Cultura

Hallan piezas coloniales “fifís” en vecindad del Centro Histórico

Arqueólogos del INAH hallaron utensilios, una guitarra y un bacín de lujo del siglo XVII en un inmueble ubicado en República de Guatemala, afectado por los sismos de 2017 y que fue reforzado

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El predio de República de Guatemala 71, Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra a un costado de la zona arqueológica Templo Mayor.

El predio de República de Guatemala 71, Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra a un costado de la zona arqueológica Templo Mayor.

INAH

El hallazgo de un instrumento musical del siglo XVII y de un tenedor de plata posiblemente fundido en el país, así como vigas que indican la altura de la inundación que vivió la Ciudad de México en 1629 y restos de cerámica colonial, vidrio soplado y suelas de zapatos, son algunos vestigios que arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron en el predio de República de Guatemala 71, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Los expertos Alberto Freddy Méndez Torres, Mónica Quiñones Mejía, Citlali Oltehua Garatachea y Felipe Muñoz Diaz excavaron entre 2022 y 2023 parte de dicho terreno -hoy ocupado por viviendas y negocios- ya que resultó afectado por los sismos de 2017, motivo por el que el Instituto Nacional de Vivienda (Invi) realizó trabajos de reforzamiento.

Uno de los hallazgos que llamó la atención de los arqueólogos fue un cordófono, o bien, una guitarra del siglo XVII que tiene 4 órdenes dobles con 8 cuerdas. Este instrumento actualmente es analizado por Charlene Alcántara, restauradora y especialista en instrumentos musicales de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).

Restos de la guitarra.

Restos de la guitarra.

INAH

“El problema que presentamos con el material de madera es que lamentablemente no dura mucho en una excavación arqueológica porque se deshace y entonces tiende a desaparecer. En el tipo de contexto que teníamos, con una tierra que era entre seca y húmeda, se pudo conservar la guitarra casi completa, le faltan tramos, pero es muy importante para el estudio de los instrumentos musicales a nivel nacional e internacional”, expresa el arqueólogo Alberto Freddy Méndez Torres.

–¿Cuántos instrumentos como éste se han registrado?

–Lo que nos comentó la restauradora es que antes del que nosotros hallamos, el único instrumento excavado en un contexto arqueológico se registró en la zona de Portugal y fue al interior de un pecio (resto de una nave), en el mar.

“La especialista también nos propuso que después de terminar el estudio se propondrá una restauración, hacer una copia idéntica del instrumento para tratar de saber qué tipo de afinación tenía y cómo se tocaba en aquellos tiempos. Es lo que estamos esperando”, responde.

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Después de esos análisis, la guitarra posiblemente se resguardará en el Museo Nacional de Historia.

Otro hallazgo relevante en República de Guatemala 71 es un tenedor de plata que fue analizado por el químico Ángel García Abajo en el laboratorio del INAH.

“Es un tenedor de plata, tenía sellos forjados que hablan del origen del platero y de dónde se estaba haciendo este tipo de tenedor. Resulta muy complejo encontrar este tipo de tenedores porque también se empiezan a deshacer por la tierra y el contexto. El químico nos comentó que otros ejemplares de este tipo de tenedor se hallaron en las costas de Florida, en un pecio”, indica.

Entre los objetos se encuentra un tenedor de plata.

Entre los objetos se encuentra un tenedor de plata.

INAH

Sin embargo, estaban incompletos, destruidos por la salinidad del mar; “podemos decir que este tenedor es casi único a nivel arqueológico en México porque los demás están destruidos”.

El tipo de corrosión que tiene el tenedor complica a los arqueólogos identificar los sellos que están presentes en el utensilio.

“No sabemos si provienen de España o de México, probablemente de la Casa de la Plata, la Casa de la Moneda, probablemente de un tipo de material que se hacía en México y que vino de las minas del país, acordémonos que en el periodo colonial mucha de la plata que exportaban y mandaban a España provenían de México, todos estos materiales son importantes para comprender cómo era la economía entre ambas ciudades”, detalla Méndez Torres.

