Cultura

Sealtiel Alatriste: “Demonios de la culpa” recupera la estética de ese México que existió en la segunda mitad del siglo pasado

Nací en el 49 y quise describir el tiempo de mi formación, cuando aprendí lo básico, el lenguaje, los sitios que visitaba, las calles que recorría, el camión, el tranvía y La Merced, detalla el escritor

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Sealtiel Alatriste presenta su novela “Demonios de la culpa”, el acula “quise plasmar la complejidad de las leyes del azar, las cuales no comprendemos”.

Sealtiel Alatriste presenta su novela “Demonios de la culpa”, el acula “quise plasmar la complejidad de las leyes del azar, las cuales no comprendemos”.

El escritor, diplomático y promotor cultural mexicano, Sealtiel Alatriste opina que las casualidades no son tales. “Pasan cosas que uno no sabe por qué, pero reordenan tu futuro, tu pasado y tu vida y aparentemente es casual; y después, cuando reconstruyes las cosas, te das cuenta que no era tan casual: es una concatenación de hechos que llevaron a esa aparente casualidad”, expresa.

En conversación por su reciente publicación “Demonios de la culpa” (Alfaguara, 2024), el escritor indica que quería plasmar la complejidad de las leyes del azar, las cuales no comprendemos.

“Yo creo que son cosas que sí existen, que obviamente son el único nombre que podemos dar: casualidades, que aparentemente esconden un orden”, comenta y explica que quería esos temas ahí, “como una de las leyes que rigen esa ficción, que los personajes se fueran desarrollando en función de esto que está creado por la tentación y la suerte”.

Para ello era importante que sus personajes no sepan cuáles son las consecuencias de ese asunto, pero aun así la tengan que enfrentar.

Si bien para Enrique Sealtiel Alatriste y Lozano los temas de la suerte también forman parte de su propia perspectiva y postura ante la vida, en la que muchas veces han experimentado situaciones azarosas que no se explican desde la lógica convencional, le parece importante aclarar que esta novela es, simplemente, una novela, construida bajo las leyes de la ficción.

“No por razones didácticas ni nada, esta novela la empecé a escribir hace unos 30 años. No sé exactamente hace cuánto porque no tengo la fecha exacta, pero era una época en la que todavía escribía a mano y luego pasaba al computador… tiene que haber sido hace mucho”, comparte.

Al principio, la idea era recuperar mitos mexicanos, “como los descritos por Enrique Florescano en su libro de los Mitos mexicanos, y que surgen de los cómics y cine mexicano”.

Puesto que su padre era dibujante de comics mexicanos – una serie que se llamó Chamaco, por ejemplo, así como su participación en las historietas de Capulina- y que junto a su kínder vivía el guionista de “Chanoc”, Sealtiel Alatriste tenía el bagaje cultural suficiente para iniciar este proyecto.

“Por eso empecé a escribir esta novela, pero me atoré -no me acuerdo por qué- y la dejé ir, pensando que tenía que saber más, estudiar más… y siempre pensaba volver, pero no sabía cómo. Ahora en la pandemia que me tuve que encerrar, sabía que iba a ser larga y dije voy a buscar algo con lo que pueda trabajar todo el tiempo ya que voy a estar encerrado”, relata.

El escritor buscó en uno de esos cajones donde se guardan muchas cosas y encontró un cuaderno con tapas negras y calcomanía de “El grito” de Edvard Munch.

“Está divertida, dije, cuando menos la voy a pasar a la computadora, para tenerla en un archivo y que no se quede ahí, pero mientras la pasaba se me fue ocurriendo quién la debía contar y la primera frase.

Al cabo de unos cuantos meses –que ni fueron tantos, unos 6 o 7- el escritor ya tenía una primera versión de la novela completa. Si bien la novela actualmente es de buen tamaño (+400páginas), antes de la edición tenía unas 200 páginas más.

DEMONIOS DE LA CULPA.

