Cultura

Reúnen obra de Alaíde Foppa, “una feminista que hace poesía

Mi madre no ha sido conocida por la mayor parte de los lectores de poesía, señala Julio Solórzano. Dedicó su lírica a temas como la palabra, la maternidad, el cuerpo, las flores y el amor

Julio Solórzano, hijo de la poeta, presenta el libro “Viento de primavera. Antología poética (1945-1979)”, editado por el FCE.

Julio Solórzano, hijo de la poeta, presenta el libro “Viento de primavera. Antología poética (1945-1979)”, editado por el FCE.

La poesía de Alaíde Foppa no es la obra feminista de una poeta, es una feminista que escribe poesía con varios temas, así define Julio Solórzano los versos de su madre, una mujer que dedicó su lírica a temas como la palabra, la maternidad, el cuerpo, las flores y el amor, producción literaria que ahora se reúne en “Viento de primavera. Antología poética (1945-1979)”.

El libro editado por el Fondo de Cultura Económica salda la deuda de difundir la obra de esta autora guatemalteca que vivió más de 20 años en exilio en México y que en diciembre de 1980 fue desaparecida y asesinada por el gobierno de Guatemala.

Alaíde Foppa también fue maestra, crítica de arte, traductora, columnista y fundadora de proyectos feministas pioneros en América Latina y el mundo, es el caso de revista “fem”, la instalación de la Cátedra de sociología de la mujer en la UNAM y los programas radiofónicos Foro de la Mujer.

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“La familia de Taibo y la nuestra son amigas de siempre. Paco me llamó y me dijo que querían publicar una antología de mi madre, entonces le sugerí usar de introducción el ensayo de Elena Poniatowska, escrito en 1982 sobre mi madre, todavía muy cerca de la fecha de su desaparición, es un ensayo por parte de una mujer que la quería mucho, que eran amigas”, comenta el heredero.

Mi madre no ha sido conocida por la mayor parte de los lectores de poesía, me parece importante que ahora salga la antología, añade.

Solórzano considera que la poesía de su mamá no es de ruptura o de temas que antes no existieran. “Cuando ella habla de su cuerpo es absolutamente inocente, no es erótica; en términos de atrevimiento tenemos su trabajo académico. Ella no es una poeta feminista, ella es una feminista que hace poesía”, indica.

Los versos de Alaíde Foppa son atemporales, expresa el hijo. “No se refiere a hechos específicos, se refiere a sus momentos, puedes seguir su propio desarrollo, crecimiento y sus intereses cambiantes. Ella está hablando de ella, está hablando al espejo como una cosa olvidada en un rincón del cuarto y hay muchas mujeres que la leen se sienten así en su pareja, en su familia, en su ámbito de trabajo”, detalla.

El Julio Solórzano, hijo de la poeta, presenta el libro “Viento de primavera. Antología poética (1945-1979)”, editado por el FCE.

El Julio Solórzano, hijo de la poeta, presenta el libro “Viento de primavera. Antología poética (1945-1979)”, editado por el FCE.

Neriugalde

Solórzano recuerda que a sus 13 llamó desde la escuela a su mamá para decirle que habría un concurso de poesía y que él quería recitar un poema de ella.

“Díctamelo y aquí lo apunto. Ella empezó: temo las palabras que son la propia investidura donde la poesía oculta su pura desnudez. Entonces le dije: mamá, ¿las palabras no son poesía? Y su respuesta cambió mi mundo: No, son el vehículo donde la poesía se expresa. ¿Hay poesía en un paisaje?, le pregunté y ella asintió”, recuerda.

FEMINISTA

“Ella no era militante de nada, tal vez sólo de la defensa de los derechos de la mujer pero su poesía no es el mejor recipiente para estas ideas, ahí están los artículos de “fem”, ahí está Foro de la Mujer en Radio Universidad o sus textos de crítica de arte”, comenta Solórzano.

Para el también artista, su mamá entendía bien para quién escribía ya que entregó textos a la revista “Kena”, para las mujeres que compran maquillaje, para enseñarles a apreciar una pintura, para que fueran a una exposición o para que compraran un libro de poesía. “Reservó la poesía para hablar de sí misma”, indica.

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En términos de los derechos de la mujer, Foppa estableció en Ciencias Políticas de la UNAM, la primera cátedra de sociología de la mujer en el mundo.

“Hay una parte muy chistosa: en el organigrama de la Facultad no sabían dónde meter la cátedra y la pusieron en sociología de las minorías. Ella se encontraba todo el tiempo con el posicionamiento de la mujer en todas partes, de una manera u otra veía que no correspondían en un sentido igualitario en los derechos y en la vida”, apunta.

DESPIECE

OBRA

INBAL se

compromete al rescate

El hijo de Alaíde Foppa platica que tuvo una reunión con Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), quien se comprometió a publicar los textos sobre crítica de arte de la escritora.

“Tuve una reunión con Lucina Jiménez, le dije: ésta es la crítica de arte de mi madre que sólo tiene sentido en México porque son los pintores de los 60 y 70, me respondió que verían qué hacer. Tengo que buscar alguien que me ayude a hacer un trabajo de hemeroteca”, indica.