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Rory McIlroy evita una vez más a la prensa

El norirlandés no quiso hacer comentario alguno previo a su participación en The Open Championship

cuarto major

Rory se siente presionado, ahora que está jugando bien

Rory se siente presionado, ahora que está jugando bien

Foto especial

Rory McIlroy, el último ganador en Royal Liverpool y vencedor el domingo con dos últimos hoyos espectaculares del Open de Escocia, es el foco esta semana, es el gran favorito, con permiso de Scottie Scheffler y Jon Rahm. Son los top 3 mundiales, para The Open Championship.

Sin embargo, minutos antes de la hora programada para la conferencia con el norirlandés se canceló a petición del propio McIlroy.

Igual que hace un mes en Los Ángeles. La suspendió en el US Open en junio y lo ha vuelto a hacer esta semana en el Open.

¿Cuáles son las razones? ¿Qué le pasa a Rory? Pues simple y llanamente que está un poco hasta la coronilla de preguntas sobre el LIV, el acuerdo, la utilización del PGA Tour en los papeles que han llegado a la investigación abierta por el Senado estadounidense.

Rory no quiere más presión y si estos últimos meses se ha erigido en 'portavoz' de los jugadores del circuito americano que se han quedado jugando el PGA Tour y ha 'atacado' a los que han desertado, esta vez ha vuelto a decir, sin decirlo, que ya ha sido suficiente con dar la cara y mojarse por unos y otros este primer semestre del año.

Sí habló el norirlandés para el Open el día anterior en el campo de prácticas, aunque lo de este martes es un feo gesto hacia el R&A.

La expectación creada tras levantar la Jarra en 2014 ha estado presente en cada una de sus apariciones desde entonces, y el Campeonato de la PGA de EE.UU., que tuvo lugar dos meses después de su victoria en Hoylake le convirtió en el tercer jugador en conseguir cuatro 'Majors' a la edad de 24 años.

Los fracasos y decepciones estos últimos 9 años han sido numerosos y han ido acompañados de diversos grados de agonía.

Una noche en el liderato compartido le dio serias opciones de ganar el 150º Open el año pasado en Saint Andrews, pero un inspirado Cameron Smith se llevó los honores tras una racha de birdies el domingo, mientras que el mes pasado perdió sus opciones de un segundo US Open por un golpe ante Wyndham Clark.

Sus numerosos y leales seguidores de McIlroy deben de estar ya convencidos de que "la esperanza es lo que mata" y, fiel a su estilo, el jugador de 34 años parece estar recuperando su mejor nivel en el momento justo para intentar repetir título en el Royal Liverpool. Por eso prefiere no hablar más hasta después de recorrer el campo a partir del jueves.