Rory McIlroy dice que está decidido a ir en contra de su estilo intrépido y "aburrir" en su camino hacia una chaqueta verde largamente esperada en el Masters de Augusta la próxima semana.

Este será el décimo intento del norirlandés, dos del mundo, de convertirse en el sexto jugador masculino en la historia en completar el Grand Slam de su carrera y, después de una serie de decepciones en Augusta, McIlroy va con una estrategia conservadora que es decididamente poco Rory.

• "El buen golf en Augusta se siente como un golf aburrido y creo que es algo con lo que siempre he luchado, porque ese no es mi juego", dijo.

"Para mí es la mayor prueba de disciplina y paciencia del año. Se trata de no caer en la tentación de hacer demasiado, de ceñirse a tu plan de juego".

McIlroy habló en el Abierto de Texas y, según la evidencia de sus dos primeras rondas, el número 2 del mundo está asumiendo el papel desde el principio.

En su camino a un total de -5 golpes lo ha puesto en la contienda, McIlroy ha hecho solo un bogey para acompañar sus seis birdies y 29 pares.

Es todo un contraste con su último evento en The Players Championship hace tres semanas, donde en sus primeros 36 hoyos firmó tres bogeys, dos dobles bogeys, 15 birdies y solo 16 pares.

Por supuesto, TPC Sawgrass y TPC San Antonio presentan desafíos completamente diferentes, pero McIlroy ha tratado de calmar la volatilidad.

• “Solo he hecho un bogey en los últimos dos días, así que eso es mucho mejor de lo que mostré en el swing de Florida", dijo. "Esa ha sido realmente la razón del trabajo en las últimas dos semanas: tratar de erradicar los grandes fallos y tratar de mantener la pelota más frente a mí en lugar de a un lado. Y hacer toneladas de pares", advirtió.