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¿Qué nos depara la NFL 2023?

Si algo tiene la NFL es que a cada inicio de temporada regular despierta la curiosidad con numerosas interrogantes. La campaña del 2023 no será la excepción y ahí tenemos ya varias en la lista. Sin duda las principales serán la presencia y resultados de Aaron Rodgers en los NY Jets; el trabajo del coach Sean Payton en Denver y ver de qué manera logrará resucitar la carrera del mariscal Russell Wilson; la novela que se vive en Washington con la llegada de nuevos dueños; la continuidad de Brock Purdy en San Francisco y demostrar que es el quarterback del futuro de la franquicia; la endeble salud de Tua Tagovailoa con Miami y su propensión a lesionarse continuamente; el resurgir de Detroit con el Coach Dan Campbell; el reto de Filadelfia para demostrar que es de verdad y no sólo la sorpresa de una temporada.

Aaron Rodgers

Aaron Rodgers

TW NY Jets

Cada una de las interrogantes se irá resolviendo semana a semana, aunque algo es cierto, deberán ser respuestas rápidas, porque en el deporte de nuestros tiempos la paciencia no es precisamente una moneda de cambio.

SIN PRETEXTOS PARA DESPEGAR

Desde la temporada anterior mucho se dijo que los Jets sólo requerían de un quarterback de gran calidad para aspirar a ser contendientes de verdad. Sus deseos se volvieron realidad y ahora lo tienen con Rodgers. El problema para la organización y para el staff de entrenadores, comandados por Robert Saleh, será la enorme presión para dar resultados desde el inicio. No hay pretextos para una campaña de mediana calidad; la demanda con Rodgers al mando es ganar el título de la división Este de la AFC y avanzar lejos en los playoffs. Algo menos que eso sería un fracaso. El problema es que Rodgers, con el paso del tiempo, se ha convertido en un tipo de poca paciencia, y eso quedó demostrado durante la primera práctica oficial ante Carolina, donde Aaron se molestó mucho con sus compañeros de la ofensiva porque, como señaló, los notó carentes de intensidad. Esos desplantes podrían dar al traste con la química que se pretende lograr en el seno de los Jets.

EL TIRO POR LA CULATA

Denver echó la casa por la ventana y contrató al entrenador Sean Payton (ex de Nueva Orleans), lo convenció de abandonar el retiro y le puso en bandeja de plata al equipo con la condición de que los Broncos regresen a la postemporada. Es verdad que Payton tiene el talento como coach y al personal humano en sus jugadores, en especial en el mariscal Russell Wilson; sin embargo, Payton dijo algo que no agradó a mucha gente y que podría costarle muy caro en caso de no alcanzar las metas para esta temporada.

Resulta que se atrevió a criticar abiertamente la labor de su antecesor en Denver como coach, nos referimos al trabajo que hizo Nathaniel Hackett, quien tuvo una campaña horrenda y fue despedido sin apenas completar su primera temporada al frente del equipo.

Payton señaló que, en su opinión, había sido el peor trabajo de un staff de coacheo que había visto en su vida. Hackett, ahora con los Jets como coordinador ofensivo, respondió que Payton había roto un código de ética entre colegas, algo que es cierto a todas luces. Con lo anterior, más le vale a Payton tener una gran campaña con Denver, o de lo contrario será el hazme reír de la Liga. Solito se colocó la presión encima. En la campaña se verán las caras ambos equipos, y será un duelo que despertará mucho morbo para todo el mundo.

MUCHA MORALIDAD, PERO QUIEREN RESULTADOS

En Washington se viven tiempos de cambios radicales, no sólo porque el equipo tiene nuevos dueños, sino porque eso podría significar el cambio de un staff de coacheo que no ha dado los resultados esperados en varias temporadas.

Los feamente llamados Commanders han sido un conjunto sin identidad y con varios problemas extra cancha que trataron de ser resueltos con la llegada del coach Ron Rivera.

Más que como un gran estratega, Rivera es visto como un líder que regresaría la disciplina y el orden al equipo. De cierta manera lo ha logrado, pero lo cierto es que la nueva directiva presionará con resultados. No en vano llegó Eric Bienemy como nuevo coordinador ofensivo, procedente de Kansas City y precedido por la fama de ser el alumno más avanzado del entrenador Andy Reid.

