Sin descenso y con multipropiedad
Después de lo que ocurrió la semana pasada, me queda claro que el descenso no desaparecerá del futbol mexicano por varios años y que la multipropiedad seguirá por un largo tiempo. Además de confirmar la división y hasta pleito que hay entre los grupos de poder de los dueños de la Liga MX.
¿Qué ocurrió la semana pasada? Un par de reuniones con dos de los directivos que más poder tienen actualmente en la Federación Mexicana de Futbol, en donde quedó claro que sus intenciones van en contra de lo que propuso Yon de Luisa hace unas semanas en su famosa conferencia tras el fracaso en Qatar 2022.
Los argumentos para que no haya descenso y para mantener la multipropiedad son completamente económicos y están muy bien fundamentados. Hablan de la devaluación que sufren los equipos que bajan a la Liga de Expansión y que hace que el valor de una franquicia disminuya más del 70 por ciento y de lo complicado que es para sus propietarios invertir para regresar al máximo circuito. También de que no hay, a diferencia de otros países, “seguros económicos” que ayuden a los inversionistas cuando deportivamente sus equipos descienden.
Los aficionados son los que consumen y generan los ingresos.
Empresas que ayudan más allá del futbol
Esas circunstancias hacen que nadie quiera invertir en el futbol mexicano y por eso justifican la multipropiedad. Empresas como las que actualmente tienen varios equipos han aportado al futbol mexicano infraestructura de primer mundo en ciudades como Torreón, Tijuana, Pachuca, Guadalajara, Mazatlán o León, y han formado empresas que ayudan a familias mexicanas más allá del futbol. En cambio, los últimos inversionistas “solitarios” que han querido entrar a la Liga MX dejaron a sus equipos en la ruina, incluyendo a las familias que dependían de ellos, por ejemplo, el Veracruz de Fidel Kuri.
Por supuesto que el ideal es el de empresarios que aporten y trasciendan en las comunidades, que no dejen desamparados a los equipos y a quienes dependan de ellos, como lo son varias que hoy en día tienen dos o más equipos en nuestro futbol, pero también es cierto que los mismos dueños actuales se han encargado de que no haya nuevos inversionistas al no crear las condiciones ideales para que el futbol mexicano sea atractivo.
El tema deportivo es el que queda completamente en el olvido, y que a final de cuentas genera mayor valor en una Liga o equipo.
Nivel a la baja
El nivel del futbol mexicano va a la baja y el valor de sus franquicias igual, y seguirá de esta forma mientras se priorice el tema económico sobre el deportivo. Sí, los dueños actuales tendrán certeza sobre sus equipos, pero los aficionados, que son los que consumen y generan los ingresos, poco a poco se van cansando y hartando del mal espectáculo, los malos resultados y de que no haya cambios.
La liga de nuestro país es solamente interesante para el mercado local, y la competitividad hacia el extranjero es cada vez menor. Solamente se compite con Estados Unidos y esa es una liga que también a nivel internacional no existe. Para muestra hay que recordar el pasado Mundial de Clubes, donde Seattle Sounders perdió en su primera presentación.
El futbol, un negocio privado
A final de cuentas el futbol es un negocio privado, y los dueños en México son personas que han tenido éxito financiero con sus respectivas, que buscan asegurar sus inversiones, sin importar las consecuencias hacia la afición, medios o el mismo deporte.
El futbol mexicano seguirá con buenas entradas en los estadios, dos o tres jugadores destacados, alguna exportación cada verano y llenos en los estadios de Estados Unidos, de clubes y de selección, pero mientras son haya cambios reales, a nivel internacional seguiremos sin existir. Pero eso, no es algo que a quienes tomas las decisiones les interese.
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