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Al esloveno de 26 años nadie pudo seguirle el ritmo y se consagra como una de las grandes figuras del ciclismo mundial

Tadej Pogacar suma su cuarto Tour de Francia

Triunfador. El esloveno Tadej Pogacar empieza a marcar otra etapa de la historia en la carrera gala. (EFE)

Tras tres semanas de dominio, Tadej Pogacar selló en París su cuarto Tour de Francia y lo hizo desde la cima absoluta del ciclismo mundial. Nadie pudo seguirle el ritmo desde su victoria en el Muro de Bretaña hasta la sentencia definitiva en Hautacam, pasando por la crono de Caen y la exhibición en Peyragudes, el esloveno desactivó uno a uno los intentos de rebelión.

Ni el calor, ni la niebla de los Alpes, ni los tímidos ataques de Vingegaard fueron suficientes para inquietarlo. Y, sin embargo, el líder del UAE Team Emirates cerró esta edición más con alivio que con euforia, tras la etapa 21 que se disputó entre Mantes-la-Ville y París, de 132.3 km, con el final olímpico en el recorrido, en la que se impuso el escapado belga Wout Van Aert (Visma).

“Estoy fatigado, claro que sí. Ha sido un Tour muy exigente, no ha habido tregua”, reconoció antes de cerrar su paseo triunfal por los Campos Elíseos. “Me atacan por todos lados y esto se está haciendo largo”.

Van Aert, quien atacó en duelo con Pogacar en el tercer ascenso a Montmartre, a 8 km de meta, firmó su segunda victoria en los Campos Elíseos y la décima en el Tour con un tiempo de 3h.07.30, a una media de 42,3 km/hora.

Pogacar, en un final atípico, sin esprint masivo por la presencia de del triple ascenso a Montmarte, donde el propio campeón destrozó la carrera, completó su obra maestra como campeón del mundo vigente, con solo 26 años, y con una trayectoria que suma además 21 triunfos de etapa en el Tour, como parte del total de 104 en su palmarés.

Fue una victoria contundente la del esloveno, quien marca una era del ciclismo merced a una voracidad que a veces se considera excesiva, pero que le permite abrillantar su palmarés a marchas forzadas, hasta el punto de quedarse él mismo como principal rival.

Pogacar subió al podio de los Campos Elíseos por cuarta vez para escuchar el himno de su país. Se trata de su quinta gran vuelta, ya que se impuso en el Giro 2024. Junto a la estrella del UAE se hicieron la foto del cajón el danés Jonas Vingegaard (Visma) y el alemán Florian Lipowitz (Red Bull Bora), segundo y tercero respectivamente.

Pogacar es una estrella que persigue la estela de Eddy Merckx, su referencia en la historia y su estímulo, si bien la comparación con el “Caníbal” le pueda suponer un estrés que en poco le puede beneficiar. El belga es a día de hoy el mejor de la historia.

Lipowitz y Onley las revelaciones

El Tour ha mostrado dos revelaciones, el alemán Lipowitz (Red Bull Bora Hansgrohe), de 24 años, tercero y maillot blanco de mejor joven, y el británico Oscar Onley (Picnic PostNL), cuarto en la general. En el top ten destacó la presencia del esloveno Primoz Roglic, octavo y en clara decadencia, y la ausencia de españoles.

Healy el supercombativo

En el resto de clasificaciones el maillot de la montaña también fue a parar a las espaldas de Pogacar, quien sucede en el jersey de puntos rojos al ecuatoriano Richard Carapaz, el ganador por punto fue el italiano Jonathan Milan (Lidl), ganador de 2 etapas y el mejor equipo fue el Visma. También brilló el irlandés Ben Healy, declarado supercombativo del Tour 2025.

En menos de un mes se pondrá en marcha la Vuelta a España. Vingegaard anunció su presencia; Pogacar es una incógnita, pero el Tour le empuja al descanso.

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