Cultura

Ida Vitale: “He cumplido una historia tan larga, son muchos cien años, bastantes"

En Montevideo tengo a mi hija, a nietos, y todavía algunas semanas me quedarán, dice la poeta que en noviembre será centenaria. Hay que alimentar a los jóvenes con la palabra, añade

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"A estas alturas no puedo perder tiempo en esperanzas (hacia el futuro), tengo que hacer algo o aceptar lo que está a mano", señala Ida Vitale.

EFE

Alimentar a los jóvenes con la palabra y regresar a los clásicos a pesar de las modas literarias, son algunas ideas que expresa en entrevista la Premio Cervantes 2018, Ida Vitale (Montevideo, 1923), quien el próximo mes de noviembre celebrará 100 años de vida.

Para la uruguaya y autora de "Elegías en otoño" y "Reducción del infinito", la mejor manera de que las nuevas generaciones se interesen en la palabra es a través de la lectura.

"(Hay que) alimentarlos con lo que uno tiene alrededor, darle de lo mejor de ese alimento (que es la palabra)", expresa.

Sin dudar, Ida Vitale afirma que la fórmula siempre será leer. "Hay tanto para leer sin ser uno, sin leerse a uno mismo, en cuanto más leemos más ganas nos da de seguir leyendo. El mundo se encarga de proporcionar material todo el tiempo, si uno se atiene a lo del huequito... hay mucho para leer, demasiado, no da la vida para todo lo que uno debería de leer", señala.

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En su más reciente obra "Tiempo sin claves", Vitale habla de las raíces y la quietud, también se refiere a los egos y al oído curioso y desconfiado de los poetas.

¿Para echar raíces se necesita quietud?

A veces no es buena en exceso porque uno encuentra cosas que le apasionan, ahí termina la quietud. Eché raíces 11 años acá en México, fueron raíces felices. Siempre que he podido vuelvo para que no se me olvide nada.

Lo que la autora lamenta es que algunos de sus recuerdos se han ido de su mente, no así las experiencias de la vida.

"Algo se pierde, pero algo se gana. Todos necesitan un espacio nuevo o algo para llenar el espacio, unos venimos dotados con más memoria, otros con menos, creo que la historia de un país al final de cuentas es la memoria de uno, no lo que está escrito en los libros sino lo que toda la gente recuerda", indica.

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Hubo muchas experiencias, tuve muchas experiencias, afirma. "A estas alturas no puedo perder tiempo en esperanzas (hacia el futuro), tengo que hacer algo o aceptar lo que está a mano".

La poeta comenta que las experiencias buenas son para disfrutarlas y las malas para hacer escuela. "Siempre está lo que hay que olvidar y lo que hay que recordar. Nadie puede dirigir el mundo ni siquiera el mundo propio".

¿Usted no ha estado quieta?

Traté de no andar acelerada nunca, la vida se encarga de ponerte frenos siempre, pero es mejor de no quedarse en el huequito. Bueno, el mundo va lo bastante acelerado para que uno tenga mucho de donde elegir.

Ante la celeridad de la vida actual, Vitale expresa que la palabra hace falta por lo menos para llamar la atención sobre cosas que van mal.

"Ha habido épocas en que la poesía ha sido más activa quizá que ahora, activa en ese sentido, de intervenir en la marcha del ser humano, de una ciudad. Ha habido periodos en que parece que la responsabilidad de la poesía es mayor, ahora se la comparte con otras cosas, hasta el cine tiene una responsabilidad mayor que la poesía, creo".

-¿Escribe actualmente?

Nada, nunca me planeo qué escribir. No sé, lo primero es el lenguaje, el lenguaje se encarga de lo que corresponda, es difícil, las modas cambian hasta en la poesía, así que volvemos siempre a los clásicos, se vuelve siempre porque por algo son clásicos.

Ida retoma el tema de la memoria y comenta que algo injusto es ver la muerte de sus seres queridos, en especial de su esposo.

"Lo más injusto es que fue más joven que yo y se murió antes. Muchos amigos se han ido, tengo cien años así que tengo capacidad para haber perdido a mucha gente", indica.

--¿Cómo sobrelleva esas pérdidas?

Queriendo más a los que quedan, no hay otra porque no se les puede reemplazar. Siempre he tratado de vivir en un grupo, de no tener amigos aislados, uno vive como puede o como te dejan vivir.

"En Montevideo tengo a mi hija, a nietos, y todavía algunas semanas me quedarán, no mucho, he cumplido una historia tan larga, son muchos cien años, bastantes", responde.

¿QUIÉN ES?

De acuerdo con el Instituto Cervantes, Ida Vitale pertenece a la misma generación de escritores uruguayos que Juan Carlos Onetti e Idea Vilariño, la Generación del 45. Destaca por sus labores realizadas en el campo de la crítica literaria, traducción, poesía, ensayo y enseñanza.

Empujada por la dictadura, vive exiliada en México entre 1974 y 1984, y allí conoció a Octavio Paz, quien la introdujo en el comité asesor de la revista “Vuelta”. En esta etapa también empieza a cultivar el ensayo y la crítica, además de participar en diversas conferencias. En 1989 se traslada a Austin (Texas) con su marido el poeta Enrique Fierro, hasta el fallecimiento del mismo, por lo cual vuelve a Montevideo.

La Universidad de la República de Uruguay la nombra en 2010 Doctora Honoris causa y ha recibido numerosos premios entre los que destacan en 2009 el Premio Octavio Paz, en 2014 el Alfonso Reyes, en 2015 el Reina Sofía, en 2016 se le concedió el XIII Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, en 2017 el Max Jacob, y por último, en 2018, el Premio Cervantes.