Cultura

Leer “Ulises” de Joyce debe ser por gusto, no por encontrar una verdad trascendente: Armando González

Sabemos que es una “novela grosera” pero que le dio una dimensión casi mítica a la cotidianidad, añade el poeta. Celebrar el “Ulises” para mí es, o era, pues la pandemia todo lo detuvo, leer, caminar y beber, dice Alejandro Toledo

centenario de la novela

James Joyce, con menos de 10 libros, revoluciona la literatura”, comenta Armando González.

James Joyce, con menos de 10 libros, revoluciona la literatura, comenta Armando González.

El 2 de febrero de 1922, el escritor James Augustine Aloysius Joyce publicaba “Ulysses” (“Ulises”), novela icónica de la lengua inglesa que ha permeado profundamente el canon occidental. El mismo día, cumplía 40 años. Este 2022 se celebran 100 años de aquella publicación, así como el 140 aniversario del escritor dublinés y Crónica conmemora esta obra en conversación con el poeta y ensayista Armando González Torres, así como con el escritor Alejandro Toledo.

“Es curioso porque ahora estamos acostumbrados a escritores que son fábricas de publicar: con menos de 10 libros, Joyce revoluciona la literatura”, comenta Armando González, vía telefónica.

Cuenta que Joyce siempre tuvo problemas para publicar, pues sus textos fueron rechazados antes, y siempre tuvo pérdidas económicas, a pesar de la extraordinaria fama que le confirieron.

Opina que la novela “Ulises” es una “revolución del gusto”, así como influencia permanente sobre muchos otros escritores que no se podrían imaginar sin James Joyce.

POR QUÉ LEER “ULISES”.

Armando apunta que “Ulysses” es importante por varias razones. Una de ellas es que contiene muchas novedades técnicas y se le atribuye la introducción del “monólogo interior” o “flujo de la conciencia”, que trata de capturar el pensamiento tal como viene a la mente.

La novela.

La novela.

“Por un lado, técnicamente es fascinante. Todas las formas que te puedes encontrar de escribir una historia las practica James Joyce a lo largo de esta novela que, por otro lado, parece que su trama es aparentemente insignificante, en el sentido de que narra un día en la vida de Leopoldo Bloom, un personaje de origen judío, que trata de no llegar a su casa porque sabe que, en algún momento del día, su mujer va a recibir un amante”, elabora.

Considera que uno de los grandes méritos de Joyce en esta novela es darle una dimensión casi mítica a la cotidianidad, pues está planteada como un homenaje a la Odisea de Homero, por lo que muchas de las peripecias que ocurren a lo largo de la novela tienen paralelos con la trama de la Odisea.

Armando destaca los contrastes como otra característica de esta novela. “Hay muchas alusiones eruditas a la historia de la literatura en general, guiños a los autores predilectos de Joyce y al mismo tiempo es una novela profundamente procaz, grosera, guarra”.

CÓMO LEERLO.

“A mí también me costó trabajo la primera vez que lo intenté, requiere concentración, complicidad quizás”, relata Armando ante la confesión de su entrevistadora de no haber podido leer “Ulises” más allá de 10 páginas.

Indica que muchos de los mensajes y giros de la novela, a la luz de la sensibilidad actual podrían ser escandalosos e interpretados de terrible misoginia, pues el personaje principal vive “deseoso” y podría decirse que ve a las mujeres como objetos. Sin embargo, el poeta apunta que la clave para leer esta novela es acercarse sin que sea por obligación, ni por buscar una verdad trascendente, a sabiendas de que es una novela grosera.

“No querer entender todas las situaciones es algo muy importante. Creo que como lectores estamos acostumbrados a simplemente entretenernos o a tomar apuntes de todo y pensar que como el libro tiene un prestigio canónico nuestra lectura también debe ser ejemplar y creo que no. Habría que leerlo sin prejuicios y sin complejos”.

TRADUCCIONES.

Armando González declara que sólo conoce y ha leído dos ediciones en español de esta obra: la pionera del argentino José Salas Subirat y la española de José María Valverde.

Por su parte, el escritor Alejandro Toledo, autor de “James Joyce y sus alrededores” (2005, publicado en España en 2011 como Estación Joyce), considera que el panorama de las traducciones ahora es más complejo que en otros tiempos, cuando sólo existían esas dos.

