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Garoppolo y la ruleta del destino

A veces no es necesario tomar decisiones, la vida, por si sola, se encarga de reacomodar las cosas y pone a todo en su lugar. Al menos eso fue lo que sucedió el domingo con los 49ers de San Francisco y la encrucijada en la que se encontraba Kyle Shanahan, su entrenador, y el dilema sobre mantener a Trey Lance, su joven proyecto de quarterback a pesar de que las cosas no parecían funcionar de acuerdo a lo planeado, o regresar a la vieja fórmula que ha hecho ganador al equipo en las recientes temporadas con el veterano Jimmy Garoppolo.

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La fractura de tobillo que dejará fuera por toda la campaña a Lance por requerir intervención quirúrgica le ha facilitado la toma de decisiones a Shanahan, por duro que pueda sonar o parecer.

Lo cierto es que desde la última semana de pretemporada, la directiva y el mismo entrenador de los 49ers no se encontraban del todo cómodos o convencidos con el accionar del joven mariscal, quien parecía aún indeciso en la toma de decisiones sobre el campo a la hora de elegir sus objetivos para lanzar el balón y peor aún al momento de ganar yardas por tierra, una de las principales razones por las que Shanahan tanto había anhelado a Lance como su mariscal de campo para comandar una ofensiva de grandes posibilidades tanto por aire como por tierra al ser un quarterback de gran movilidad, algo de lo que carece Garoppolo.

Sin embargo, desde aquel juego ante Houston en pretemporada, y más tarde en la semana 1, ya en temporada regular contra Chicago, fue evidente que Lance aún se encontraba desenganchado del ritmo y la velocidad del futbol colegial al profesional; incluso, se le vio muy indeciso a la hora de correr el balón, sin idea, como si sólo corriendo por su vida en vez de hacerlo de manera inteligente para ganar tiempo para encontrar receptores o para ganar yardas.

La lesión supone, obvio, un fuerte golpe para el chico de apenas 22 años y quien ya era desde este momento la apuesta más fuerte de Shanahan y Johnny Lynch, el gerente general de los 49ers, quienes decidieron cambiar sus tres futuras selecciones colegiales de primera ronda de los Drafts de 2022, 2023 y 2024, con tal de reclutar a este jugador.

UN CAMBIO RADICAL

No obstante que ambos señalaron repetidamente que Lance era el quarterback titular pasara lo que pasara, en sus rostros era notorio cierto desencanto, semblante que cambió notoriamente la tarde del domingo cuando ante la salida de Trey por la lesión y la entrada de Garoppolo el accionar de la ofensiva de los 49ers tuvo un cambio radical con el veterano bajo centro mandando jugadas y ejecutando el sistema de pases cortos y precisos que les ha dado tanto éxito en las recientes temporadas, jugadas en las que se apreció la facilidad con la que Garoppolo encontraba sus blancos rápidamente, algo que a Lance le costaba mucho trabajo como consecuencia normal de su falta de experiencia.

Una de las cosas que más llamó la atención fue el cambio no sólo de productividad de una ofensiva a la que le costaba avanzar a otra que sumaba primeros y diez de manera frecuente, sino el estado anímico de los jugadores que se notaban en sintonía con Jimmy. El gusto por tenerlo de vuelta fue evidente, y aunque Shanahan trató de ocultar sus emociones, no hay duda de que esta situación que la vida se ha encargado de reacomodar la da nuevamente una oportunidad de llegar lejos en la temporada 2022. La prueba, una sólida victoria sobre Seattle, un rival divisional de una muy buena defensiva a la que le anotaron 27 puntos.

LOS MISTERIOS DEL DESTINO

Y cuando nos referimos a esas jugarretas del destino, que curioso fue que las cosas se dieron para que nadie se interesara por Garoppolo en la agencia libre, que la operación de hombro a la que se sometió frenó el interés de potenciales equipos que lo pretendían, y que la misma directiva de los 49ers decidiera no cortarlo y en vez de ello reestructurar su contrato para que terminara su acuerdo de cinco años.

