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Vaea Verbeeck, una chica en el mundo del freeride

Vaea lleva varios años en la bicicleta y es su segundo año en México, por lo que nos cuenta cómo es ser una chica en este deporte.

Saltando barreras

La joven canadiense desafía las convenciones y destaca en el mundo del freeride.

La joven canadiense desafía las convenciones y destaca en el mundo del freeride.

Foto. Autora

En los lugares más inimaginables y en las desafiantes rampas, florece el freeride. Se trata de un deporte emocionante y extremo, que combina la destreza, la pasión y la aventura de cada uno de las y los riders; este deporte vio la luz a finales de la década de los 90 y con el paso del tiempo se ha hecho bastante popular. Para chicos y grandes es un fenómeno atractivo que hace explotar emociones y regala experiencias inolvidables.

No es una sorpresa que el mundo deportivo ha sido un espacio mayoritariamente para hombres, claro que en los últimos años ha cambiado y las mujeres han tomado lugares importantes, pero ha sido una lucha constante. Para la comunidad de las y los riders, compartir el amor y sus experiencias en cada reunión es importante, ya que en la disciplina predomina la colectividad, por ello todos y todas son bienvenidos en los espacios.

Vaea Verbeeck, una joven canadiense, desafía las convenciones y destaca en el mundo del freeride con su habilidad y talento. Su historia no solo es un testimonio de habilidad y valentía, sino también una inspiración para las mujeres que desean conquistar terrenos empinados y desafiantes.

Experimentar y aventurarse al universo de los saltos

En 2018 Verbeeck inició participando en algunas carreras en Mont Sainte Anne en Canadá, posteriormente estuvo en copas del Mundo y campeonatos mundiales (2019). En este tiempo también participó en algunos eventos de freeride, pero la formación de RedBull en Utah fue una pieza clave para que la atleta descubriera su curiosidad por experimentar y aventurarse al universo de los saltos.

“Es mi segunda vez en México y me encanta. El clima es hermoso. Es muy agradable ver a todos aquí en el evento, tuvimos una sesión por la mañana y al mediodía, pero siempre hay un poco más de viento cuando sube el calor y tuvimos que parar; volveremos cuando se ponga el sol y tengamos una buena luz, será mejor y todos podrán verlo, luego iremos todos a la fiesta (es el mejor momento)”, reveló Vaea en entrevista con Crónica Escenario.

Sesiones mucho más agradables

La canadiense se siente muy feliz de que la industria esté siendo apoyada y reconocida en todo el mundo; además, cada año se integran nuevos riders y hay gente que se interesa por ser más que espectador, lo que es realmente maravilloso para el deporte: “Honestamente es similar al año pasado. Yo pienso que la lista de riders cambia un poco, siempre vienen grupos de personas realmente divertidas. Agregaron half-pipe aquí en la pista, por lo tanto, las sesiones con mucho viento del mediodía son mucho más agradables”.

Para tomar la bicicleta y saltar se necesita una gran preparación física, pero también las emociones y la mente juegan un papel importante en cada reto, así lo describió la joven, “se trata definitivamente de mucha experiencia saltando, aquí en algunos de ellos tienes que pensar un poco, ya sabes, tienes que pensar después de hacer el trabajo. Al presionar el pedal tengo que estar segura de la velocidad correcta. Más tarde entraré en calor y todo lo demás será un poco más rápido. Es una experiencia divertida y al mismo tiempo nos mantiene alerta, también es gratificante cuando estamos en lo más bajo hablando de nuestra experiencia”.

Apoyo incondicional

Por fortuna, el camino de Vaea ha sido apoyado por sus compañeros hombres y desde que inició el sendero con su bicicleta se ha encontrado a las personas correctas para aprender.

“Los chicos son realmente muy dulces conmigo desde que comencé a andar en bicicleta. Tenía algunas amigas conmigo, pero durante el primer verano que comencé a andar en bicicleta, todas dejaron de pelear con las bicicletas y yo era la única chica, así que todos los chicos se convirtieron en miembros de la familia y simplemente me tomaron bajo sus alas, me ayudaron y me mostraron cómo hacerlo” aseguró la atleta.

Un proceso para pasarla bien

La canadiense compartió que desde el año pasado se han unido más chicas y ella espera que con el tiempo lleguen a la familia de raiders aún más, “confío en que el año que viene también habrá más chicas. Es un momento muy divertido y muchas de mis amigas que también son atletas profesionales me han enviado mensajes muy emocionadas de ver lo que hacemos aquí. Así que estoy segura de que habrá más el año que viene. Es un proceso y tenemos que seguir subiendo, seguir pasándola bien con la gente que quiere estar aquí”.

Para esta chica, el éxito y esforzarse día con día es una de las cosas que le encantan, desafortunadamente el esfuerzo le ha traído lesiones y eso ha sido uno de los desafíos más grandes en su carrera: “Esforzarme significa tomar riesgos y lesiones, pero honestamente, algunas de mis lesiones se deben a errores estúpidos. Y creo que todo el mundo puede identificarse, cada vez que hacemos algo muy peligroso tenemos que estar muy pensativos, muy concentrados y saber cuál es el momento perfecto para intentarlo. Normalmente sale bien, pero superar las lesiones lleva tiempo”.

Derribar barreras y desafiar las normas establecidas

Ser una mujer en el freeride significa derribar barreras y desafiar las normas establecidas. Representa la oportunidad de cambiar la percepción de lo que una mujer puede lograr en un deporte e inspirar a más niñas a seguir su sueño, pues ver a mujeres adultas en estos espacios es una oportunidad para ellas.

“Yo le diría a la niña que fui que haga lo que ama. Pasé mucho tiempo intentando competir, aunque sentía que no iba a poder hacerlo, tuve problemas con el movimiento del brazo durante las carreras y no estaba obteniendo buenos resultados, creo debí probarme y limitarme a una sola cosa, intentarlo todo y ver qué es lo que realmente me llamaba. Definitivamente hay algo en lo que verás que eres mejor o simplemente se siente bien; sigue tu corazón, no me arrepiento de nada. Estoy muy feliz donde estoy ahora, así que todo sucede por una razón”, fue el último mensaje de Vaea para su niña interior.

El freeride no tiene género

En resumen, Vaea Verbeeck no solo es una destacada rider, sino también una fuerza motivadora que demuestra que el freeride no tiene género. Su valentía y talento son el ejemplo de la nueva era que se está viviendo para el deporte, las mujeres pueden participar en deportes extremos y brillar con su propia luz.