
El Festival de Cannes cerró su 78ª edición con la consagración del cineasta iraní Jafar Panahi, un artista perseguido en su propio país y que tras 15 años por fin pudo presentarse en persona en un festival de cine.
Panahi se alzó con la Palma de Oro por ‘Un simple accidente’, película rodada en la clandestinidad.
El jurado, presidido por la actriz francesa Juliette Binoche, valoró la capacidad del filme para retratar las restricciones cotidianas de la vida en Irán con una mirada profundamente humana.
El Gran Premio del Jurado fue para el noruego Joachim Trier por ‘Sentimental Value’, una introspectiva exploración de la memoria, las pérdidas y los vínculos familiares, que consolida a Trier como una de las voces más sensibles del cine europeo contemporáneo.
Reconocimiento al cine latinoamericano
Las cinematografías de Chile y Colombia fueron las vencedoras en la sección Una cierta mirada, la segunda en importancia del encuentro cinematográfico.
‘La misteriosa mirada del flamenco’, se llevó el Gran Premio, y ‘Un poeta’, de Simón Mesa Soto, el Premio del Jurado.
El brasileño Kleber Mendonça Filho fue galardonado con el Premio a la Mejor Dirección por ‘O agente secreto’, un thriller político ambientado en Recife, que también valió a Wagner Moura el Premio al Mejor Actor, reconociendo su poderosa interpretación de un periodista perseguido por revelar corrupción en las altas esferas.
El Premio al Mejor Guion fue para los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne por ‘Jeunes mères’, una historia social con su inconfundible estilo realista centrado en la maternidad en contextos precarios.
El Premio del Jurado, en esta ocasión entregado ex aequo, recayó en ‘Sirat’ del español Oliver Laxe, una travesía espiritual filmada en el Magreb, y ‘Sound of Falling’, de la alemana Mascha Schilinski, una experiencia sensorial sobre el duelo y la disolución de la identidad.
La Mejor Actriz fue Nadia Melliti, por su papel en ‘La petite dernière’, donde encarna a una joven tunecina enfrentada a las expectativas familiares y sociales en Francia. Su actuación fue aclamada por su sutileza y fuerza interna.
El Premio Especial del Jurado fue para el realizador chino Bi Gan, por ‘Resurrection’, una película onírica que retoma su estilo visual hipnótico y laberíntico.
La Cámara de Oro a la mejor ópera prima fue para ‘The President’s Cake’, del iraquí Hasan Hadi, una comedia satírica ambientada en Bagdad que sorprendió por su ingenio y frescura.
Se otorgó también una Mención Especial a ‘My Father’s Shadow’, del británico-nigeriano Akinola Davies Jr., una íntima reflexión sobre la herencia y el trauma familiar.
En la sección de cortometrajes, la Palma de Oro fue para ‘I’m Glad You’re Dead Now’, del palestino Tawfeek Barhom, una pieza provocadora y experimental que dividió a la crítica y generó debate tras su proyección.
Esta edición del certamen mostró cierto carácter político de Cannes, celebrando tanto a directores consagrados como Panahi, los Dardenne y Mendonça Filho, como a nuevas voces emergentes del cine árabe, africano y latinoamericano.