Cultura

“La recuperación de pintura mural en Teotihuacan fue realmente abundante”

Eduardo Matos, Premio Crónica, dictó su ponencia "Arqueología de la reconstrucción: el Proyecto Teotihuacán 1962-1964"

simposio

Eduardo Matos Moctezuma participó en el Simposio Proyecto Teotihuacán sesenta años 1962-2022.

Eduardo Matos Moctezuma participó en el Simposio Proyecto Teotihuacán sesenta años 1962-2022.

Adrián Contreras

“En 1960 me incorporé al INAH, siendo estudiante de arqueología, con una plaza que tenía el nombre de Practicante de ciencias histórico geográficas, con un sueldo mensual de $750 pesos”, recordó el arqueólogo y Premio Crónica, Eduardo Matos Moctezuma durante su ponencia "Arqueología de la reconstrucción: el Proyecto Teotihuacán 1962-1964".

En el marco de la inauguración del Simposio Proyecto Teotihuacán sesenta años 1962-2022, que se lleva a cabo hasta el 23 de septiembre, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología e Historia, Eduardo Matos Moctezuma hizo un recuento del proyecto desde su experiencia.

“En 1962 se me comisionó por parte de mi maestro Roman Piña Chán, por entonces director del departamento de Monumentos Prehispánicos, con Don Jorge R Acosta, en las excavaciones que efectuaban en el Palacio de las mariposas en Teotihuacán”, relató.

En términos generales, el arqueólogo observó que la producción bibliográfica del proyecto Teotihuacán no fue abundante, aunque se entregaron al INAH informes que contenían planos, fotografías, etc. y lo anterior motivó a los arqueólogos Verónica Ortega y José Humberto Medina a realizar la “tarea titánica de búsqueda en archivo para tratar de reunir la información necesaria para dar a conocer resultados obtenidos”.

Dicha información se dio a conocer por medio de dos artículos: “Exploraciones y reconstrucciones en Teotihuacán 1960-62. Intervenciones previas al Proyecto de Teotihuacán”, en el que se dice que los trabajos se realizaron en tiempo récord y que su objetivo principal de descubrir la apariencia final de los edificios, en un proyecto de divulgación que haría más atractiva la visita a la zona arqueológica; y “Reconstruyendo el Proyecto Teotihuacán del INAH, 1962-1964, temporadas 4 y 5”, que Matos consideró una relación pormenorizada de los trabajos emprendidos.

Por otra parte, al arqueólogo le pareció importante mencionar que, al mismo tiempo que se desarrollaba el proyecto Teotihuacán, se ponían en marcha 2 proyectos más: el Teotihuacán Mapping Project y el Teotihuacan Valley Project.

Detalló que el primero se dedicó a buscar la extensión de la misma ciudad, la densidad poblacional, cronología y desarrollo de la misma mediante computadoras, fotografía aérea, recorridos de superficie, etc.

“De todo eso se establece la cronología que al momento está vigente, así como la extensión y desarrollo de la ciudad, acompañada de un cálculo de números de integrantes en cada fase que han servido de apoyo a arqueólogos especializados en Teotihuacán”.

BALANCE.

“Hagamos un balance del proyecto Teotihuacán con sus logros y defectos”, invitó el arqueólogo. Sobre los defectos apuntó la falta de planteamientos y la reconstrucción masiva de algunos sectores excavados.

“La crítica se ha centrado en el edificio adosado a la Pirámide de la Luna y escalinata, que conduce a su parte alta para la cual no se contaba con datos precisos”, detalló.

Cabe destacar que la participación de Matos fue excavar parte los aposentos que rodean el palacio por su lado norte, sur y oeste; intervino en el patio posterior oeste del conjunto de los jaguares y de manera especial le correspondió intervenir en la excavación de la subestructura de los caracoles emplumados.

“En todos llevé a cabo excavación de los vestigios”, dijo para desmentir una supuesta participación suya en labores de reconstrucción.

Agregó que, pese a la existencia de señalamientos negativos en relación a la reconstrucción de edificios, dicha corriente continuó en el país con prácticas cada vez más arriesgadas. Por ejemplo, los trabajos en Santa Cecilia Acatitlán en Edomex.

"Quedan claros principios manifiestos de una corriente que, si bien tuvo aciertos en la elaboración de cronologías, presentó su talón de Aquiles en un campo en que no se respetó el dato y que llegó inclusive a terminar obra que los antiguos arquitectos mexicanos no pudieron acabar construir", expresó Matos.

Respecto de los aspectos positivos, mencionó la recuperación de pintura mural, “realmente fue abundante, pero, además, muy interesante e importante. Quiero hacer un reconocimiento a la presencia de restauradores que lograron la conservación de los mismos”.

Otro rubro de importancia fue el estudio cerámico y lítico, llevado adelante por Florencia Müller, gracias al cual se pudo lograr una primera cronología.

Asimismo, la visión integral que se puso en práctica trajo como consecuencia que el mundo antropológico de aquel entonces volteara mirada a México y se emitieran opiniones favorables a la investigación.

“Del reconocimiento internacional del que fue objeto el Estudio integral y multidisciplinario de Gamio y colaboradores puede considerarse un proyecto emblemático, no solo de arqueología, sino de la antropología mexicana en general”, añadió