
En un giro significativo dentro del conflicto legal entre Blake Lively y Justin Baldoni, la actriz ha decidido retirar las acusaciones de inflicción intencional y negligente de angustia emocional contra su coprotagonista y director en la película It Ends With Us. Sin embargo, Lively mantiene las denuncias de acoso sexual y represalias, las cuales siguen siendo el núcleo de su demanda en curso.
La decisión de Lively se produce después de que el equipo legal de Baldoni solicitara acceso a sus registros médicos y de salud mental para respaldar su defensa. Al negarse a proporcionar estos documentos, Lively optó por retirar los cargos de angustia emocional sin perjuicio, lo que significa que podría reintroducirlos en el futuro si lo considera necesario. Sus abogados describieron esta acción como una estrategia legal estándar para simplificar el caso antes del juicio.
A pesar de esta retirada parcial, Lively continúa buscando una compensación significativa por las acusaciones restantes. En su demanda original, presentada en diciembre de 2024, la actriz alegó que Baldoni la acosó sexualmente durante el rodaje de It Ends With Us y que, tras expresar sus preocupaciones, él y su equipo iniciaron una campaña para dañar su reputación. Estas acciones, según Lively, también afectaron profundamente a su familia, incluyendo a sus cuatro hijos con el actor Ryan Reynolds.
En respuesta, Baldoni ha negado todas las acusaciones y ha presentado una contrademanda de 400 millones de dólares contra Lively, Reynolds y su publicista, Leslie Sloan, acusándolos de difamación, extorsión e invasión de la privacidad. Además, Baldoni presentó una demanda por difamación de 250 millones de dólares contra The New York Times, alegando que el periódico publicó un artículo basado en una narrativa sesgada proporcionada por Lively.
El ambiente en el set de It Ends With Us fue descrito como tenso por Thomas Canestraro, doble de cuerpo de Baldoni, quien notó que Lively parecía más reservada durante el rodaje. Canestraro también mencionó que la presencia de Reynolds en el set podría haber estado relacionada con el estado emocional de Lively.
El juicio está programado para marzo de 2026, y se espera que ambas partes presenten sus argumentos ante el tribunal. Mientras tanto, la industria del entretenimiento observa de cerca este caso, que ha generado un debate significativo sobre el acoso en el lugar de trabajo y el poder en Hollywood.