La liga de futbol americano profesional, NFL, decidió transformar una de las jugadas que ya estaban muertas: la patada de salida. Sólo una de cada cinco de estas patadas generaba una jugada, pues con la capacidad de los pateadores, el balón generalmente terminaba en la zona de anotación contraria y se declaraba pelota muerta y salida automática desde la yarda 20.

No bien esto se había anunciado, Steelers decide una contratación agresiva y firman a Cordarrelle Patterson, que hizo historia con los Falcons de Atlalta y es nada menos que el líder histórico de la NFL en touchdowns de devolución de patada. 

Increíblemente, Steelers se convierte en el más agresivo de los equipos en materia gerencial, luego de décadas y décadas de una actitud conservadora.

La patada de despeje cambia y, se espera, brindará nuevas oportunidades de puntos a los equipos que sepan evolucionar rápuidamente.

A diferencia de lo que hace el beisbol o el ya insufrible futbol, la NFL suele atacar este tipo de situaciones en muy poco tiempo. Incluso, el nuevo modelo de patada se retomó de las ligas alternas de futbol americano, algo impensable para otros deportes.

Hay, además, una razón médica. Las patadas de despeje que si generaban jugadas, ocasionaban contactos entre jugadores que llegaban encarrerados y podían originar lesiones graves.

Así, se tenía una forma de inicio o reinicio de juego sin emociones y que, en caso de generar jugada, era peligrosa.

Ahora los jugadores de ambos equipos estarán agrupados en torno a la yada 40 y 35 del equipo que recibe y no podrán moverse hasta que el regresador de patadas tenga la pelota en sus manos.

Y si los pateadores insisten en mandar la pelota más allá de la zona de anotación, eso dejará a su rival en una muy ventajosa yarda 35.