
Seis relatos, distintos personajes que transitan por las calles de la Ciudad de México, perseguidos por una lluvia intermitente y absortos en una desesperanza cotidiana. Sin embargo, cada uno se enfrenta a un momento imprevisto, un acontecimiento extraño, luminoso o absurdo que les revela quiénes son. Tras esos insólitos momentos, vuelven a sumergirse en la confusión de los días.
Desde esta premisa, Rodrigo García Saiz presenta su ópera prima, Lluvia, una película que entrelaza estas historias de transeúntes que, con paraguas y ropa empapada, recorren la ciudad en busca de amor, soledad o esperanza.
Con un guión de Paula Markovitch, el largometraje no sólo destaca por la diversidad de sus relatos, sino también por los distintos recursos cinematográficos que emplea para narrar el transcurso de una noche en la que la tormenta proviene tanto del cielo como de la intimidad de cada personaje.

EL ORIGEN DE LA HISTORIA
En Crónica Escenario, conversamos con el director y el actor Axel Shuarma sobre los retos, motivaciones y detalles detrás de esta propuesta del cine mexicano.
García Saiz habló sobre el origen de la historia y el proceso de adaptación de esta cinta coral. “Este es un guión que escribió Paula, que es una escritora y directora argentina con muchos años en México”, dijo.
“Tenía una colaboración con ella desde hace tiempo y empezamos a perfilar distintas ideas para filmar una película. Un día, amorosamente, me cedió esta historia, que originalmente sucedía en Argentina, porque la había pensado para filmarla allá, y me encantó”, continuó.
“Empezamos a trabajarla juntos y nos dimos cuenta de que un punto fundamental donde podíamos combinar las historias era justamente la lluvia y usar a la Ciudad de México como un personaje central”, siguió.
“La lluvia funciona como metáfora: son muchas gotas, pero al verlas juntas se convierten en un torrente, y cada gota representa una historia. Trabajamos el guión durante un tiempo, lo profundicé más y luego siguió el proceso de financiación, la búsqueda del reparto soñado y la colaboración con actores increíbles como Axel. Así fue como se gestó la película”, explicó el director.
La lluvia funciona como metáfora: son muchas gotas, pero al verlas juntas se convierten en un torrente, y cada gota representa una historia
— Rodrigo García Saiz
UN PERSONAJE QUE REPRESENTA LA INOCENCIA
Por su parte, Axel Shuarma, quien interpreta a José Jiménez, compartió su experiencia con el personaje y su proceso de conexión con él.
“Soy de la idea de que, actuando, el personaje y yo nos encontramos mutuamente. Este papel llegó a mí en un momento de mi vida en el que me identificaba mucho con la historia. Mi personaje, ‘El Gato’ José Jiménez, representa la ruptura de la inocencia, pasa de ser un niño a sumergirse en un mundo de dinero fácil al lado de su primo”, comentó.
“Es una historia de aventuras, de adrenalina y de decisiones cuestionables. Cuando hice el casting y leí el guión, sentí que el personaje era como un guante a la mano. Nos parecemos mucho, incluso en el nombre, mis primos se apellidan Jiménez y mi papá se llama José. Fue como si la historia me hubiera encontrado”, mencionó el joven histrión.

EL SÍMBOLO DE LA LLUVIA
García Saiz también resaltó la importancia de la lluvia no solo como elemento visual, sino como un personaje más en la trama.
“La usamos como metáfora. Es un elemento intermitente, como sucede con frecuencia en la Ciudad de México, donde nunca estamos preparados para ella. Si te fijas, en época de lluvias la gente no anda con paraguas o impermeable; siempre nos toma desprevenidos”, expresó.
“De la misma manera, en la película, la lluvia entrelaza las historias y simboliza esos encuentros y desencuentros humanos que toman por sorpresa a los personajes. Curiosamente, la Ciudad de México es la tercera ciudad con más lluvias en el mundo, pero la gente sigue sin estar preparada, al igual que no lo está para las experiencias que viven los protagonistas”, reflexionó.
La lluvia entrelaza las historias y simboliza esos encuentros y desencuentros humanos que toman por sorpresa a los personajes
— Rodrigo García Saiz
UN ELENCO DE LUJO
En cuanto al elenco, el director se mostró entusiasmado por haber trabajado con un ensamble tan variado como talentoso, con nombres como Bruno Bichir, Cecilia Suárez o Arcelia Ramírez.
“Fui muy afortunado porque tuve el reparto soñado. Todas mis primeras opciones aceptaron. Desde el principio, me planteé buscar un balance entre la experiencia y la frescura, combinando actores con gran trayectoria, como Arcelia, Bruno y Cecilia, con actores naturales y talentos en ascenso”, comentó.
“Esta combinación permitió que los actores experimentados se ajustaran a la realidad de sus compañeros y que los más jóvenes se sumergieran en la ficción. Axel es un actor con una gran conexión con la cámara, muy natural y con un corazón enorme”, continuó.
“Siempre he pensado que cuando alguien es bueno y tiene un gran corazón, eso se refleja en la pantalla. Aunque no fue una película fácil de rodar, sobre todo por las escenas nocturnas y la lluvia, todos los actores dieron el cien por ciento y se portaron increíble conmigo. Me siento muy afortunado y orgulloso del resultado”, agregó García Saiz.

EL CRECIMIENTO DE UN ACTOR
Finalmente, Axel compartió su perspectiva sobre lo que Lluvia significó para su crecimiento como actor alrededor de tanto talento.
“Estoy muy agradecido con Rodrigo por dejarme aprender de alguien como Arcelia. Cuando vi La civil y luego Lluvia, entendí que puedo lograr lo que me proponga si trabajo con honestidad y voluntad. Vengo del teatro, actúo desde niño y nunca lo he dejado porque es mi pasión”, dijo.
“Nunca pensé en hacerlo para ganar dinero; no fue ingenuidad, sino inocencia. Cuando estaba en el rodaje, aprendí lo que es la escucha, la respiración y la importancia de vivir el presente. Es algo similar a lo que Tarkovsky plantea en Esculpiendo el tiempo: cómo vivimos la vida, cuán conscientes somos de los momentos y cómo estos se graban en nuestra memoria”, concluyó Shuarma.