Cultura

Inaugura San Ildefonso la muestra “Construir, habitar, crear. 10 años de trabajo en comunidad”

Ofrece 154 obras de 80 artistas que trabajado en 15 comunidades de la costa oaxaqueña

plástica

Una sala de la exposición en San Ildefonso.

Una sala de la exposición en San Ildefonso.

Una “Enciclopedia de la Costa”, realizada con tres comunidades sobre elementos de la zona que integra animales, plantas medicinales, recetas y tradiciones; un herbario , así como un cuadro dispuesto en la sala a un metro de altura del suelo para que los niños interactúen con él, son algunas piezas que destacan en la exposición “Construir, habitar, crear. 10 años de trabajo en comunidad”.

La muestra se puede visitar en el Antiguo Colegio de San Ildefonso hasta el 26 de mayo, en el marco del décimo aniversario de la Fundación Casa Wabi.

“Lo que vamos a ver en esta exposición se enfoca en el trabajo que se ha hecho de artistas fundación con las comunidades en la costa de Oaxaca”, explica el curador invitado Alberto Ríos de la Rosa.

Con esta exposición, la Fundación Casa Wabi comienza su festejo de 10 años, a lo largo de los cuales ha presentado exhibiciones, residencias, introducción al barro, cine y biblioteca móvil.

La exposición integra 154 obras de 80 artistas, quienes han colaborado e intervenido en 15 comunidades de la costa oaxaqueña presentes en la muestra: Agua Zarca; Aguaje el Zapote; Bajos de Chila; Cacalote; Cerro Hermoso; Hidalgo; Juquila; Las Negras; Puerto Escondido; Río Grande; San Isidro; Llano Grande; San José Manialtepec; San Martín Caballero; El Venado; Zapotalito.

“La idea es mostrar cómo estos cinco programas y el programa de residencias que recibe cerca de 30 o 40 artistas al año ha trabajado con proyectos que benefician a las comunidades y crean trabajo colectivo entre miembros de las comunidades y artistas”, detalla.

Al final de las residencias, los artistas donan una pieza que resume su experiencia.

“No se trataba de hacer una colección, sino crear un testimonio de Casa Wabi, de los artistas que han pasado por ahí, sin ningún valor comercial”, agrega por su parte Bosco Sodi, cofundador de la Fundación junto con Lucía Corredor.

Le parece importante mencionar que los artistas provienen de todas partes del mundo, por lo que esta muestra también presenta una gran diversidad.

“De todos los sectores económicos, unos consagrados y otros no. México tiene un problema y es que hay muchos grupos de artista. Aquí cualquiera es bienvenido e invitado, obviamente mediante un proceso curatorial”, indica.

Para él, el gran éxito de Casa Wabi ha sido el enfoque: no invitar a un artista para que haga obra y se vaya, sino generar vínculos y diálogos entre artistas y comunidad, para que todos se queden con un conocimiento real a partir del encuentro.

“El chiste era crear una cosa democrática, acercar la cultura a las comunidades, que hubiera intercambio de conocimiento, experiencias, valores, etc”.

RECORRIDO

Construir, habitar, crear. 10 años de trabajo en comunidad se estructura en cinco secciones: “comunidad en casa”; “comunidad en acción”; “comunidad como inspiración”; “comunidad creadora” y “Casa Wabi en tu escuela”.

La primera parte se enfoca en presentar la residencia, con un enfoque hacia la arquitectura de la casa; luego se habla de los proyectos comunitarios y las producciones de los artistas después de estar en contacto con las comunidades.

Además de fotografías, pinturas y videoinstalaciones, entre las piezas que sobresalen en este recorrido el curador apunta los bocetos de intervenciones que se hicieron en la primaria de Agua Zarca, bocetos de un mural de la secundaria de Río Grande y un par de partituras exclusivas.

“Finalmente, una iniciativa que surgió a partir del covid-19 fue una iniciativa que empezó con la intervención de espacios públicos con murales o esculturas y la maraña se extendió a las comunidades. Tenemos algunas maquetas y ejemplos o imágenes también”, señala Alberto Ríos de la Rosa.

También resalta la primera bitácora, llamada “Bestiario en Chatino” por los artistas mexicanos, Claudia Fernández y Benjamín Torres, con los niños de una escuela primaria. “Son dibujos de árboles y plantas con los nombres en chatino, la lengua chatina es una lengua que ha estado desapareciendo y se tienen contadas entre 4 mil y 5 mil personas por lo que quisimos preservar algunos aspectos de la lengua a través de este bestiario”, añade.

Para más información sobre la programación del Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16, Centro Histórico de la CDMX) ingresa a la página oficial, así como sus redes sociales.

La admisión general a las exposiciones temporales tiene un costo de $50.00. Estudiantes y maestros con credencial vigente: $25.00; entrada libre para niños menores de 12 años, adultos mayores con credencial INAPAM, Programa de Membresías de San Ildefonso, Prepa Sí (CDMX) y En contacto contigo de la UNAM.