Cultura

Es increíble lo egoísta que puede llegar a ser la obra literaria: Pascal Quignard

El Premio Formentor de las Letras 2023 narró cómo es el proceso de escritura en su participación en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar


fil de guadalajara

: El escritor Pascal Quignard, a la derecha.

: El escritor Pascal Quignard, a la derecha.

UdeG

que existe una grieta llamada arte, la cual puede conducir la voz de la literatura. Ese fue el mensaje que ofreció el autor francés durante la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar en el marco de las actividades de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

El también Premio Formentor de las Letras 2023 y Premio Goncourt 2002 leyó el discurso “El muro de Babel” donde narró cómo es el proceso de escritura.

“Es increíble lo egoísta que puede llegar a ser la obra. No pueden ni imaginarse lo mucho que te exige. Te despierta en plena noche. Te llega de pronto una idea. Una idea que no es más que una frase, una entonación que te lleva a otra. No hay noche en que no te despierten, una u otra, o hasta una tercera. Como ráfagas”, dijo.

El autor de “Las lágrimas” y “La barca silenciosa” comentó que la escritura se aferra y exige todo. “Está al acecho, como una fiera. Como una fiera al acecho de lo que sea que pase. Sin dirección. Como una leona que repentinamente va a beber a un manantial y que en silencio levanta la mirada”.

La obra no responde a ningún llamado, a ningún editor y nada la recompensa, ningún tiraje, ninguna crítica, ningún punto de vista, ningún premio. “El arte no tiene dirección. Tan sin dirección como las cornamentas enmarañadas y magníficas que lucen en sus cabezas los ciervos en el bosque”.

Quignard recordó que Ovidio, en el libro cuarto de sus “Metamorfosis”, evoca a Babel, dice que una delgada grieta se había abierto en la muralla.

“A través de esta grieta, una muchacha y un joven conversaban. Píramo amaba a Tisbe. Tisbe amaba a Píramo. Un muro separa al hombre de la mujer, pero han hecho un camino de voz de la grieta de barro cocido que poco a poco había ido resquebrajándose pasaban sus susurros de amor”, expresó.

Después de narrar la historia de los enamorados que se citan fuera de las murallas de Babilonia, en la zarza de moras donde se besarán oyendo el canto del manantial que corre bajo ese árbol frutal.

“Siempre hay un felino merodeando cerca de nuestro manantial, que acompaña a nuestra especie, que habita en nuestras moradas (…) El arte es la grieta en lo simbólico. La literatura es ese camino de voz en la muralla de Babel”, dijo.

PODER DE QUIGNARD

En la cátedra estuvo presente Basilio Baltasar, presidente de la Fundación Formentor, quien describió el poder de los libros de Quignard.

“Su obra despliega el exhaustivo dominio de una lengua flexible, luminosa y penetrante; en sus libros, una deslumbrante ebullición renueva las energías creativas de las primeras fuentes. Es el legado grecolatino, medieval y barroco; el pensamiento oriental y la filosofía occidental, lo que alientan el asombro por la monumental reinvención por la literatura universal”, mencionó.

También resaltó que sus personajes son escurridizos y complejos, “articulan las profundidades psicológicas más sutiles de la profundidad humana; como autor de culto, Pascal Quignard proporciona al lector la ocasión de reconocer las posibilidades existenciales implícitas en el lenguaje”.