Cultura

Pablo Simonetti: “Los hombres que no fui” narra esas trampas que impiden salir de la masculinidad patriarcal

Y estos obstáculos son para hoMbres y mujeres, añade el escritor chileno. Cuando tomas decisiones pierdes muchas cosas: amistades, pertenencias, poder, pero ganas libertad y terminas siendo la persona que quieres ser, añade

ENTREVISTA

Además de ser escritor, docente y promotor literario, Pablo Simonetti es activista en favor de los derechos de las minorías sexuales.

Además de ser escritor, docente y promotor literario, Pablo Simonetti es activista en favor de los derechos de las minorías sexuales.

La Tercera

“Los hombres que no fui” (Alfaguara, 2022) es una novela que habla de nuevas masculinidades y de algunas miles de trampas para no salir de la masculinidad patriarcal, así como de la manera en que el protagonista va surcando sus propias decisiones para convertirse en quien sí es.

“Es un libro sobre las trampas que existían para mantenerte dentro de la opresión patriarcal, tanto hombres y mujeres”, ahonda el autor.

Mientras los colegas de otros medios de comunicación instalan sus cámaras y micrófonos, el escritor chileno Pablo Simonetti (1961) platica con Crónica sobre su reciente publicación.

Además de ser escritor, docente y promotor literario, Pablo Simonetti es activista en favor de los derechos de las minorías sexuales.

“Hay un mensaje, no sé si de esperanza, pero hay que decir que al ir tomando decisiones uno va perdiendo muchas cosas: pierde amistades, pertenencias, poder, pero al mismo tiempo va ganando su propia libertad y termina pudiendo ser la persona que cree que honestamente es”, comenta respecto de la intención del tono.

“Para las personas homosexuales, claro, pero también ahora creo que esto se representa muy bien en las personas trans, que están viviendo más o menos esa misma etapa que vivimos nosotros en los 90: luchar contra todas estas prejuiciosas ideas preestablecidas, para finalmente poder llegar a la identidad con la que me identifico”, agrega.

La novela está contada en relatos, cada capítulo lleva el nombre de un personaje: Carmen, Andrés, Cristóbal, Samuel y Antonio, Luz y Gonzalo, Yael, Javier, Clarisa, Julián, Lucrecia, Luisa, Alberto, y Pedro; cuya historia es parte de la vida del protagonista y puede ser leída por sí sola o en conjunto con las otras.

El autor califica: “es una novela, pero a la vez cada capítulo es un relato en sí mismo porque es respecto de un personaje en particular, en relación con el personaje principal. La estructura es lo que me dio toda la libertad para ir generando el lenguaje sin ningún esfuerzo”.

EL ORIGEN

“Fui a un remate de antigüedades, una subasta que ocurrió en una casa en la que yo viví”, relata el autor, sobre la misma subasta que se describe en el libro, como punto de partida.

Sentados bajo una sombrilla en el jardín de un hotel en la CDMX, en el primer turno -de ese día- de un carrusel de entrevistas programado con antelación, Pablo Simonetti comparte los detonantes de esta novela.

“Había salido en el diario que esta era la colección de antigüedades más grande que habían rematado en la historia en Chile -por lo menos entonces- bueno, fui a verla y tuve un encuentro como los encuentros que se dan en el libro”.

En los recuerdos de Pablo Simonetti vive un personaje que se apareció en aquel evento, pomposamente vestido, con una voz “muy trabajada”, diciendo cosas como “voy a comprar la colección de opalina y ese sillón donde conversaba tanto con el dueño de la casa…”

“Pensé que yo podría haber sido como él, una persona atrapada en un papel, una forma de ser gay, que en su momento me pareció sumamente válida porque era una defensa contra la mordida machista, tú te hacías el culto, el de buen gusto, trabajar en áreas como anticuario, diseñador o como peluquero o lugares donde la bestia machista tuviera menos posibilidad de entrar”, elabora.

Desde su perspectiva, entrar en personaje protegía y daba cierto grado de autonomía o “poder” -”muy entre comillas”- mientras la lucha por los derechos avanzaba. “El espacio se abrió entonces ese personaje se volvió algo anacrónico, porque en el fondo es un personaje forzado por las circunstancias que han ido cambiando”.

La novela.

La novela.

“Eso me hizo pensar encontrarme con otra gente de esa época, que hablara también de otras formas de masculinidad a las cuales yo podía haberme apegado: haber tenido una novia y esposa y ocultar su sexualidad o haber sido muy de derechas, de empresas o también podía haber estado del lado de las víctimas y tuve suerte de no estarlo -de haber tenido VIH o un problema de salud mental que me llevara al suicidio”, continúa.

Con base en estas reflexiones sobre los hombres que pudo haber sido y no fue, el autor parte de un encuentro real, en la subasta, y lo complementa con una serie de personajes ficticios, que sintetizan a personas que conoció en la vida real.

“Empecé a diseñar a los personajes que se va a encontrar el protagonista. Todos son como una torta de mil hojas de personajes reales, los diálogos son ficticios”.

En el epígrafe de la novela, Pablo Simonetti dedica esta novela a sus “amigos muertos”.

-¿Estos amigos a los que refieres son todos estos hombres que no fuiste?

“En realidad, me refiero a personas que fueron enfrentando todos los desafíos de esa época a la cual se remite la novela: el día del estallido social del 2019, pero siempre remitiendo a una época pretérita, los años 90”.

En esos años, el escritor refiere que hubo una crisis de SIDA en Chile, así como una serie de casos de personas que no podían aceptar su propia homosexualidad y se suicidaron, entre muchas otras victimas del miedo y odio, que también terminaron muertas.

“También hubo muchas situaciones de mujeres que fueron víctimas y no terminaron muertas, quizás una mejor dedicatoria hubiera sido a mis amigos que fueron víctimas”, bromea y retoma.

“Fue una época de expansión para Chile en términos políticos, veníamos saliendo de la dictadura, en una transición democrática, pero igual en esa transición democrática hubo muchos temas que se mantuvieron bajo una presión social muy grande, como la homosexualidad y la feminidad alternativa al modelo patriarcal, VIH”.

Asimismo, Pablo considera que la necesidad y deseo de consenso en la conversación pública de ese momento dificultó alzar estos temas en la agenda pública. “Eso hacía que todo esto ocurriera bajo un manto de silencio, todas estas injusticias”.

¿QUIÉN ES EL ESCRITOR?

Pablo Simonetti (Santiago, Chile, 1961) estudió Ingeniería Civil en la Universidad Católica de Chile y un máster en Economía por la Universidad de Stanford. Además de ser escritor es conocido por su activismo a favor de las minorías sexuales en su país.

De acuerdo con la semblanza de Penguin Random House, Simonetti se dio a conocer al gran público tras resultar ganador del concurso de cuentos de la revista Paula. Tres años después vio la luz su primera antología, Vidas vulnerables, y en 2004 logró su primer gran éxito de ventas con Madre que estás en los cielos, novela a la que han seguido otros títulos como La soberbia juventud, Desastres naturales o Los hombres que no fui.

Su obra ha sido traducida a varios idiomas y es colaborador de varios medios de comunicación, como El Mercurio o La Tercera. Además de escribir imparte clases de Escritura Creativa y es un conferencia habitual en actos dedicados a la cultura.