Cultura

Jordi Sierra i Fabra: “Un libro es como una naranja: Cuando la escoges es porque crees que es maravillosa”

El escritor español presenta su libro “El misterioso caso de la desaparición del pastel de chocolate”

Los adultos contienen sus caprichos o no los manifiestan porque les da vergüenza o apuro, dice Jordi Sierra i Fabra.
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Los adultos contienen sus caprichos o no los manifiestan porque les da vergüenza o apuro, dice Jordi Sierra i Fabra. .

Aceptar nuestros defectos y burlarnos de esas imperfecciones es quitarle el poder de superioridad moral a quienes les gusta humillar a la gente, ésa es una de las reflexiones que lanza el escritor Jordi Sierra i Fabra (España, 1947) en su reciente libro “El misterioso caso de la desaparición del pastel de chocolate”.

La novela para infantes, editada por Ediciones SM, narra la historia de Catalina, una niña de nueve años a quien le gustan las historias policiacas y que un día en su pueblo sucede un hecho que requiere de sus habilidades detectivescas: ¿quién fue el ladrón que robó el pastel de chocolate que la señora Herminia hizo para el concurso de tartas?

“Catalina salió de otro libro, es uno de mis personajes secundarios pero al que quiero mucho, es una niña de nueve años, sesea, es muy seria y le gustan los libros policiacos pero como no hay entonces los escribe ella. En España, Catalina ya tiene dos libros más, aquí en México se está lanzando el primero”, comenta en entrevista Sierra i Fabra.

Hay elementos de la personalidad de Catalina que corresponden al autor, por ejemplo, una forma de hablar diferente y su gusto por las historias de aventura.

“La gente me pregunta cómo superé la tartamudez, cómo se pasa de ser tartamudo a tener un programa de radio. A mí nadie me ayudó, un día dije lo que pongo en el libro: soy tartamudo, ya lo sé, tú eres idiota y no lo sabes. Saber algo es una ventaja y a partir de entonces dejó de importarme mi tartamudeo”, narra Sierra i Fabra.

El ganador del Premio El Barco de Vapor de literatura infantil (2010), del Premio A la Orilla del Viento de México (1999) y el Premio Cervantes Chico (2011) expresa que si la gente se ríe de sus defectos, sea algo que no te importe y te rías con ellos. “Así le quitas las armas, la gente se burla por el placer de burlarse, se creen moralmente superiores, pero aceptando y riéndote les quitas ese poder”.

Sobre porqué el género policiaco, Sierra i Fabra menciona que a los niños siempre les gusta la aventura, pero qué significa eso hoy. “Cuando era niño la aventura significaba cosas por descubrir, pero hoy ya no hay, hay géneros literarios: ciencia ficción y novela policiaca”, indica.

El segundo libro dedicado a Catalina como protagonista, el autor adelanta que se llama “El misterioso caso del señor barrigón y la dama esquelética” en donde la niña está escribiendo su primer libro policiaco y cuando la madre lee lo que escribe su hija, ésta alucina.

AMOR Y ACEPTACIÓN

“El misterioso caso de la desaparición del pastel de chocolate” es un libro en apariencia es infantil, añade Sierra i Fabra. “Pero si miras el trasfondo, el marido de la pastelera hace que roben la tarta para que su esposa no gane el concurso, que deje de hacer pasteles y esté más tiempo con él. Eso te habla de la soledad, del tiempo que perdemos, de la felicidad de estar acompañados, eso estás escondido, pero a lo mejor el niño no lo nota, pero sí lo verá un adulto”.

Para el escritor español, un libro es como una naranja. “Cuando escoges una naranja la eliges porque crees que es maravillosa, porque huele muy bien, entonces la exprimes y te bebes el jugo. Cuando leemos estamos exprimiendo una historia y cuando hemos acabado la lectura nos quedamos con ese juguito que nos gustó y si te hago pensar un poquito de más, ese juguito habrá sido cuantioso. Me gusta dar algo más que una historia divertida, buena o mala”.

El libro.

El libro.

¿Quiénes son más caprichosos: los niños o los adultos?

El niño es caprichoso por naturaleza y los adultos también somos pero nos da pena demostrarlo. Por ejemplo, he ganado 55 premios literarios y la gente me pregunta ¿por qué aún concursas? y respondo: porque soy un crío y no tengo ese caramelo, llámalo capricho.

Los adultos contienen sus caprichos o no los manifiestan porque les da vergüenza o apuro. Si vas con tu novia o mujer y a lo mejor te apetece algo la pregunta inmediata es ¿qué pensarán de mí?, a diferencia de los niños, ellos no se cuestionan, simplemente piden lo que quieren.

Sierra i Fabra también platica de otro libro publicado en España: “Historia de un pedo”, escrito en verso para niños de 0 a 6 años.

“Un niño está comiendo como loco, se tira un pedo y la mamá dice: ay que apestoso, cochino. Entonces el pedo todo rojo se cuestiona ¿qué pasa?, cae por la ventana y mientras va bajando todos dicen: qué mal huele por aquí. El pedo se mete a un autobús y todos quieren bajarse; es muy divertido, pero el pedo acaba en la calle solo y diciendo: nadie me quiere”, narra.

En ese momento aparece un perro que se enamora del olor. “El pedo se está desintegrando, pero sabe que se va de la vida con la certeza de que hizo un amigo, es decir, siempre hay un mensaje: puedes oler mal, puedes ser un pedo, pero siempre habrá alguien que dirá qué bien hueles, puedes ser feo, bajo o alto, siempre hay alguien que dirá: me gustas. Créeme, has de encontrarlo”.