Escenario

Los primeros pasos del cine animado

Lotte Reiniger y su fantástico mundo de siluetas

El Apostol de Quirino Cristiani, cinta argentina, es la primera película de animación silente de la que se tiene registro. Estrenada el 9 de noviembre de 1917, la mayoría de sus copias se perdieron en un incendio, se cree que el resto fueron recicladas para la fabricación de peines, como se hacía en la época con el celuloide. Por lo tanto no existe una versión completa del metraje, si bien solo sobreviven algunas pocas imágenes. Quién sabe el número de películas que se encuentren en el buró de nuestros abuelos. Se conserva aproximadamente un 20% del cine mudo.

Las aventuras del Príncipe Achmed de Charlotte Reiniger es la siguiente en la lista, estrenada en 1926. Se puede encontrar gratuitamente y en alta resolución en YouTube, plataforma que a mi parecer es una de las más completas mediatecas de cine del mundo. La película es una adaptación de diferentes relatos de Las mil y una noches, especialmente La historia del príncipe Achmed y el hada Paribanou. Todo aquel que la vea seguramente se acordará de Aladino y su lámpara mágica.

Lotte Reiniger y su fantástico mundo de siluetas

Lotte Reiniger es pionera absoluta del cine de animado. La madre del cut out, una técnica de animación stop motion que se realiza fotografiando recortes, moviéndolos fotograma a fotograma para generar la ilusión de movimiento. De ahí la etimología de la palabra ‘animación’, proveniente del latín ‘animatio’, que significa dar vida a lo que no lo tiene, en este caso, imprimirla en la película. Sus marionetas son figuras de papel y de cartón recortadas por ella misma, un talento que practicaba desde niña, haciendo los recortes para las fiestas de cumpleaños de sus familiares. El motor de su arte, un par de tijeras.

Su propuesta artística se nutre de dos grandes pasiones suyas: el fantástico cine de Georges Méliès y el expresionismo del teatro de sombras. Sus mundos son habitados únicamente por siluetas. Muestran una maestría total de la gestualidad del cuerpo y su potencial expresivo. La filmografía de Lotte es un estudio de la silueta como representación de la figura humana. La enorme restricción de no poder ver a los personajes en su totalidad juega extrañamente a su favor, es un velo que cubre de encanto a sus películas.

Lotte Reiniger y su fantástico mundo de siluetas

Me gustaría rescatar un momento específico de Las aventuras del Príncipe Achmed. Cuando el hechicero se convierte en murciélago para escapar de la prisión. Su sombra se desfigura, el carácter humano se esfuma con la transformación. Se logra plasmar su monstruosidad sin la necesidad de mostrarla explícitamente.

Las figuras de papel eran colocadas sobre una mesa de animación e iluminadas desde abajo. Filmaba con un método llamado cámara multiplano, proceso que consiste en colocar los elementos visuales en láminas a diferentes alturas y planos, posibilitando la sensación de profundidad. Este invento fue famosamente apropiado por Disney años después para sus primeras animaciones.

Lotte Reiniger y su fantástico mundo de siluetas

Es interesante el acompañamiento musical, si bien la llegada del sonido no fue hasta El cantante de Jazz, en 1929, Reiniger ya pensaba en la música como acento dramático. Se construía alrededor de ella mediante pautas y storyboards, que son una serie de dibujos que retratan las acciones más importantes de una escena. La música siempre ha tenido el poder de agrandar a las imágenes.

Me resulta difícil explicarlo, pero una gran parte del cine silente tiene una cualidad mágica. El nacimiento de una nueva expresión artística, la emoción que conllevaba ver un mundo vivo. Las invenciones de los primeros grandes cineastas, que como magos ante su público deslumbraban con sus trucos. La impresión del movimiento en una pantalla. Es triste que se ha perdido paulatinamente el elemento extraordinario, o mejor dicho que la gente se haya acostumbrado a él.

Lotte Reiniger y su fantástico mundo de siluetas

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