Cultura

Mircea Cãrtãrescu: "He escrito poesía como una forma de libertad, de solidaridad con todos”

Hoy ya no sabemos qué es la belleza, ni tampoco el mundo, y no entendemos qué significa “salvar”, agregó Cãrtãrescu. Recibe el Premio FIL de de Literatura en Lenguas Romances

fil de guadalajara

El poeta rumano Mircea Cărtărescu en  la inauguración de la 36 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El poeta rumano Mircea Cărtărescu en la inauguración de la 36 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

EFE

Un poeta que no puede escapar de la nostalgia y una persona que se considera un viejo poeta abrumado por los actos de discriminación, así se definió Mircea Cãrtãrescu (Bucarest, 1956), Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, ayer durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2022, foro donde aceptó que los versos han iluminado toda su vida.

“Revolucionaria, profética y ubicua como el aire, la poesía ha iluminado también toda mi vida. No he sido nunca otra cosa que poeta. Incluso mis novelas son, de hecho, poemas. He escrito siempre poesía como una forma de libertad, de solidaridad, de empatía para con todos los hombres”, expresó.

Cãrtãrescu señaló que ha escrito en contra de las guerras y las discriminaciones de toda índole, además de que ha escrito para los que leen poesía y para los que jamás la leen.

“La poesía está ligada a la juventud, el poeta, al igual que un atleta, tiene que ser joven, no puedes correr 100 metros pasados los 40 años. Lo mismo pasa con la poesía, es el arte de la juventud. La poesía tiene un término de caducidad como los alimentos. Un poeta comienza entre los 22 y 24 años y termina a los 30, luego puede escribir muchos versos, pero ya no tendrá la fuerza de la juventud cuando uno quiere mostrar fuerza”, dijo.

El autor de “Nostalgia”, “Selenoide” y “Cegador” confesó que a la edad de 30 años se prometí jamás escribir poesía, palabra que mantuvo 30 años hasta que enfermó de la COVID.

“Me dio una variante grave que afectó mi mentalidad y personalidad, sufrí una depresión aguda y puedo escribir ‘No grites nunca pidiendo ayuda’, un volumen de versos que me escribió a mí, me fui obligado a escribirlo. No se parece nada de lo que he escrito previamente, aunque no es poesía propiamente, es una colección de gritos de dolor. Estoy contento de escribirlo porque salvó mi vida”, expresó.

POESÍA, LIBERTAD Y DESTINO

El también poeta, narrador, ensayista y crítico literario rumano, considerado por la crítica como el escritor rumano más importante de la actualidad y un posible ganador del Premio Nobel de Literatura, dijo que no se puede imaginar hoy un destino más dramático que el del poeta que decida consagrar toda su vida al arte.

“(A la poesía) sólo la encontramos en las librerías si tenemos la paciencia de llegar hasta las últimas filas de las estanterías. Los poetas no tienen ya estatuas, como en el siglo XIX, ni reputación, como en el siglo XX. Obsesionadas por las ventas y la rentabilidad, las editoriales huyen de la poesía como alma que lleva el diablo”, aseveró.

Los antiguos arruinaban la vida de los poetas, añadió. “(En muchas ocasiones también la de otros) por la locura de un verso hermoso, pero confiaban al menos en el reconocimiento de las generaciones venideras. Ellos podían creer sinceramente que la belleza —como dijo Dostoievski— es la salvación del mundo”.

No obstante, hoy ya no sabemos qué es la belleza, ni tampoco el mundo, y no entendemos qué significa “salvar”, agregó Cãrtãrescu.

“¿Qué vas a salvar si vivimos en lo inmanente y lo aleatorio? Sin la perspectiva de conseguir algo a través del arte y, en definitiva, de su profesión, sin la esperanza en la gloria y en la posteridad, el poeta está condenado a la vida asocial y fantasiosa del consumidor de hachís”, cuestionó.

El autor indicó que el arte de la poesía siempre busca la belleza agonizante y resucitada. “Se ha encontrado invariablemente entre los medios más eficaces para reavivar las conciencias, para despertar la dignidad humana, para preservar la libertad siempre amenazada en nuestro mundo hobbesiano. La poesía es, de hecho, otro nombre para la libertad”.

Por eso, expresó el galardonado, un poeta es temido y acosado, desde hace miles de años.

“El poeta no es tan solo un revolucionario, es también un profeta. Es un médium a través del cual habla una criatura inapelable y extraña. Es un portal a través del cual lo milagroso, lo sagrado, lo demoníaco, lo extático, lo obsceno, lo divino y lo terrible penetran en nuestro mundo”.

A pesar de eso, dijo, para muchas personas, hoy ser un poeta es sinónimo de vagabundo, asocial y raro.

“Y, sin embargo, humillada y disuelta en el tejido social, casi desaparecida como profesión y como arte, la poesía sigue siendo omnipresente y ubicua como el aire que nos envuelve. Pues, antes que una fórmula y una técnica literaria, la poesía es un modo de vida y una forma de mirar el mundo”, indicó.

PREOCUPACIONES

Mircea Cãrtãrescu externó en conferencia de prensa que la guerra de Rusia en Ucrania es de “una brutalidad increíble” que en la Edad Media no podría tener lugar.

“Eso te hace preguntarte que con tantos progresos, aún existe gente capaz de crear esas monstruosidades. Cada día vemos cómo se manifiesta el mal, vemos injusticias y discriminaciones de toda clase, sexismo, clasismo, lo vez a pesar de que hay más gente que lucha en contra de ello”, dijo.

Sin, embargo se considera una persona optimista: “confió la parte buena de nuestra mente es la que resultará vencedora”.

Finalmente expresó que cuando escribes sobre el destino humano es inevitable hallar la tristeza. “Nuestro pobre destino está marcado por la locura y la enfermedad, los sentimientos negativos son tan fuertes que Kafka decía que era un autor que expresaba el negativismo de su época, y expresar esa negatividad de cada época es importante, es como si el poeta pusiera un curita en todas nuestras heridas”, afirmó.