Deportes

El deporte como vía de manifestación de la intuición

“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente.

Hemos creado una sociedad que honra el sirviente y ha olvidado el regalo". Albert Einstein

En nuestro día a día, lleno de pensamientos y acciones que le dan forma, muchas veces dejamos de lado el poder de la intuición y nos basamos en la lógica y la racionalidad. Pero, como nos dijo Albert Einstein con su famosa frase, es importante valorar ese don sagrado que es la mente intuitiva, uno que, en muchos casos, se manifiesta mejor por medio del deporte.

El juego interior del deporte: más allá de la estrategia

El deporte, en su expresión más genuina, nos propone un desafío interior donde la intuición tiene un rol clave. Cuando un jugador de futbol se enfrenta a la meta contraria y debe elegir entre un pase o un tiro, su mente intuitiva actúa. En ese momento, más que las estrategias y tácticas aprendidas, es la intuición la que orienta el movimiento, la que señala la mejor opción ante la velocidad del juego.

La intuición es como un sexto sentido que se desarrolla a través de la práctica y la experiencia. Es la voz interior que nos guía en momentos de presión y nos ayuda a tomar decisiones rápidas y acertadas.

En el deporte, es fundamental para anticiparse a las jugadas, leer la mente del rival y encontrar soluciones creativas en situaciones impredecibles. Es un recurso invaluable que nos conecta con nuestro instinto más profundo y nos permite alcanzar nuestro máximo potencial en la competencia.

Puro ‘Chorizo Power’
Por: Francisco Ortiz MendMay 25, 2025

La espontaneidad en la acción: un don del deporte

La práctica deportiva nos enseña la importancia de la espontaneidad en la acción. Un corredor de maratón no puede depender solo de un plan meticuloso; debe escuchar su intuición en cada paso, adaptándose al terreno y a las condiciones del momento.

La intuición en el deporte se muestra en la capacidad de tomar decisiones rápidas y precisas, sin necesidad de un análisis exhaustivo. Es una habilidad que se cultiva con la práctica constante y la confianza en uno mismo. Los deportistas de élite confían en ella para dar lo mejor de sí en cada competencia, sabiendo que a veces es necesario dejar de lado la racionalidad y dejarse llevar por el instinto.

Intuición y racionalidad, en armonía

El gran reto es hallar el equilibrio entre la intuición y la racionalidad. En el tenis, por ejemplo, un jugador debe fiarse de su instinto para reaccionar a un saque imprevisto, pero también necesita la disciplina mental para aplicar la técnica apropiada. Es en esta armonía entre lo intuitivo y lo racional donde se encuentra el verdadero potencial.

Al igual que en la vida cotidiana, el deporte nos muestra que la mente intuitiva y la mente racional se complementan. Si bien la racionalidad nos provee de estructura y planificación, es la intuición la que nos orienta en momentos de duda y nos conecta con nuestra sabiduría interna. El regalo de la intuición se manifiesta en la fluidez del movimiento, en la toma de decisiones seguras y en la capacidad de adaptación ante lo imprevisto.

Aprender a seguir nuestra voz interior

El deporte no solo nos ayuda a tener un cuerpo sano, sino también a desarrollar y respetar el don sagrado de la intuición. Al practicarlo, podemos aprender a seguir nuestra voz interior, a creer en nuestros instintos y a hallar ese balance entre la mente intuitiva y la mente racional que nos facilita vivir con más claridad y sabiduría.

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