
Reza el dicho que “al cliente lo que pida, y al público lo que le guste”, y quizá por esa razón tendremos una temporada más con esa horrenda jugada llamada “Tush Push”, que no es otra cosa que “empujar por el trasero” al quarterback para que consiga una yarda en una situación cerrada.
No es un secreto ni hay que ser un genio para deducir que las Águilas de Filadelfia son unos maestros para ejecutar dicha acción, en otras palabras son sencillamente imparables, infalibles, a la hora de realizarla, pero ¿realmente contribuye en algo o suma algo al futbol americano de nuestros días, ese que con el paso del tiempo se ha ido transformando en un deporte cada vez más sofisticado? Quizá no, más allá de la emoción que provoca en la afición por un tipo de jugada que más parece de rugby que de futbol americano.
Es verdad, llama la atención porque es la competencia por el espacio en su estado más primitivo: la fuerza bruta en un choque frontal de la ofensiva contra la defensiva.
Cuando apareció esta jugada, hace ya algunos años, no podemos objetar que sorprendió y encendía a la afición, pero con el tiempo fue degenerando al grado que algunos equipos, al ver que ahora esta permitido ayudar a un compañero e incluso cargarlo para meterlo a la zona de anotación (como ya lo hemos visto en algunas ocasiones en que algún liniero ofensivo, literalmente, carga a su mariscal para anotar), pues lo han hecho con total impunidad.
LO RUDO SOBRE LO ESTÉTICO
Presenciamos esto y nos cuestionamos: ¿dónde quedaron ese corredores que volaban sobre las líneas para anotar faltando una yarda, como lo hacía Walter Payton, de Chicago, o Ladainian Tomlinson, de San Diego? Eso se acabó.
En la actualidad es llamado “Quarterback snick” se volvió un todos contra todos y a ver quién empuja más. De haber existido eso siempre no me imagino cuántos touchdowns habría hecho el mariscal Jim McMahon, de Chicago, en los 80, teniendo a William “Refrigerador” Perry para empujarlo, o más aún hasta Payton habría anotado su anhelado touchdown si Perry lo hubiese cargado para marcar puntos en el Super Bowl XX contra Nueva Inglaterra, así de sencillo.
La semana anterior, durante la junta anual de dueños, se llevó a cabo la votación para decidir el futuro de dicha jugada, y el resultado de 22 a 10, demostró que la mayoría de los equipos no la quieren mantener. Sólo se quedó a dos votos de ser prohibida. Aún así, advertir que 22 de 32 conjuntos votaron en contra dice mucho de la situación.
Por más efectiva y dominante que sea la ofensiva de Filadelfia con dicha jugada, y que algunos escuadrones más no admitan su envidia por no poder ejecutarla con la misma eficacia, no justifica que deba ser un referente de lo que es la actual NFL, porque jamás será lo mismo copiar algo que suma al desarrollo como un sistema ofensiva al estilo de la “Ofensiva de la Costa Oeste” de Bill Walsh, que revolucionó a la Liga, que copiar una jugada de fuerza bruta que, por más divertida o entretenida que pueda resultar para la afición, no deja de ser una etiqueta de la que la NFL se quiere alejar, es decir, de la fuerza bruta, porque nunca será lo mismo ver jugadas de múltiples engaños de reversibles, play action, pases rolados, optativas o hasta el quarterback escondiendo el balón para llegar a la zona de anotación, que una jugada de fuerza bruta contra fuerza bruta.
Cada quien sacará sus propias conclusiones, es libre, pero no es algo que enaltece a la maravilla de sofisticación que es actualmente la NFL.
¿UN DREAM TEAM DE NFL PARA FLAG FOOTBALL?
De la misma manera, la semana anterior trascendió que la Liga autorizó a los jugadores de los equipos a participar en el Flag Football de los Juegos Olímpicos a celebrarse en Los Angeles 2028. Desde ya, han comenzado a circular posibles rosters de ensueño para el equipo de Estados Unidos y, obvio, todos apuntan a Lamar Jackson, el quarterback de Baltimore, como el indicado para dirigir ese equipo de estrellas, pero ¿realmente se requiere que esa selección de flag football sea integrado por ídolos de la NFL?, quizá no.
Y es que no se trata de la misma situación que vivió el basquetbol de EU cuando decidió formar el Dream Team para hacer frente en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, momento en que el Comité Olímpico Internacional permitió la participación de atletas profesionales.
Además, no era un secreto que la rama varonil de basquetbol estadunidense había dejado de ser la potencia en Juegos Olímpicos en dicha disciplina y, a como diera ligar, deberían reconquistar ese título. (Cabe señalar que la selección de EU, antes de la era del Dream Team, era integrada por jugadores universitarios, o sea, algo nada despreciable).
Sin embargo, de cara al Flag Football la cosas lucen muy distintas, EU es el indiscutible campeón mundial de la disciplina a través de los diversos campeonatos mundiales que se han celebrado, dicho de otra manera, no requiere a las estrellas de la NFL para imponerse, no obstante, y es comprensible, los JO 2028 son un aparador o vitrina enorme para la NFL y su mercado de pretensiones mundiales, y que mejor que mostrar a los embajadores de la Liga en un evento de alcance mundial.
En eso sabemos que la NFL es un genio para expandir su poder, y nadie lo puede negar o criticar, ofrece un espectáculo maravilloso.