Cultura

Sorolla, el artista español más internacional, recupera el puesto que no debió perder

Lógicamente, España es el país que más valoró a Sorolla, también a veces a fuerza de comprobar cómo en el extranjero se le coronaba como uno de los mayores artistas de su tiempo, resalta Enrique Varela

Autorretrato de Joaquín Sorolla (1904).

Autorretrato de Joaquín Sorolla (1904).

A comienzos del siglo XX era el pintor español más reconocido internacionalmente, pero tras su muerte en 1923 la figura de Joaquín Sorolla se fue olvidando fuera de España, algo que en los últimos años ha empezado a cambiar, con importantes exposiciones en Madrid, París, Londres, Milán, Dallas o Nueva York.

"Lógicamente, España es el país que más valoró a Sorolla, también a veces a fuerza de comprobar cómo en el extranjero se le coronaba como uno de los mayores artistas de su tiempo", resalta el director del Museo Sorolla de Madrid, Enrique Varela, en una entrevista con EFE con motivo del centenario del fallecimiento del pintor, que se celebra este jueves.

París le rindió todos los honores de premios y medallas. Y Estados Unidos la gloria de la fama, de las exposiciones, de las ventas, los encargos, los clientes y el público. "Verdaderamente el éxito de Sorolla en Estados Unidos fue memorable y supuso la confirmación y culminación de la dimensión internacional de su arte", agrega Varela.

Para Varela, "tras la magnífica generación de sus seguidores y discípulos que mantuvieron viva la llama, llegó un momento en que puede decirse que 'había que matar al padre', y hubo una generación posterior a él que acabó renegando del sorollismo".

Y "con el horizonte de las corrientes internacionales, las vanguardias, los informalismos, etc, del sorollismo se pasó al antisorollismo. Y sobre Sorolla se posó el silencio, no el olvido, pues su obra estaba ya en los museos", recuerda el director del museo, ubicado en la casa del artista.

En las últimas décadas del siglo XX hubo un despertar por su pintura, que se ha consolidado en el XXI, que "ha supuesto la recuperación total en la valoración de su figura", afirma.

El punto de inflexión lo marcaron las exposiciones "Sorolla-Sargent" en el Museo Thyssen de Madrid y en el Petit Palais de París en 2006-2007 y "Joaquín Sorolla" en el Prado madrileño en 2009.

Luego se unió "Sorolla, maestro español de la luz" que le dedicó la National Gallery de Londres en 2019, la primera retrospectiva del artista en la capital británica desde 1908.

Otra muestra destacada fue la de 2013 en el Museo Meadows de Dallas, "Sorolla y América", en la que se recuperaron pinturas que expuso en Nueva York, Boston y Búfalo y piezas de colecciones particulares.

La muestra de Dallas supuso una importante reivindicación de su figura, que continuó con la retrospectiva que en 2016 le dedicó la Kunsthalle de Múnich, en el mismo año en el que sus obras colgaron del Museo de los Impresionistas de Giverny (Francia).

"Tierra adentro" fue el título de la muestra que le dedicó el Museo Nacional del Arte Antiguo de Lisboa en 2018 y "Joaquín Sorolla. Pittore di luce" la del Palacio Real de Milán de 2022.

"Sorprende que, con toda la vinculación de Sorolla con Italia, especialmente en sus años de formación, pero también después no sea un artista muy conocido" en el país transalpino, resalta Varela.

Y este año, en el que se conmemora el centenario de su muerte, Roma, Dallas o Copenhague son otras ciudades que forman parte de las actividades que se han organizado para "acrecentar y consolidar el conocimiento nacional e internacional".

Un aumento del interés por la figura de Sorolla que se constata con los visitantes de su museo madrileño, que recibe a unas 250.000 personas al año, el 32 por ciento extranjeros, en una tendencia creciente entre los turistas estadounidenses y franceses, principalmente.