“Entonces, había que optar por una o leer ambas. Salvador Elizondo prefería la argentina, por provenir de alguien dedicado a las ventas, oficio similar al de Leopold Bloom, uno de los protagonistas de la novela. La de Valverde la sentía académica, y ajena por ello a ese universo”, ahonda.

“Luego apareció la edición de Cátedra a cargo de un especialista universitario con prestigio en esos ámbitos, pero sin experiencia como traductor: Francisco García Tortosa... que a mí me parece "tortuosa", no puedo con ella. Las más recientes también son argentinas: una de Marcelo Zabaloy, en Cuenco de Plata, y la otra de Rolando Costa Picaz, en Edhasa...”

¿Qué ediciones/traducciones recomiendas en español?

Fuera de la de Cátedra, recomiendo cualquiera de las mencionadas, aunque confieso no tener aún la de Edhasa. La mejor será la que se tenga a la mano o la que sea más accesible en términos económicos.

Siempre tendrá uno cariño por la traducción de Salas Subirat, que fue la primera; fue retomada por los españoles, mejorada y anotada, y se puede conseguir en varios formatos. Hay la leyenda de que Salas Subirat fue asesorado por Borges, aunque quizá sólo sea un mito.

Cuando dices "la mejor será la que se tenga a la mano o que sea más accesible", ¿te refieres a que todas las traducciones son buenas y hacen justicia o te refieres a que vale la pena acercarse al “Ulysses” a como dé lugar?

Sí, pienso que todas tienen sus méritos y que al final, si el libro te engancha, acudirás a las otras o te harás de una edición en su idioma original. Leerlo por vez primera es una forma de comenzar… aunque lo mejor para leer a Joyce es empezar por los cuentos de “Dublineses” y seguir con “Retrato del artista adolescente”, pues en su camino literario va aumentando el grado de dificultad, para dejar al lector en cierta forma listo para las obras más complicadas: “Ulises” y “Finnegans Wake”

¿Esa forma de leerse en orden creciente fue parte de la propuesta de Joyce?

Así fue su avance creativo. Dudo que haya sido parte de un plan, pues no planea uno la vida, o la carrera literaria, de esa forma. Son exploraciones que van dibujando nuevas vías. Claramente hay enriquecimientos que lo llevan a un punto donde se despega de los referentes conocidos e incluso pierde lectores y amigos, como le ocurrió con Ezra Pound. Así fue su avance creativo.

Su tercera novela, que le llevó diecisiete años, para muchos es incomprensible. Hablo de “Finnegans Wake”. También es necesario leerlo en ese orden porque retomará personajes de los cuentos y la primera novela en el “Ulises”.

Entiendo que desde 2008 y hasta 2015 (aproximadamente) se realizó el Bloomsday en México, bajo tu coordinación ¿cómo era aquello en términos culturales? ¿Se retomará?

El Bloomsday era en México una celebración personal, privada, casera. A veces nos hemos reunido lectores de Joyce para intentar algo comunitario. Las últimas veces tracé yo un camino entre la Torre de Rectoría de CU a la Glorieta de Insurgentes para leer, caminar y beber, e hice invitaciones por las redes sociales. No acudieron las multitudes, pero los pocos que estuvimos nos la pasamos muy bien.

Hubo un Bloomsday con público y agencias de noticias que nos seguían, que empezó en Chapultepec a las diez de la mañana y terminó a medianoche en el Cabaret Bombay de Garibaldi. Ahí una actriz en negligé leyó fragmentos del monólogo de Molly Bloom. Convertimos la Ciudad de México en Dublín y fuimos recitando durante todo el trayecto fragmentos de la novela.

James Joyce.

James Joyce.

Celebrar el “Ulises” para mí es, o era (pues la pandemia todo lo detuvo), leer, caminar y beber.

JAMES JOYCE.

James Augustine Aloysius Joyce nació en Dublín, el 2 de febrero de 1882 y murió en Zúrich, 13 de enero de 1941. Fue mundialmente reconocido como uno de los más importantes e influyentes escritores del siglo XX, representante destacado de la corriente literaria de vanguardia llamada modernismo anglosajón - junto a autores como T. S. Eliot, Virginia Woolf o Ezra Pound- y es aclamado por su obra maestra, Ulises (1922), y por su controvertida novela posterior, Finnegans Wake (1939). También publicó la muy valorada la serie de historias breves titulada Dublineses (1914), así como su novela semiautobiográfica Retrato del artista adolescente (1916)