
¿Por qué limpiar tus brochas es un must?
Las brochas acumulan residuos, grasa, células muertas y bacterias que provocan acné, irritaciones e incluso infecciones cutáneas. Además, no limpiarlas con frecuencia, afecta su desempeño y el resultado de tu maquillaje:
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- Los colores no lucen igual.
- El difuminado pierde calidad.
- El acabado es menos uniforme.
¿Cuándo y con qué frecuencia lavar tus brochas?
- Brochas de líquidos y cremas como la base y el corrector: al menos 1 vez por semana, algunos maquillistas recomiendan cada 2–3 días.
- Brochas de polvo como rubor y sombras: cada 1–2 semanas, dependiendo de su uso.
Recuerda que no debes compartirlas y tendrás que lavarlas, incluso más seguido, si eres profesional.

Pasos esenciales para una limpieza correcta
1. Enjuaga solo la punta
Usa agua tibia (nunca caliente), evitando sumergir el mango para no dañar el pegamento.
2. Usa jabón suave
Aplica shampoo para bebé, jabón neutro o un limpiador específico para brochas. Desliza las cerdas en tu mano o en un tapete de silicón.
3. Enjuaga hasta que el agua salga clara
Asegúrate de eliminar todo pigmento y jabón para evitar residuos.
4. Escurre y da forma
Con una toalla o papel, aprieta suavemente el exceso de agua y reacomoda las cerdas.
5. Sécalas correctamente
Déjalas planas o con las puntas hacia abajo en una superficie, jamás en posición vertical o con secadora caliente.
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Errores comunes que debes eliminar ya
- Usar jabones agresivos o detergentes como lavatrastes. Estos podrían dañar las cerdas y tu piel en caso de que no se enjuaguen correctamente.
- Sumergir el mango: causa que se suelte el pegamento y que la madera de tu brocha se dañe o el metal se oxide.
- Secar en posición vertical: moho y malformación.
- No reemplazarlas a tiempo: si las cerdas se caen o se decoloran, mejor comprar unas nuevas.
Beneficios que tu piel te agradecerá
- Menos brotes, puntos negros e irritaciones.
- Mejores resultados: el maquillaje se adhiere y difumina sin esfuerzo.
- Más duración de tus herramientas: evitas que se deterioren con facilidad.

Tip extra para tu rutina
¡Convierte la limpieza en un momento para consentirte! Pon tu música favorita, un podcast y aprovecha para aplicarte una mascarilla mientras lavas tus brochas. Toma este momento como una rutina de autocuidado disfrutable, porque definitivamente lo es.
Conclusión
La clave para una piel saludable y un maquillaje impecable también está en cuidar tus herramientas. Con estas recomendaciones, eliminarás las bacterias, mejorarás tus resultados y alargarás la vida de tus brochas. ¿Lista para un reto beauty? ¡A lavar, disfrutar y lucir radiante!
