
El Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes se llenó de energía desbordante la noche del 18 de octubre, cuando la banda de indie rock canadiense, Mother Mother, pisó el escenario en un concierto que conquistó a chicos y grandes con su talento y show inolvidable.
Al lugar llegaron muchos menores de edad, la mayoría acompañados de sus padres e incluso con su familia completa. Los seguidores, muchos de ellos vestidos con camisetas alusivas a la banda y algunos con atuendos inspirados en la estética peculiar de Mother Mother, iban muy emocionados por entrar.

A las 20:20 horas, Zoel, salió al escenario para encender motores. Fue recibida con aplausos y gritos, la cantante se encontraba muy emocionada. Acompañada de su banda tocó por aproximadamente media hora. Al finalizar su presentación agradeció y pidió un aplauso para Mother Mother.
Poco a poco el lugar se fue llenando y en cuanto dieron las 20:30 hrs ya era difícil encontrar un buen lugar. Mientras la gente esperaba la hora de salida de las estrellas de la noche, el lugar fue ambientado con diversa música y todos y todas corearon.

Después de cuarenta minutos las luces del recinto nuevamente se apagaron y los gritos fueron ensordecedores: La hora había llegado. Cada uno de los integrantes apareció en el escenario y el show dio inicio con “Nobody escapes” y “Arms tonite”, en la cual la banda pidió al público que con las palmas siguieran el ritmo.
Posteriormente “Hayloft II” y “The matrix” fueron rolas que resonaron en el recinto, la conexión entre el público y la banda fue palpable. “Buenas noches”, dijo Ryan Guldemond, vocalista de la agrupación y su audiencia respondió con más gritos.

Cabe destacar que las luces fueron un gran complemento sensorial para darle una pizca de energía a la noche. Las luces moradas y azules rebotaban en las caras de los asistentes, quienes estaban más que eufóricos y esto resaltaba la esencia indie del show.
La banda no solo trajo su característico sonido alternativo, sino que también incorporó momentos de experimentación, con versiones extendidas y re-interpretaciones de algunos de sus temas, como fue “Video games” de Lana del Rey.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue cuando Ryan, en un gesto de agradecimiento, se dirigió a los fans, comentando lo especial que era para ellos tocar en la Ciudad de México. Posteriormente el vocalista dijo “¿Te está gustando? Oh continuemos”.
“Bit by bit”, “Body” y “Sleep awake” fueron los temas con los que la noche siguió siendo una total fiesta y generando un ambiente de catarsis emocional. En diversas ocasiones la banda interactuó con su público.

La noche avanzaba y el final estaba cerca, pero la banda dejó una explosión al final con canciones como “Dirty town”, “Oh Ana”, “Wrecking ball” y “Hayloft”. Desaparecieron algunos minutos para regresar con la última parte del concier
La velada concluyó con una explosión de energía colectiva, donde cada persona en el Pabellón Oeste parecía cantar a todo pulmón “Grief chapter” y “Burning pile”. Al final, la banda se despidió y agradeció una vez más por el apoyo de los fanáticos, dejando a los asistentes con una sensación de gratitud y el eco de sus canciones resonando en la memoria.
