
Siempre está presente, en los diferentes contextos históricos y culturales, la relación entre el poder y la cultura: los gobernantes que no entienden el valor de la cultura generalmente se extravían en su propia realidad; los gobernantes que tengan la sensibilidad suficiente para relacionarse con la cultura tendrán mayor éxito que aquellos que se aíslen de ella y más todavía que aquellos que la hostilicen”, comenta el abogado y jurista, Diego Valadés.
En conversación telefónica sobre la conferencia "Molière y el estado absoluto", que se transmitirá por la página de Facebook y el canal de YouTube de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) el próximo 10 de febrero a las 13:00 horas, Valadés apunta que no hay mejor forma de conocer la realidad y estar en contacto con ella que a través del arte.
“La mejor forma de punzar lo que sucede en la sociedad no es a través de los representantes políticos, sino de los representantes culturales”, señala.
“Lo que me llamó la atención de Molière”, continúa, “es cómo pudo haber ejercido ese grado de libertad creativa y crítica en un ambiente de vasallos, súbditos que atendían los gestos, indicaciones e insinuaciones del rey como órdenes incorruptibles”.
Subraya como característica admirable del dramaturgo que fuera, también, un gran defensor de la libertad, además de ejercerla ampliamente.
“Ese entorno era muy crítico y haber conseguido abrirse un espacio solo tenía una explicación: haber contado con el apoyo de Luis XIV. Si él lo apoyaba era porque entendía que solo contando con un autor que ejerciera su libertad, él, el rey, podía también ejercer su autoridad”.
EL PODER Y LA CULTURA.
El escritor ruso Mikhaïl Boulgakov, quien vivió toda su vida bajo la dictadura de zares y, posteriormente, de Stalin, escribió una de las grandes biografías del dramaturgo francés [Molière] quien, por su parte, fue íntimo del monarca Luis XIV y escribió obras que después sirvieran de inspiración durante la revolución francesa.
“La biografía fue prohibida, no se publicó en Rusia en vida de Boulgakov. En la obra teatral “Collaborators”, de John Hodge, el autor presenta, no sólo la relación entre Molière y Luis XIV, como lo hizo Boulgakov, sino entre Boulgakov y Stalin; y encuentra el paralelismo: de la misma forma en que el gran escritor del siglo XVII se relacionó con un monarca absoluto, también un gran escritor del siglo xx – que escribió “El maestro y Margarita”- se relacionó con un tirano”, ahonda Valadés.
Opina que, cuando un gobernante está en contacto con el arte, puede conocer lo que pasa en la realidad a través de sus escritores, poetas, dramaturgos, cineastas y ensayistas.
“Puede mantener elementos de referencia, que le permiten saber qué pasa en la sociedad. Luis XIV tuvo la inteligencia de hacerlo, Stalin tuvo la torpeza de evitarlo y de ahí saquemos la moraleja”, concluye.
PERFIL.
Diego Valadés es miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua. Jurista, ensayista, conferenciante y funcionario público. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Sistema Nacional de Investigadores. Fue director general de Difusión Cultural, abogado general, coordinador de Humanidades y director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Embajador en Guatemala, Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Procurador General de la República y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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