Manuel Álvarez Bravo es el fotógrafo icónico de la modernidad mexicana e internacional, pero su mirada no la construyó por arte de magia, se nutrió de referentes visuales que él mismo buscó y coleccionó, ejemplo de ello, son dos fotografías de autores anónimos que se exhiben junto con 50 imágenes de su autoría, en la exposición “Manuel Álvarez Bravo. Pesquisas de la lente”.
La muestra que estará abierta todo el año en el Museo de Arte Moderno (MAM) se conforma de 62 fotografías, de las cuales 50 son de Manuel Álvarez Bravo, y las doce restantes de artistas como Tina Modotti, Edward Weston, Daniel Masclet, Henri Cartier-Bresson y Wynn Bullock.
“Álvarez Bravo construyó una forma particular de mirar, pero además se nutrió de las fotografías y de las imágenes que él también consumía. La exposición es un juego de referencias entre la mirada del fotógrafo y la mirada de otros artistas”, comentó el curador Silverio Orduña.
Este creador del siglo XX hizo una colección de fotografías muy antiguas que abarcan daguerrotipos y otras de autores anónimos, como “Cruz en el paisaje” (1935) y “Muchacha en la cruz” (s/f) que se exhiben en el MAM junto a las composiciones “Mar de lágrimas” (1939) y “La desvendada de las azoteas” (1938).
“Son dos fotografías de un autor anónimo de finales del siglo XIX que se corresponderá, por ejemplo, con las composiciones que Álvarez Bravo hizo sobre cruces donde aparece la poética de la imagen, la simplicidad de la imagen, el juego entre la luz y la sombra”, dijo el curador.
Esas dos imágenes parecerían obras de Álvarez Bravo, pero sólo son sus referentes visuales porque fue un artista que aprendió a mirar a través de otros, añadió Orduña.
La exposición inicia con fotografías que evidencian la poética en la conformación de la imagen. “De pronto hay elementos dramáticos o conceptuales que hablan de la configuración de cada una de las piezas, por ejemplo, una barca al límite con el cuerpo de agua, la escalera que no va hacia ninguna parte, el dramatismo de un caballo en el mar o la textura también de la mampostería”, agregó.
En el diálogo con otros fotógrafos aparece “Cañas de azúcar” (1929) de Tina Modotti, donde la artista encuadró estas plantas de manera vertical creando líneas rectas y que conversan con la repetición de las líneas que visualizó Álvarez Bravo en “De los bosques de pinos” (1970-71) y “Trabajadores del mar” (1944).
“Además, podemos ver una exploración arquitectónica y una idea de la luz y sombras, observamos fotografías de ventanas retratadas por Álvarez Bravo no solamente desde el ámbito moderno o urbano sino también desde lo rural. Hay una relación con una obra de Henri Cartier-Bresson (‘Persona durmiendo en el pasto, fondo de vestidores’) que también tiene un interés por el espacio”, indicó el curador.
Otras estéticas de la muestra son las texturas y la develación, es decir, hay imágenes de telas colgadas en ciertos ángulos y telas que muestran u ocultan el cuerpo; así como la abstracción y lo geométrico que se logran con arquitecturas, plantas y horizontes.
MAM CELEBRA 60 AÑOS
Brenda Caro, curadora en jefe del MAM, señaló que la sala Manuel Álvarez Bravo está dedicada a la fotografía y procuran tener por lo menos una exhibición al año del artista de la lente.
“La colección del Museo de Arte Moderno le debe su origen al hecho de que don Manuel donó una importante cantidad de obras de su colección personal y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en 1972, a través de este museo, adquirió 400 obras de la autoría de Álvarez Bravo”, dijo.
Esas obras se sumaron a las 886 piezas de su colección personal —consistente en ferrotipos, daguerrotipos y trabajos fundamentales de autores de los siglos XIX y XX— donadas por el fotógrafo. Ese acto permitió que el MAM otorgara el justo valor a la fotografía y que hoy celebre 60 años de vida.
¿DÓNDE VER LA EXPOSICIÓN?
El Museo de Arte Moderno se ubica en Paseo de la Reforma esquina Gandhi s/n, Primera sección, Bosque de Chapultepec, en la alcaldía Miguel Hidalgo, CDMX

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