Cultura

Narran periplo de Quicón Uriarte, el antihéroe que busca ser personaje de corrido

Recorre la sierra de Sinaloa, con su primo Socho, para enfrentar problemas, muchas veces, creados por ellos, dice Miguel Tapia

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Miguel Tapia habla de su novela “Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte”.

Miguel Tapia habla de su novela “Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte”.

Quicón Uriarte es un aficionado a los corridos al grado de querer ser un personaje de éstos, es decir, ser el protagonista que inspire una canción y con esa intención abandona su pueblo para iniciar un recorrido por la sierra de Sinaloa, junto con su primo Socho, aventura en la que enfrentan diversos problemas, muchas veces, provocados por ellos mismos para pasar a la historia.

Esa es la trama de la novela “Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte”, escrita por Miguel Tapia (Sinaloa, 1972), la cual se presentará este viernes 5 de mayo a las 19:00 horas en la Casa Ediciones Era (Mérida 4. Roma Norte, CDMX).

El libro contiene un gran sentido de humor e ironía, por ejemplo, el protagonista no sabe cantar y tampoco tocar instrumento alguno, encuentra una Dulcinea en cualquier mujer y trata de huir de la violencia que hay en las letras de los corridos.

“La ironía es el andamiaje básico del Quijote y es algo que tomé prestado. Tanto el Quijote como el Quicón terminan por vivir en un mundo de ficción, tomar la ficción a la que son tan aficionados, en el caso del Quijote al libro de caballerías y en el caso de Quicón son las historias que cuentan los corridos. Ambos toman esas historias como la realidad misma y se entregan a vivir en ese mundo”, detalla Tapia.

En palabras del autor, los libros de caballerías y los corridos son manifestaciones culturales que representan un sistema de valores. “Son reflejo de la misma sociedad que los creó y este andamiaje ficcional revela que hay una contradicción profunda entre el discurso ético y moral de la sociedad con su forma de conducirse en la vida diaria”.

¿Por qué pareciera que no siempre Quicón lucha contra la violencia?

La violencia es algo intrínseco a la historia del corrido, nace de una realidad dura y complicada en todo el país, y está relacionado con figuras, con bandidos, con personajes que están en tensión con la autoridad.

“A partir de ahí me pareció interesante hacer del Quicón un personaje que cuestionara la tradición del corrido, es decir, hasta qué punto el corrido es hoy todavía algo que represente nuestro sistema de valores, nuestra forma de ver el mundo. El corrido sigue siendo muy popular, me parece que de manera distinta, ya no es una popularidad que surja desde abajo”, expresa.

Tapia recuerda que cuando se publicó el Quijote, las novelas de caballería ya no eran un género tan popular, por eso el Quijote es un personaje caricaturesco, anacrónico, que toma por real un sistema de valores que ya no funcionan en el mundo donde vive, entonces la gente se ríe de él y lo toman por loco.

“El Quicón de repente trata de luchar contra la violencia de algunos, pero a veces él mismo es violento, es una especie de confusión en la interpretación contemporánea del corrido: bravura y bravuconería, pareciera haber una especie de conflicto actual que vale la pena cuestionar”, indica.

¿Por qué le molesta el dinero?

Lo que vale para Quicón es el hombre, el personaje que construye el corrido, el personaje que es de una sola pieza, que es entrón y valiente pero al mismo tiempo generoso, honesto, atento con las mujeres y dispuesto a ayudar a los más desvalidos. La cuestión del dinero es secundaria e incluso se ofende cuando alguien le quiere cobrar.

“Pero la gente que está a su alrededor es violenta y agresiva, pareciera que ellos mismos quieren tomar para el formato del corrido, pero son personajes que básicamente buscan dinero y poder, muchos de los corridos recientes están hechos para alabar figuras que en el fondo lo que buscan es dinero y poder”.

¿ELIMINAR CORRIDOS?

Una imagen de la novela es cuando un familiar del Quicón quema los casetes de corridos que colecciona el frustrado artista. La pregunta que lanza el autor es si destruirlos es una solución a la violencia.

“Creo que el corrido actual funciona como instrumento de propaganda en dos sentidos: para favorecer a ciertos personajes que se muestran ellos mismos como héroes de corrido o para apuntalar el discurso contrario que busca hacer de esos héroes de corridos unos villanos y la causa de los males de este país (narcotráfico, corrupción y violencia)”, indica.