
Para MUBI, México ha sido uno de sus mercados más fuertes en América Latina. Por ello, la llegada de MUBI GO —servicio que ya opera en Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y Alemania— tiene un significado especial: “Nos hace muy felices prestar también este servicio acá, ha sido un trabajo muy lindo en alianza con Cinépolis”, señala Sandra Gómez. La plataforma de cine curado suma así una propuesta híbrida que incluye, (por promoción), por 179 pesos al mes, el acceso ilimitado a su catálogo de streaming y cuatro entradas al mes para películas seleccionadas en salas de cine.
A diferencia de otros servicios de boletos con suscripción, MUBI GO se distingue por su enfoque curatorial. Cada semana, los suscriptores podrán ver una película en cartelera recomendada por el equipo editorial de la plataforma, garantizando una experiencia coherente con la identidad cinematográfica de MUBI: cine de autor, con visión creativa y propuesta artística.
El lanzamiento arranca con El esquema fenicio de Wes Anderson, una elección que representa fielmente los valores del servicio. “Nos pareció que tenía muchísimo sentido iniciar con esta película, recién salida de Cannes y con estreno simultáneo en varios de nuestros mercados. Es una forma de alinear nuestra estrategia curatorial a nivel global”, explica Sandra Gómez.
Una alianza entre industria y audiencias
Implementar MUBI GO en México no fue tarea sencilla. Según Sandra Gómez, el mayor reto fue lograr una resonancia efectiva entre todos los actores de la industria: exhibidores, distribuidores y la propia plataforma. “La respuesta fue muy positiva. Cinépolis entendió desde el inicio que no venimos a competir, sino a sumar: queremos incentivar la asistencia al cine”, destaca. La elección de Universal Pictures como distribuidora del filme inaugural muestra el compromiso por establecer relaciones sólidas y diversas con los principales jugadores del sector.
El modelo busca generar un impacto real en las salas de cine, especialmente en un momento donde las cifras de asistencia aún se están recuperando tras la pandemia. En países donde ya opera, MUBI GO ha contribuido de forma significativa al crecimiento del público en salas. “Tenemos los números que respaldan cómo la afluencia ha aumentado gracias a esta iniciativa. Nos haría muy felices replicar ese efecto en México”, afirma.
El funcionamiento es simple: los suscriptores acceden a la aplicación de MUBI GO, consultan los cines disponibles en su ciudad y redimen un código para asistir a la función recomendada. El servicio tiene cobertura nacional, lo que permite a usuarios de distintos puntos del país participar en esta experiencia.

Más allá del streaming: cine que se vive
La filosofía de MUBI no cambia con MUBI GO; se expande. Para la marca, ver cine en casa y en salas no son prácticas excluyentes, sino complementarias. “Ir al cine es una forma distinta de apreciar una película. Con MUBI GO, te apoyamos incluso en la elección, para que tengas una experiencia cuidada, coherente y significativa”, dice Gómez. El objetivo es mantener al espectador en contacto constante con el cine como arte, sin importar el formato.
Los estrenos semanales en MUBI GO seguirán un modelo de selección cuidadosa, en diálogo constante con los distribuidores. Aunque no se contemplan ciclos de cine clásico, las películas recomendadas serán títulos recientes que estén en su primera o segunda semana de exhibición. La idea es integrarse de manera orgánica a la cartelera nacional y ofrecer opciones que aporten valor cultural y estético.
Con MUBI GO, la plataforma apuesta por reforzar su vínculo con las audiencias y ampliar las formas de encuentro con el cine. “Lo que buscamos es que la gente disfrute del cine en todos sus formatos. MUBI GO es una manera sencilla, accesible y emocionante de volver a las salas”, concluye Sandra Gómez.
Por ahora, la recomendación de la semana es clara: El esquema fenicio. Y lo que sigue, será una nueva película cada siete días, seleccionada bajo una lógica que privilegia el arte, la creatividad y la mirada autoral. Porque para MUBI, ver cine es mucho más que ver películas. Es vivirlas.