Alrededor de una veintena de agentes del Pentágono, la CIA y la DEA han sido enviados a una base militar en el norte de México, para combatir a los cárteles de la droga y planear operaciones, afirmó ayer The New York Times.
Indicó que en fecha reciente, miembros de las agencias federales y civiles con entrenamiento militar han sido enviados a una base militar en el norte del país, donde el Pentágono ya está operando, pero por razones de seguridad le solicitaron no dar a conocer la ubicación.
Destacó que aproximadamente han sido enviados 24 elementos federales a territorio mexicano y que “por primera vez, funcionarios de seguridad de ambos países trabajan lado a lado para recolectar información sobre los cárteles de las drogas y colaboran para planear operaciones”.
Además, “funcionarios también están considerando la incrustación de un equipo de agentes de seguridad privados de Estados Unidos, dentro de una unidad especial antinarcóticos de policías mexicanos que han sido escrutados”.
México se convirtió en la “zona cero” de la lucha contra el narcotráfico, cuyos cárteles son responsables de más del 80 por ciento de la droga que ingresa a Estados Unidos, por lo que ha recibido más asistencia antinarcóticos en los últimos tres años que Afganistán y Colombia, indicó el Times en su artículo de primera plana.
Detalló que fuerzas estadunidenses han entrenado a cerca de 4 mil 500 nuevos agentes federales y han conducido grabaciones de conversaciones, manejado informantes e interrogado sospechosos.
Asimismo, el Pentágono ha proveído a México con nuevos equipos, incluidos helicópteros tipo Black Hawk, y en los meses recientes ha enviado aviones no tripulados sobre territorio mexicano para rastrear a narcotraficantes.
La base militar, explicó el diario, fue modelada a partir de “centros de fusión de inteligencia” como los que Estados Unidos emplea en Afganistán para supervisar grupos insurgentes.
Los intercambios de inteligencia entre México y Estados Unidos han ayudado a la captura o eliminación de unos 30 líderes de grupos delictivos, comparados con sólo dos arrestos de ese perfil en los cinco años previos.
El texto ofreció como ejemplo de la cooperación la reciente captura de José Antonio “N”, acusado de cientos de asesinatos en Ciudad Juárez, Chihuahua, con asistencia de la DEA.
El embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, explicó que en el último año ha aumentado el intercambio de inteligencia entra ambos países, una muestra del entendimiento de que la lucha contra los grupos criminales en México debe ser una responsabilidad compartida.
“El crimen organizado internacional solo puede ser exitosamente confrontado trabajando en conjunto. El resultado es tan simple como irresistible: juntos tendremos éxito o fracasaremos”, enfatizó Sarukhán.
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