Otro análisis pendiente para este utensilio es revisar para qué sirvió. “En su tiempo se usó para cambiar el azogue, líquido para extraer la plata en periodo colonial, y este material era intercambiado para comprar más azogue, o puede que haya sido comprado por sus dueños únicamente para comer”.

En las excavaciones, los arqueólogos también hallaron páteras o bien, vasijas elaboradas en torno y molde, de boca circular con el borde redondeado; cóncavas y de poca profundidad, con la característica de tener sellos en el fondo.

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“Son sellos con signos de ‘M’ y signos del imperio de los Habsburgo. Recordemos que cuando México cae en conquista, el rey era Carlos de Habsburgo”, añade Méndez Torres.

Los bacines, piezas esmaltadas, son otros vestigios hallados, éstos son de diversos tamaños, para personas adultas y para niños. “También registramos mayólicas muy únicas en el sentido de que no eran para todas las personas, no era un bien que pudiera estar a la mano de muchos, sólo para quienes tenían un alto poder adquisitivo”.

En total, los arqueólogos hallaron 25 mil 88 tiestos cerámicos de los cuales 200 eran piezas completas; además de 125 vasijas y 70 objetos, en su mayoría de la época colonial.

FUNDADORES DE UN CONVENTO

El predio de República de Guatemala 71, Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra a un costado de la zona arqueológica Templo Mayor (a 106 metros) y durante la época prehispánica se plantea que perteneció a los nobles, sin embargo, no existe un dato exacto que indique cuál fue su uso.

Para la época colonial, la propuesta es que el terreno perteneció a Diego de Caballero e Inés Velasco, fundadores del Convento de Santa Inés, construcción de la cual hoy sólo se conserva su templo sobre la calle de Moneda.

“La propuesta es que le pertenecía a los que construyeron el templo, que ahí vivieron, tomamos esta idea por el tipo de material arqueológico que obtuvimos, muy único en el sentido del tipo de personas que lo utilizaban y entre éstos la guitarra, el tenedor de plata y los bacines que eran muy caros para ese periodo”, detalla Méndez Torres.

Bacín de lujo.

Bacín de lujo.

INAH

El arqueólogo explica que muchos de los templos desaparecieron a mediados del siglo XIX con las reformas hechas por el entonces presidente Benito Juárez.

“Le tocó a ese templo la segregación de su patrimonio y hoy lo único que queda en pie es su iglesia. El convento terminó siendo vendido para convertirse en las vecindades que tenemos presentes y otra parte terminó siendo el Museo José Luis Cuevas”, señala.

–¿El INVI construirá nuevas viviendas en ese predio?

–Ya no pueden hacer más pisos, eso es un delito a nivel federal, la propuesta que manejan tanto los ingenieros como los vecinos es un reforzamiento de un metro de profundidad, tienen que mejorar las bases de la vecindad y a través de este refuerzo pondrán vigas de acero para que no sufra mayor daño.

INUNDACIÓN DE 1629.

Un vestigio que los expertos del INAH encontraron en Guatemala 71 fueron empalizadas o vigas que controlaban el agua de la inundación que en 1629 vivió la hoy Ciudad de México.

“Su función esencial era retener el agua para que no entrara a las casas, pero fue tal el nivel de inundación que vemos los vestigios de vigas de madera que simbolizan la existencia de entrepisos. Estas empalizadas demuestran que sí estaban controlando la cantidad de agua y vimos que había canales que se conformaban ahí, seguramente servían para tener el control de esta misma agua”, indica Méndez Torres.

Vigas franciscanas.

Vigas franciscanas.

INAH

–¿Qué altura alcanzó el agua?

–La Ciudad de México se inundaba en tiempos de lluvia, entre el verano que es junio hasta agosto; el agua rondaba hasta los dos metros de profundidad, el dato que uno puede obtener de hasta dónde llegaba la inundación es el que se tiene en la calle de Francisco I. Madero (esquina con Motolinía), ahí hay un león en la esquina de un edificio que marca hasta qué parte llegó la inundación.

Acordémonos también que la Ciudad de México se ha estado hundiendo, es una ciudad que por el mismo peso de su patrimonio y edificios coloniales se ha estado hundiendo, el ejemplo más cercano que tenemos es la Catedral Metropolitana.

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