En esta novela ficticia, pero con referencias históricas, el escritor cuenta la historia de los hermanos Esponda —Armando y Raúl— quienes llegan a la ciudad de México en 1949. Terminarla le tomó 13 años al escritor.

“El 13 es cabalístico y son los años de mi infancia. Yo nací en el 49, entonces quise describir el tiempo de mi formación, cuando yo aprendí lo básico, el lenguaje, los lugares a los que iba y calles que recorría, el camión, tranvía y le mercado de La Merced”, detalla el autor.

Si bien no se trata por completo de un homenaje, el autor concede que la intención era recuperar el México en el que creció y se adentró en la vida, para que otros puedan verlo y decir “pues sí, de ahí vengo”.

“Todo lo que somos hoy, viene de ahí. O sea, ahí está la esencia del México actual, cómo éramos”, expresa.

En ese sentido, esta novela le pareció también buena oportunidad para poner en el bastidor una línea de la historia, algunos hechos que puedan dar sentido al lector (dónde se ubica y qué pasa alrededor)

“No solamente eventos importantes, la muerte de Estela Pavón o cositas así que pasaron. Biográficos no, porque no se cuenta mi vida para nada. Nada de lo que sucede me ha pasado a mí, tengo otras biográficas, pero esta no lo es, para nada. Era recuperar y mostrar la estética de este México que existió y fue vital”.

VIGENCIA MEXICANA.

Si hubiera un homenaje en este libro, sería al cine mexicano de aquellos años y sus directores.

Desde la perspectiva de Sealtiel Alatriste, hay mucho de vigente de este México, donde estuvieron en auge el comic, la vida social, y una gran vida popular compuesta del box, toros, y permeado por la estética del cine mexicano.

-¿Qué cosas observas de aquella época que siguen vigentes?

“Una de las más dolorosas es esto que nos fastidia tanto del crimen organizado. Eso nació en esa época, en formas de pandillas, y se fue formando un poco de manera casual. La amapola se empezó a cultivar en México por iniciativa de norteamericanos que dejaron de recibir opio y goma de China durante la guerra de Corea. Necesitaban donde sembrarla y en México encontraron 3 lugares”, apunta.

También recuerda que aunque en aquella época el terreno de las drogas no era particularmente violento, fue entonces que se creó la Ruta del Pacífico.

“Cuando terminó la guerra de Corea, ¿qué quedaba? La producción estaba ahí, había que usarla. Se empezó a hacer cocaína y el tráfico de drogas que en principio no estaba prohibido, hasta después”, continúa el escritor.

Asimismo, todavía quedan lugares como la Merced, que ha resistido durante mucho tiempo y donde todavía se acostumbra comprar juguetes en los primeros días de enero.

“Ese sitio, así populoso, siempre me llamó la atención, que la gente caminara en al carril vehicular y no las banquetas porque era un lugar de peatones. Esas costumbres tenía ganas de retratarlas un bastante de memoria”.

En la novela, varios de estos lugares son escenarios importantes de la trama, donde se mueven los hilos de la suerte que fue nuestro destino o la suerte a la que nos llevó nuestra voluntad, por la tentación.

La novela.

La novela.

¿Quién es el autor?

Sealtiel Alatriste nació en la Ciudad de México el 15 de julio de 1949. Estudió Administración de Empresas y Letras Españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México; cursó la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido.

Ha sido director de diversas editoriales, entre ellas: Editorial Nueva Imagen, Alianza Editorial Mexicana y Editorial Alfaguara, dentro del Grupo Santillana. Fue cónsul general de México en Barcelona y coordinador de Difusión Cultural en la UNAM.

También ha colaborado con los periódicos La Jornada, Reforma, y con las Revista de la Universidad de México y la Revista de Occidente. En 1995 obtuvo el Premio Internacional de Novela Planeta-Joaquín Mortiz, por su novela Verdad de amor.

Para más información sobre su trabajo visita sus redes @AlatristeSeal