proyecto de modernidad y a la vez sospechamos que es indescifrable y tiene pulsiones enterradas. Estas reflexiones pueden ser interesantes para acercarse a la escultura”, agrega.

SALAS

“Las salas de exposición están en espacios de tránsito entre abordajes y puede entrar cualquier persona que vaya al aeropuerto: si va a alguien a esperar un viajero o familiar, o si vas a abordar y tienes tiempo puedes pasar a visitarlo. Está abierto al público aunque es un espacio suficientemente aislado para que la gente la visite como exposición cerrada”, indica el jefe del departamento de Curaduría y Pago en Especie.

Por el momento, la SHCP tiene una propuesta de programación de exhibiciones sujeta a la disponibilidad del aeropuerto y sus salas. La intención es difundir la Colección y llevarla a públicos nuevos.

“Nos darán espacios de manera alternada con otras instituciones, pero será una colaboración constante”, añade Emmanuel Albarrán Rueda.