Para muchos fotógrafos, la introducción del color fue un reto, “algo difícil, muy caro, a veces inalcanzable o a veces comercial o demasiado folclórico o demasiado problemático para ser arte”, según el profesor de arte y curador independiente, James Oles (Ciudad de México, 1974), quien desde hace 20 años investiga la fotografía a color en México.

En la exposición Mexichrome. Fotografía y color en México, que inaugura este miércoles 29 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes, el curador reúne las miradas de más de 80 artistas, a través de más de 200 obras, las cuales conforman una especie de canon.

Si bien hoy en día la fotografía a color nos puede parecer normal, cotidiana o incluso gratis, para quienes poseen un teléfono celular, “por muchas razones, la historia de la fotografía en color en México no ha sido contada y es realmente maravilloso y terrible ser el primero en tratar de narrarla o crear un conjunto de imágenes como hicimos en Mexichrome”, considera James Oles.

La muestra estará abierta al público a partir del 29 de noviembre, de martes a domingo, en horario de 10:00 a 18:00 horas.

MEXICHROME

“El nombre es como para hacernos pensar en la película Kodachrome, de las más importantes en color utilizada por los artistas desde los años 30s”, indica James Oles, en un recorrido con los medios.

La exposición se organiza en una introducción y nueve núcleos temáticos titulados: El Paisaje; El pasado prehispánico; Los muros pintados; Arquitectura moderna; Antropologías; Ansiedad y Violencia; Mercado y Comercio; Religión y Ceremonia; La Bandera.

El curador sospecha que mucha gente pensará que faltan o sobran algunos artistas, pero a ellos les responde que se tuvo que hacer una selección de entre miles de imágenes. “Son las que quedaron en la mente, nos afectaron durante la fase de investigación y toda la exposición era un rompecabezas”.

A James Oles le parece que México debe tener una de las historias más importantes de la fotografía –con una tradición igual de fuerte que en Francia o Estados Unidos-, pero, curiosamente, muchos de los libros sobre el tema omiten la fotografía en color. “Tanto fue el prejuicio, a pesar de que muchos artistas mexicanos y extranjeros estaban trabajando en color”

En el recorrido conviven artistas conocidos y familiares para todos, como Manuel Álvarez Bravo y Mariana Yampolsky, así como mexicanos que, “si bien han trabajado por 50 años, su obra no ha sido tan presente en las exposiciones internacionales”.

“Tenemos gente famosa y gente olvidada, así como muchos entre los dos polos. Tratamos de incluir tantas mujeres como posibles; fotografías tanto de la CDMX, como de la frontera y distintos estados de la República, Yucatán y Oaxaca tienen mucha presencia por el interés en estas zonas del país”, resume el curador.

Cabe destacar que la mayoría de las obras pertenecen a series más amplias, que por cuestiones de espacio no pueden estar completas.

NUNCA ANTES VISTAS.

“La investigación en conjunto con Fundación Televisa empezó hace nueve años, cuando Mauricio Mayer era director de Artes Visuales y me invitó empezar un diálogo con el equipo”, relata James Oles.

Previo a la inauguración, el curador de la muestra manifiesta su alegría de concluir el proyecto.

“Hubiera sido imposible para un solo curador, fue posible por la inversión de Televisa en la fase de investigación, que implicó contactar artistas en México y el extranjero, colectar datos, y tener tiempo para repasar miles y miles de imágenes en la computadora”, elabora.

Por su parte, la Presidenta Ejecutiva de Fundación Televisa, Alicia A. Lebrija Hirschfeld destaca en la exposición la importancia que tienen los acervos fotográficos “como custodios de la memoria colectiva y de la historia visual del país, pero sobre todo como fuente inagotable de conocimientos”.

“Estamos seguros de que en cuanto entren en las salas, se sorprenderán de descubrir fotos nunca antes vistas en México y en hoja a color”.

(para web/ DESPIECE) : “ASISTE”

Una de las obras más impactantes de la exposición Mexichrome. Fotografía y color en México, es “Virgen de Guadalupe”, 1987 de Lourdes Almeida, compuesta por 320 fotos Polaroid SX-70, una de las cámaras más famosas de los años 70s.

“Esta es una de mis fotografías favoritas. Ya no me pertenece, no tengo el espacio para tenerla y afortunadamente llegó a su casa, en el museo guadalupano de la Basílica de Guadalupe”, informa la autora.

Además de la exhibición se ofrecerá un programa de visitas guiadas y un conjunto de actividades paralelas. La información estará disponible en las redes sociales del Museo del Palacio de Bellas Artes @mbellasartes y @fotograficamx y las páginas web https://museopalaciodebellasartes.inba.gob.mx y https://mexichrome.mx/