
Un Luis Donaldo Colosio (1950-1994) joven, entusiasmado con la biblioteca de la universidad, preocupado por las deudas adquiridas por estudiar en el Tec de Monterrey y siempre al pendiente de la salud de su familia, es lo que dejan ver 50 cartas que el político mexicano escribió de 1968 a 1979 a su padre Luis Colosio Fernández y que ahora reúne Rafael Medina Martínez en el libro “Las cartas de Colosio. 30 aniversario”.
“Colosio se manifiesta en estas cartas de una manera que a cualquiera le puede sorprender, escribía para su padre y familia sin saber que en un futuro estas cartas serían públicas para toda la nación, entonces podemos ver la autenticidad y la sinceridad de este joven, cómo fue luchando y cómo se fue desarrollando contra toda adversidad para alcanzar sus sueños, para alcanzar sus ilusiones”, señala el autor en entrevista.
El hecho de haber salido de Magdalena de Kino, un pueblo fronterizo, y haber decidido superar el reto de irse a la ciudad más importante del norte del país, Monterrey, y haber entrado a una de las escuelas más prestigiosas y caras, nos habla de un joven del campo con ansias desbordantes de progreso, agrega Medina Martínez.
Estas misivas anteriormente se habían publicado en una versión restringida, narra el autor.
“Cuando publiqué mi primer libro ‘El enigma de Colosio’, una crónica biográfica sobre Luis Donaldo, me acerqué muchísimo a la familia y logré hacer una amistad muy entrañable principalmente con su padre, con don Luis Colosio, entonces al momento que el libro se iba a imprimir, se lo llevé al señor para que lo revisara y don Luis Colosio, de manera muy generosa, me entregó copia de las 50 cartas que su hijo le escribió en sus años de estudiante”, comparte.
Medina Martínez decidió guardar el material para publicarlo en el marco del 20 aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio. “Hicimos una primera edición con una editorial privada en la cual se publicó un libro elegante, de pasta dura, a color, pero fue una edición privada solamente para familiares y amigos cercanos, con el propósito de conmemorar a Luis”.
Ahora, junto con el hijo Luis Donaldo Colosio Riojas, el autor alistó este libro editado por Aguilar. “La idea es que circulara nuevamente en este 30 aniversario en una editorial de mayor alcance y en un formato comercial, en el cual todos los mexicanos tuvieran acceso al legado de Luis”.
POETA Y CURIOSO
Medina Martínez resalta una carta que Luis Dolando Colosio escribió en diciembre de 1976 desde Philadelphia, Estados Unidos, ya que en ésta plasmó un soneto titulado “Confesión”, dedicado a su padre y madre.
“A muchos nos sorprende ver a un Colosio poeta, ese día escribe él en su carta que era una Navidad nostálgica donde no podía ir a cenar y a festejar la Nochebuena, entonces con mucho cariño, pero con mucha madurez les escribe un soneto principalmente a su padre y a su madre”, indica.
En palabras del también analista político, Colosio fue un poeta que no se logró desarrollar, que no se logró manifestar, pero que en sus entrañas guardaba la poesía.
“De alguna manera su poesía sí influyó en su campaña, en sus discursos y en sus frases, hay que recordar aquellas frases inmortales que decía: el mundo no fue heredado por nuestros padres, sino prestado por nuestros hijos. Son poemas filósofos que ofrecía a la población”, asegura.
Uno de los lugares favoritos de Colosio, cuando ingresó al Tec de Monterrey, fue la librería y en las misivas también detalla los libros que iba descubriendo y comprando.
“Podemos ver las entrañas de un joven universitario con toda la emoción, con todo el entusiasmo de llegar a su primer día de clases, de conocer nuevas amistades, de encontrarse con maestros muy preparados, con una inteligencia muy privilegiada. Sí, podemos ver a un joven pueblerino que llega a una ciudad industrializada y cómo le encanta la literatura, le habla a su papá y le dice que tiene una deuda con la librería de la Universidad, que le ayude a comprar más libros”, narra.
Otros temas que se vislumbran en las cartas son las opiniones del joven por la destitución de Richard Nixon, y su decepción por la Revolución Mexicana.
“Luis Donaldo siempre estuvo en contra de la violencia, siempre estuvo en contra de la guerra y de la muerte, inclusive su última carta es nostálgica y llena de indignación cuando dice desde un campo de concentración de Viena, Austria: condeno todo régimen de opresión dictatorial que no respete las ideas y que no comparta la libertad de los seres humanos”, señala.
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