Muchos creen que retener a Garoppolo fue una inteligente estrategia de protección que ejecutaron Shanahan y Lynch en caso de que su “apuesta” no funcionara como esperaban. A la postre salió fue acertada ante la lesión de Lance. Sin duda, el no haber tomado la decisión de quitar a Trey para poner a Jimmy fue un respiro para el coach, ya que así se dieron las circunstancias, y para quien lo quiera comprar o no, Garoppolo es una real carta para ganar ahora que los 49ers tienen abierta la llamada “ventana” en este momento.

EL BENEFICIO DE LA DUDA

Es verdad que Trey Lance puede tener un gran potencial, que algo extraordinario le vio Shanahan y sus buscadores de talento hace un año, pero quizá también es real que aún no esta listo para el ritmo de la NFL.

A nivel colegial Lance sólo jugó 17 partidos como titular de 19 encuentros con North Dakota State del 2018 al 2020, una cantidad muy precaria para que un mariscal de campo madure a nivel colegial.

Potencial lo tiene, pero no el tiempo suficiente en el campo de juego; no por nada Bill Parcells, un gran ex entrenador y guru de este deporte ha señalado que un jugador en esa posición debe haber jugado sus cuatro años de universidad para llegar maduro al profesional, y Lance como muchos otros sólo lo hizo por tres años antes de nombrarse elegible al Draft.

Por otra parte, las palabras de Mike Martz, un genio ofensivo, ex coordinador de ataque y posteriormente coach de los Carneros, y quien fue responsable de montar una de las ofensivas más explosivas de la historia de la NFL, han creado cierta polémica al respecto de Lance, al señalar que aunque respeta la opinión de Shanahan, dice “personalmente jamás le vi algo especial al chico, nada que me hiciera pensar que sería una estrella en la NFL”. Uno de los comentarios más agudos y crudos fue en el que apuntó que Trey, “a pesar de su movilidad, no sabe correr con el balón, más bien huye sin sentido”.

En cualquier otra persona podría ser un comentario más, pero viniendo de un personaje como Martz, quien tiene dos apariciones en Super Bowl (34 y 36), con un triunfo en la primera edición ante Tennessee, es de tomar en cuenta y reflexionar.

EL PRESENTE

Shanahan y Lynch están más que conscientes que la “ventana” para ganar es ahora, y lo crean o no, Garoppolo significa la mejor oportunidad para hacerlo. De la misma manera, Shanahan se ahorrará el establecer un sistema ofensivo acorde al joven Lance para irlo adaptando poco a poco a la NFL y ahora podrá pulir el esquema que ha utilizado con Garoppolo en los últimos tres años y que han llevado al equipo a un Super Bowl y un Juego por el Campeonato de la NFC en tres años.

Como señalamos anteriormente, esta movida del destino le ha ahorrado al coach de los 49ers tomar la decisión de hacer un cambio en la posición y reconocer que Lance aún está verde. Está más que claro que Trey es su hombre, lo quiere para manejar su ofensiva soñada pero aún no es el momento, y si quiere ganar ahora es con Jimmy G, no hay más.

Además, otro aspecto a señalar es que con la lesión que tuvo Elijah Mitchell, el corredor principal del equipo, el ataque terrestre se vio mermado de manera importante, lo que de una u otra manera habría afectado si Trey Lance hubiera seguido al frente del ataque, pues uno de los planes era que el ataque por tierra fuera el gran apoyo para el joven mariscal. Con Garoppolo, que es más pasador que corredor, existe una real posibilidad de abrir el juego aéreo.

Así que, con una semana para entrenar con el primer equipo, seguro que veremos a un Jimmy G más acoplado a la ofensiva, a un Kyle Shanahan más cómodo mandando jugadas y sobre todo a un equipo más motivado que sabe que ahora si existe una verdadera posibilidad de ganar.