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Si el esquema de Bienemy da resultados en esta primera campaña, seguramente la directiva dará continuidad al proyecto de Rivera, de lo contrario podrían llegar movimientos significativos, como el cambio de ese espantoso mote de Commanders, de cual los nuevos dueños ya dejaron ver que no les agrada del todo. Ojalá regresara el original mote de Redskins y se dejaran de hipocresías.

Sin embargo, se acuerdo a lo que trascendió durante la semanas anterior, muchos jugadores se han quejado del trato duro y exigente de Bienemy, pues argumentaron ante el coach Rivera, que el coordinador ofensivo es muy intenso en su manera de enseñar, de entrenar, y eso les incomodaba. Rivera y Bienemy alegaron que e trata de la personalidad de cada entrenador, y de que si se comporta de tal manera es porque desea que los chicos de verdad progresen, sientan la presión y progresen lo más rápido posible.

LA FIEBRE EN SAN FRANCISCO SE LLAMA “PURDY TIME”

No hay duda de que la expectativa para los 49ers en esta campaña es muy alta, y en mucho dependerá de la continuidad que logre el joven mariscal Brock Purdy. Completamente repuesto de la lesión en el codo que lo dejó fuera de combate en la antesala del Super Bowl, las esperanzas de una gran campaña recaen en la consistencia que muestre Purdy en su segundo año y ya establecido como el titular indiscutible.

Aunque aun hay analistas que piensan que Trey Lance es mejor que Purdy, la realidad es que en esta posición al final lo que realmente cuenta es la parte intelectual. no es que se menosprecie la cualidad atlética, pero de que sirve un portento físico si ala hora de jugar no puede procesar el juego de manera mental.

Es cierto que Purdy, a pesar de tener una gran movilidad no posee ni cerca el cañón que tiene por brazo Lance, y menos su complexión atlética, pero mientras Brock parece haber entendido a la perfección el sistema de Kyle Shanahan, Trey aún duda a la hora de ejecutar. Sin más, Purdy parece ser el indicado para llevar a este equipo lejos en la campaña.

NO SÓLO ENJUNDIA, HAY QUE DEMOSTRAR

Tres casos llaman la atención en este apartado: Detroit, Filadelfia y Miami. Los Leones tuvieron un cierre de temporada en el 2022 que hace soñar a sus aficionados. El entrenador Dan Campbell pareciera que por fin llevó estabilidad al equipo y de paso comenzó a instaurar lo que denomina como una cultura ganadora. Eso incluyó el despegue del pasador Jared Goff, quien fue tratado de cartucho quemado tras salir de los Carneros y pasar a los Leones. Pareciera que toda esa situación realmente le hirió el orgullo a Goff, y aunado a la dupla de un enjundioso Campbell, el equipo se nota prendido.

Dado que ya no está Aaron Rodgers en Green Bay, Minnesota es un sube y baja, y Chicago sigue en su etapa de reconstrucción, todo indica que Detroit es el avocado a quedarse con la división Norte de la AFC. Será momento de demostrar.

Con Filaldelfia, mucho se dice que es un trabuco, que Jalen Hurts es el nuevo super mariscal de doble y triple amenaza,pero lo cierto es que se olvidan de otros fenómenos como Donovan McNabb o el mismo Michael Vick que jugaban tan o más espectacular que el mismo Hurts. Será una temporada en que el equipo de las Águilas debe se consolidar todo lo que se ha dicho desde que cayeron en el Super Bowl anterior ante los Jefes de Kansas City: que son el equipo a seguir.

No hay duda de que es un conjunto muy físico, pero de ahí a señalar que son la innovación e imponen la pauta de cómo se juega hoy día, creo que están lejos aún de eso. Seguramente se llevarán la división Este de la NFC, pero ya en playoffs no será tan sencillo.

Finalmente, Miami y la incertidumbre que viven con su pasador Tua Tagovailoa. Después de varias conmociones cerebrales sufridas durante la campaña anterior, Tua es todo un enigma para el coach Mike McDaniel, pues cada vez que lo derriben pondrá a temblar a todos en el equipo. El chico es bueno, tiene chispa, cualidades, y aunque su estilo no sea el más ortodoxo o elusivo para lanzar, hace el trabajo de manera eficiente, sólo restará ver que pueda mantenerse sano o, mejor, sin que lo golpeen como para dejarlo fuera del emparrillado.